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Con protestas, cortes de ruta y otro paro se agudiza el conflicto de Municipales en toda Santa Fe

La nueva medida de fuerza de este jueves y viernes forma parte del plan de lucha de la Festram, que arrancó el miércoles con fuertes manifestaciones. Rosario no se suma: con la mitad de los afiliados en Salud el gremio local optó por el "paro activo": protestan, pero trabajando. Y se viene una carpa

“Nos preocupa mucho la falta de interés. Hay intencionalidad en no llegar a un acuerdo”, señaló, calmo pero contrariado, Claudio Leoni, el secretario General de la Festram, la Federación que representa a los trabajadores municipales de toda la provincia. El dirigente sindical ratificó que, al contrario de algunas versiones que hablan de un acercamiento, “no ha mejorado el clima” en el sector, más bien todo lo contrario: el conflicto tiende a agudizarse. Y para peor con un rociado de versiones por las que el gremialista apuntó como noticias falsas difundidas por intendentes, en un contexto de una nueva huelga por 48 horas este jueves y viernes, con movilizaciones y cortes de ruta esparcidos por toda Santa Fe este miércoles, que llevaron la protesta a 72 horas, con manifestaciones en la autopista Rosario-Santa Fe, ruta 11, ruta 1 y ruta 33, en Reconquista, Arocena, Venado Tuerto y Rufino, entre otros.

“Si hay diálogo es de algún intendente paritario con algún sindicato puntual. Pero institucionalmente no hay nada, ningún avance”, ratificó Leoni. El además jefe de los Municipales de Santo Tomé, que integra además la combativa Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, trazó para El Ciudadano una recorrida del conflicto, y dónde están parados ahora. Leoni fue tajante: el 50 por ciento de los cerca de 43.000 trabajadores municipales que están en regla, más los cerca de 3 mil contratados en toda la provincia están por debajo de la línea de pobreza: sus ingresos no alcanzan a cubrir la canasta básica. Y una pata clave de la situación –asegura– es el atraso en las asignaciones familiares: “Están congeladas hace 15 años. Hoy son cifras irrisorias, 40 pesos por cónyuge y 260 pesos por hijo. Y la ayuda escolar son 3 pesos”. En esa línea la Festram reclama que las asignaciones de la provincia, “cuanto menos” se equiparen con las de la Nación, que son diez, once veces superiores, en promedio: “La asignación por hijo de la Nación son 3.500 pesos”, ratifica Leoni.

Y remarca que esa es la mitad del problema, y que la otra es que desde enero no rige para el sector una política salarial definida: todo quedó postergado por la pandemia de coronavirus. Pero no todo: afina el lápiz y dice que en el mismo lapso marca que los municipios y comunas recibieron un 46% más de recursos que el año pasado, y las transferencias puntuales son un 150% por ciento superiores, por ejemplo el Fondo de Obras Menores, el Fondo Educativo, y más. Y que ya en enero se aplicó un aumento del 40% en las tasas municipales: “Es decir que los municipios y comunas tienen recursos, y el ajuste son los salarios. Y en un sector esencial”, se enoja.

El dirigente repasa que la oferta será gravosa tanto para la Caja de Jubilaciones como para la obra social, que además debe actuar en un marco sanitario extremo. Admite que al principio, inmediatamente tras los recambios de gobierno, “la crisis” impactó: fue en marzo, junto al inicio de la cuarentena obligatoria por covid-19. Pero reafirma que ahora, siete meses después, todo está encarrilado, funcionaron las moratorias, se refinanciaron deudas, se crearon nuevos programas, pero los trabajadores siguen sin ver un peso, y todos los ofrecimientos “además de insuficientes” son no remunerativos y, en la parte que sí lo son, no son sumas bonificables, es decir que no cuentan para adicionales ni antigüedad ni otros derechos laborales. La síntesis es que no se engorda el básico, “para futuras negociaciones” y que el salario de bolsillo cae al no contabilizarse para los extras que cobra, por ejemplo, el personal de la Salud Pública –en Rosario la mitad de los afiliados al Sindicato de Trabajadores Municipales– o los trabajadores de Parques y Paseos, que a nivel local ya iniciaron trabajos de desmalezamiento, prevención obligada por dengue con el aumento estacional de la temperatura y, por ende, de mosquitos.

A nivel provincial, la situación tiene otros matices pero la misma exposición: “Se están abriendo obras, se están haciendo pavimentos, se abren actividades sociales, y eso implica más trabajadores expuestos”, marcó Leoni. Son cerca de 400, dijo, los municipales de toda la provincia que actualmente cursan la enfermedad. Sólo en Rosario son unos 150, y los aislados el doble: más de 300. “Y no están funcionando los comités mixtos”, advierte el titular de la Festram.

