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Con un Di María intratable, Real goleó en la Champions



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El mediocampista de la Selección convirtió dos goles en el 4-0 ante Copenhague y se destacó con varios lujos. En uno de los tantos asistió a Ronaldo con una rabona. Ver goles.

realdentro

Real Madrid goleó 4-0 en la Champions League al endeble Copenhague con sendos dobletes de Cristiano Ronaldo y Angel Di María, quienes manejaron el bisturí blanco para lavar recientes heridas.

Las redondas actuaciones del portugués y el argentino sirvieron para que Real Madrid sumara su segundo triunfo en el torneo, una victoria que le viene bien para tranquilizar a una hinchada malhumorada tras los últimos resultados.

El técnico local, Carlo Ancelotti, introdujo varios cambios respectó al equipo que tan pobre imagen dio ante Atlético de Madrid. Aunque tampoco sonó a castigo. Lo más interesante fue el debut de Raphael Varane esta temporada, el regreso de Iker Casillas a la titularidad y, sobre todo, la entrada de Marcelo en el lateral izquierdo.

Junto a Cristiano Ronaldo, probablemente el brasileño sea el futbolista más necesario que tiene Real Madrid en estos momentos. Tan previsible como es el juego del equipo blanco, Marcelo aporta capacidad de sorpresa, llegada en banda y buenos centros.

En uno de esos llegó el primer gol. Ocurrió a los 21 minutos, con un balón llovido de Marcelo desde su margen izquierdo y un vuelo de Cristiano Ronaldo, quien cabeceó a la red tras aprovechar la pésima salida del arquero Wiland.

Para entonces, Real Madrid acaparaba el dominio y se tomaba con cierto interés el partido. También es cierto que con Asier Illarramendi y Sami Khedira juntos no existe demasiada rapidez en la circulación, aunque al menos Luka Modric (suplente ante el Atlético) proporciona clarividencia.

Mientras, quedó claro que buena parte de la hinchada la ha tomado con Karim Benzema, quien recibe pitos con cada error, por pequeño que sea.

Si la primera media hora de Real Madrid fue decente, no se puede decir lo mismo de los siguientes 15 minutos, en los que afeó su comportamiento.

A los 41 minutos, Jorgensen aprovechó una mala salida de Casillas para rematar al larguero y luego Modric sacó desde la línea de gol. La hinchada blanca saludó el descanso con abucheos a su equipo, algo que comienza a ser rutinario en el Santiago Bernabeu.

Real Madrid mejoró en el comienzo de la segunda mitad, pero también acumuló algunos errores en entregas que los silbidos amplificaron. La hinchada blanca está en una época en la que no aguanta demasiado.

Pero mereció la pena esperar a los 65 minutos para ver la mejor jugada del partido, que significó el segundo tanto de Real Madrid, el quinto de Cristiano Ronaldo en dos partidos de Liga de Campeones y la sentencia del duelo.

Ocurrió todo a la velocidad del rayo. Di María combinó con Benzema, el francés devolvió al argentino y éste utilizó una rabona para centrar templado hacia el salto de Cristiano Ronaldo, quien cerró su doblete. Una obra de arte.

Lo siguiente, ya con Copenhague entregado, fue completar la goleada. La autoría correspondió a Di María a los 71 minutos con un bonito disparo ajustado desde fuera del área.

Entonces el Santiago Bernabeu se relajó y se guardó en el bolsillo los silbidos. Y la hinchada se marchó a casa satisfecha con un gol más de Di María y una gran intervención de Casillas en el descuento. Esto último provocó la aparición de gritos que parecían olvidados en el estadio blanco: «Iker, Iker».

Con la ayuda de su endeble rival, el Real Madrid goleó, consiguió su segundo triunfo en Liga de Campeones y lavó algunas heridas. No le viene mal en estos tiempos revueltos.

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