El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, saludó este sábado en un tuit el anuncio que hizo esta semana el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la construcción de un muro en la frontera con México.
El nuevo presidente republicano firmó el miércoles un decreto que fija como objetivo «garantizar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos con la construcción inmediata de un muro».
https://twitter.com/netanyahu/status/825371795972825089
En una entrevista con la cadena de televisión estadounidense Fox News el jueves, justificó su decisión sirviéndose del ejemplo de Israel que, según él, consiguió «frenar en un 99,9%» la inmigración ilegal construyendo un muro.
Trump se refería a la barrera de más de 240 kilómetros que Israel terminó de construir en 2014 en su frontera con Egipto, por donde solían cruzar numerosos migrantes indocumentados africanos y traficantes.
«El presidente Trump tiene razón. Construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Eso frenó la inmigración ilegal. Gran éxito. Idea formidable», tuiteó el sábado Netanyahu, rematando su mensaje con dos banderas, una israelí y una estadounidense.
Construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Eso frenó la inmigración ilegal. Gran éxito. Idea formidable
Unas horas más tarde, el portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Emmanuel Nahshon, precisó en un tuit que Netanyahu «se refería a nuestra experiencia específica en el campo de la seguridad, que estamos deseosos de compartir».
«No nos posicionamos sobre las relaciones entre Estados Unidos y México», agregó.
Netanyahu, al frente de uno de los gobiernos más a la derecha de Israel, no ha escondido su satisfacción por la elección de Trump. Sus aliados más nacionalistas ven en la llegada de Trump a la presidencia una oportunidad única para proseguir con la colonización de Cisjordania y Jerusalén Este (territorios palestinos ocupados), e incluso de anexionar la mayor parte de Cisjordania.
Además, Israel empezó en 2002 la construcción de un muro de separación en torno a Cisjordania ocupada para impedir los atentados palestinos. Esta barrera, que en algunos tramos alcanza los 9 metros de altura, ha sido denunciada como un medio de confiscar tierras y establecer una frontera de facto.