«Tenemos pendiente 3.200 reformas estructurales más. Y vamos a hacer que Argentina sea efectivamente el país más libre del mundo, para que sea el país más próspero del mundo. Muchísimas gracias. ¡Viva la libertad, carajo!”, cerró su discurso el presidente Javier Milei, en el acto por el 140 aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario. El presidente habló ante un auditorio de cerca de un millar de empresarios del agro, la industria y el comercio, grandes y pymes para insistir en que su programa económico sólo traerá ventura al país. En esa línea defendió la ley Bases, el DNU 70/2023, las dos grandes piezas de su gestión que atravesaron con éxito el paso por el Congreso, y sostuvo que el futuro del país será poco menos que maravilloso y que ya ahora todo está bien: “Hoy, 8 de 10 indicadores importantes, de alta frecuencia, muestran que la economía está saliendo adelante”, sostuvo.
Milei brindó un discurso tras las palabras de apertura del titular de la Bolsa, Miguel Simioni, a quien continuaron el intendente Pablo Javkin y el gobernador Maximiliano Pullaro. El último fue el presidente, quien llegó con retraso, y partió raudamente tras hablar en tono calmo, pero con las acostumbradas frases de autoelogio para su gestión, como al enaltecer la «mayor reforma estructural» de la Argentina, que realizó el presidente Carlos Menem, para luego asegurar que la suya fue cinco veces más grande con la ley Bases, pero ocho veces más grande con el decreto de necesidad y urgencia número 70.
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En su discurso el mandatario pasó por distintos aspectos de la economía y la política, siempre para castigar al kirchnerismo. Apuntó a que el déficit primario cero “no alcanza si ustedes tienen deuda” y postuló: «Por eso es que “tenemos que tener también déficit cero a nivel financiero”.
Milei, quien criticó a la oposición por lo que implicaría el aumento de las jubilaciones, también cargó contra los políticos, los que “debería importarles llegar a grado de inversión” (investment grade) en lo que respecta a la calificaciones de riesgo crediticio.
En esa línea adelantó que en el próximo proyecto de Presupuesto 2025 “el superávit primario debe ser igual a la deuda” a pagar.
Para confeccionar ese Presupuesto “si la tasa de crecimiento es mayor» a la que proyecta su gestión, no será un error de cálculo sino una buena noticia: «Con los ingresos extraordinarios hacemos caja, y nos da recursos para manejar la deuda que ya existe”.
Ahora, si el aumento de la actividad económica es permanente, esos ingresos extraordinarios tendrá otro destino: “Voy a bajar los impuestos”, dijo.
Milei además cuestionó al Fondo Monetario Internacional, con el que va a renegociar un nuevo acuerdo, al recordar que les permitió “generar los puts”, la deuda que el Banco Central mantenía con los bancos.
También advirtió que con “el plan «platita» para ganar una elección» (en referencia a la gestión del ex ministro de Economía y ex candidato Sergio Massa) «no saben el problema que ha dejado”.
Reiteró también sus críticas al Banco Macro que “se hizo grande con negocios durante el kirchnerismo” vendió los 2.000 millones de dólares, y no se produjo una corrida financiera: “Por la intervención del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausilli, a quienes siempre voy a destacar”.
También acusó a los que denomino “econochantas” que erraron con sus estimaciones de inflación a comienzos de año, y a quienes especularon con que el dólar iba a llegar a 2.000 pesos: ahora “están como los mandriles”, volvió a apelar a su metáfora zoológica.
Recordó que en los últimos dos años del kirchnerismo “se hicieron 80.000 intervenciones en el mercado cambiario” y ahora “el Banco Central está eliminando 100 regulaciones por día».
«Estamos abriendo el cepo todos los días. Sí, estamos avanzando”, sostuvo, eludiendo una definición sobre la liberación cambiaria, de la que la Bolsa es ámbito de reclamo.
Jubilados y trabajadores de parabienes
«¿Quieren saber quiénes han arruinado a los jubilados? Miren a los kirchneristas», dijo Milei, que confirmó que vetará la flamante ley de Movilidad y apuntó que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner «vetó el 82 por ciento móvil» para las jubilaciones en 2010. «No resiste el archivo», chicaneó.
Además insistió además en que los senadores y diputados, a los que volvió a llamar «degenerados fiscales», votaron «en gran mayoría un disparate que implica el 62% del PBI de toma de deuda», en referencia a la ley de aumento de jubilaciones.
«Eso le cuesta a los argentinos 370 mil millones de dólares, arruinándole la vida a nuestros hijos, nietos y generaciones futuras», insistió, repitiendo lo que ya había dicho en declaraciones a los medios más cercanos al gobierno, pero sin explicar de dónde estima semejante cifra. Simplemente dijo que la ley es una «bestialidad propia de brutos».
«¿Pretendían que no vetara semejante disparate? Vine acá para poner el pellejo para salvar a la Argentina, no para hundirla», dijo el jefe del Estado, y advirtió que si se aplicara el aumento de jubilaciones, se generaría un «impuesto inflacionario, riesgo país por las nubes o aumento de la presión fiscal explícita».
Además, según su visión, para nada, ya que insistió en que el sector pasivo está prosperando: «Desde que llegamos al poder las jubilaciones están 5 puntos arriba», sostuvo Milei. «Están muchísimo mejor los jubilados del desastre que dejaron», completó.
Y repitió las consecuencias a futuro si mantiene la ley de Movilidad Jubilatoria a la que le dio sanción definitiva el Senado este jueves: «Ahí estoy condenando a nuestros nietos a vivir en una situación miserable».
En la mirada presidencial no sólo los jubilados están mejor, sino también los trabajadores estables: «Hay una fuerte recuperación de los salarios reales desde hace tres meses», proclamó.
Con todo, Milei volvió a reiterar la visión de que la inflación es un fenómeno monetario: «Todavía sobra dinero en la economía, por eso sigue la inflación», postuló. Pero aseguró que su programa ya surte efecto: «La inflación macro viaja al 5% anual», sostuvo.
Y atribuyó: «En siete meses hicimos el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad». Y también: Somos el primer gobierno con superávit verdadero. Lo arreglamos en el primer mes. Tuvimos la mejor performance fiscal en la historia argentina».
Así, con todos logros, el jefe del Estado ya adelantó que piensa trasladar los éxitos que describió en economía al plano político: «Voy a ser reelecto y voy a hacer que argentina se ponga de pie».