Leoni también mensura que, tras cada paritaria la masa salarial crece entre un 20 y un 30 por ciento (el año pasado un 22%) pero el ofrecimiento que rechazaron representa un salto de apenas el 3%. “Y las ART se llevan el 5% sin hacer nada. Es decir: al privado se le da más que a los trabajadores esenciales”, sintetiza Leoni.

El gremialista les dedicó un párrafo nada amable a las aseguradoras de riesgos del trabajo, que “se llevaron 1.500 millones de pesos de Santa Fe”, pero no reconocieron el dengue como enfermedad profesional (aunque los primeros expuestos son quienes trabajan en desmalezamiento, campañas para sacar cacharros y otras tareas) ni menos al covid-19, cuando el sistema de Salud está saturado y de por sí “el nivel de estrés” que representa para los trabajadores que deben cumplir tareas presenciales ya es un problema en sí mismo.

 

Con todo, sin diálogo formal con los intendentes al no haber una nueva propuesta sobre la mesa –“Hasta ahora se hizo una sola, es mentira otra cosa”, aclaró Leoni– y al no pesar el reclamo inicial de los gremios, esto es “que por lo menos haya una actualización salarial según los índices de inflación del Ipec mientras se discute una política salarial”, la Festram va por la ultraactividad: esto es la extensión de la paritaria 2019, que establecía un 15% de aumento (12% en marzo y 3% en mayo) sobra los salarios de diciembre de 2018 actualizados por inflación, y cláusula gatillo que se activaba cuando el Índice de Precios al Consumidor medido por el Instituto Provincial de Estadística y Censos superara el 12%, pagando la diferencia al mes siguiente. Mientras tanto, continúa vigente el plan de lucha, con medidas de fuerza y nuevas y más acciones de protesta para sostener no sólo el reclamo salarial sino también por las asignaciones familiares, tema que ya está en manos del Parlamento provincial.

 

En Rosario paro activo

“Nuestros paros son sin asistencia a los lugares de trabajo. Ya hicimos once y no logramos que se sienten a una mesa con una propuesta seria”, describió a El Ciudadano Antonio Ratner, titular del Sindicato de Trabajadores Municipales local, y secretario Adjunto de la Festram. El dirigente explicó que en Rosario, el segundo mayor gremio municipal del país –detrás de Córdoba y sin contar a la ciudad de Buenos Aires, que tiene un estatus equivalente a provincia– cambió la modalidad de protesta por las urgencias que impone la pandemia: el sistema de Salud está “desbordado” y la mitad de los trabajadores municipales reportan al área, que tiene “7 hospitales, 43 centros de salud y un instituto especializado”. Así a nivel local el conflicto transita por un “paro activo”, esto es asambleas permanentes, actos y manifestaciones, pero sin cese de tareas. En ese marco, este lunes el gremio montará una carpa de protesta frente al Palacio de los Leones, que “sin parar el sistema de Salud”, estará allí “con presencia permanente, todo el tiempo que sea necesario”.

Sin huelga, las acciones continuarán este viernes a las 11: el sindicato se manifestará frente a la sede de Gobernación en conjunto con otros cinco gremios estatales “que acordaron, pero no están conformes con lo que se acordó”, para después llevar el reclamo al Hospital de Niños, donde continuarán las “asambleas con todos los trabajadores”.

La carpa, explicó Ratner, en la que además se montará una radio abierta, será la forma de protesta en lugar de la huelga, ya que a nivel local el 80% de los trabajadores municipales desde siempre fueron “personal esencial”. Es que a la mitad que revista en el sistema sanitario se suman las áreas de control, Tránsito, mantenimiento y limpieza, Parques y Paseos por dengue y hasta las áreas sociales, que están entregando alimentos, trabajando con productores de Economía Social, coordinando las ferias que ya tienen apertura.

Ratner destacó que los propios trabajadores de Parques y Paseos adaptaron un tractor para tareas de sanitización en veredas de hospitales y paradas de colectivos, entre otras zonas críticas, para asegurar la no propagación de coronavirus. Y destacó el desempeño de trabajadoras y trabajadores municipales desde que empezó la pandemia, por lo que lamentó que “a la hora del reconocimiento, no los tengan en cuenta”.

“No sabemos cuál es la razón, los intendentes están maniatados, encorsetados a la política salarial del gobierno provincial”, cuestionó Ratner. Y volvió a marcar que buena parte del personal médico, tanto como radiólogos, camilleros, ambulancistas “están trabajando entre 12 y 16 horas diarias”, con la pandemia y muchos “ni siquiera sin francos para estar con su familia”, cubriendo baches que se forman en el “sistema de burbujas”, donde por cada contagio “hay que aislar todo un servicio”.

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