Utilizaban la fachada de una compañía de danza, hacían castings donde seleccionan a bailarinas que se convertirían en sus víctimas. Les ofrecían ir a trabajar a un pub en Turquía aunque buscaban introducirlas en una red internacional con fines de explotación sexual. El caso es investigado por la Fiscalía Federal N°1 de Lomas de Zamora, a cargo de Sergio Mola y tras la detención de tres personas, dos hombres y una mujer que quedaron involucrados en la investigación.
Según explicó fiscales.gob.ar, el funcionario fiscal Sergio Mola, con colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, llevó adelante la pesquisa que inició en marzo a raíz de una sospecha que en una compañía de danza se captaba mujeres para introducirlas en una red internacional de explotación sexual.
Le decían a las bailarinas que el casting era para trabajar en un pub ubicado en Ankara, capital de Turquía, dónde los sospechosos hicieron dos viajes desde Argentina con nueve víctimas, refirieron. Les ofrecían a las víctimas conformar un grupo de artistas para hacer un show en el lugar y distintas presencias que implicaban un ingreso extra si se quedaban con los clientes. El sitio contó que en realidad la verdadera finalidad de la organización era obligar a las víctimas a ejercer la prostitución.
Según la investigación en el hecho estaban involucrados una mujer que hacía las veces de manager de la compañía y dos varones que se hacían pasar por directores del lugar.
El análisis de la información obtenida arrojó luz sobre los vínculos que poseían entre sí los sospechosos, todos de nacionalidad argentina, y permitió establecer el rol que desempeñaría cada uno: la mujer sería la manager del club de danza y los varones serían los directores.
El Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2, a cargo de Luis Antonio Armella ordenó cuatro allanamientos el primer sábado de septiembre. Se hicieron dos en Lanús, uno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el último a la altura del peaje Zárate. Los tres sospechosos fueron detenidos y se secuestraron distintos dispositivos electrónicos, entre ellos 14 celulares, cuatro notebooks, dos tabletas, un CPU. También pasaportes, dinero y documentación.
