«Al ser esta nuestra primera edición del festival en Argentina, seleccionamos las películas que más gustaron en los distintos festivales en la última edición y las tradujimos al español», explicó a la agencia de noticias Télam Patty Hochman, cofundadora y directora artística de Seret, palabra que en hebreo significa «película».
Como en casi todas sus áreas, las industrias israelíes muestran una evolución ascendente. Ya sea en la reconocida industria armamentística o tecnológica, como en medicina y, ahora, en las artes visuales, con éxitos como Poco ortodoxa, Fauda o Schtizel, series compradas por Netflix, o con directores como Nadav Lapid, que viene con algunos premios a cuesta en festivales como el de Cannes.
Así, entre las películas que se podrán ver en salas de Buenos Aires, Mendoza y Rosario se encuentran Voces doradas de Evgeny Ruman, ganadora del premio a la mejor película en Tallin Black Nights Film Festival y que tiene previsto su estreno comercial el 3 de marzo.
Otras producciones que formarán parte de la programación son Love it was not (No fue amor), de Maya Sarfaty, ganadora en el Festival de Cine DocAviv como mejor documental; Forgiveness (El Perdón), de Guy Amir y Hanan Savyon, y Sublet (Subarriendo), dirigida por Eytan Fox.
Asia, de reciente estreno en Argentina, dirigida por Ruthy Pribar y con la galardonada Shira Hass (Poco ortodoxa) como mejor actriz en el Festival de Cine de Tribeca, también será parte de catálogo que, en total, tendrá 14 producciones.
Además, el Seret prepara jornadas de preguntas y respuestas con algunos de los directores y directoras que forman parte del festival.
«El festival Seret es parte de una muestra internacional que se hace en varios países anualmente. Nuestro primer festival y el más grande es en Inglaterra. Allí, el festival se realiza en mayo y desde ese festival partimos y llevamos la mayor parte de las películas a los próximos festivales de los diferentes países como ser Alemania, Holanda y Chile», explicó Hochmann, quien siendo chilena de nacimiento con domicilio en Israel, es miembro de la Academia de Cine Israelí y una de las máximas referencias en cuanto al conocimiento del séptimo arte en aquél país
Respecto de cómo prepararon esta primera edición para Argentina, Patty Hochman destacó: «En todos los países nos contactamos con la Embajada de Israel, que siempre es nuestra aliada, y otras organizaciones judías e Israelíes que nos apoyan para llevar adelante los festivales. Siempre pensamos que la Argentina sería un país muy importante para realizar nuestro festival en América del Sur. La amplia cultura que existe, su cine conocido en todo el mundo y el amor de la gente por el arte, podría atraer al publico a ver también el cine de Israel, que tanta trascendencia logró a nivel mundial durante estos últimos años».
Y respecto de qué representan estas películas para la cultura israelí, planteó: «Representan la diversidad cultural que existe en Israel. Como Israel es un país de inmigrantes, actualmente los jóvenes directores y guionistas de cine, hijos de aquellos inmigrantes, crean obras que son de una mixtura cultural increíble, y que se ve a través de las películas y series de televisión que crean. Israel no es sólo lo que se muestra en las noticias y la televisión, es un país moderno como muchos otros y la diversidad cultural es lo que hace a nuestro cine tan interesante».
La gestora cultural habló también acerca de estado en que se encuentra la producción cinematográfica israelí: «Las películas son muy conocidas y premiadas en festivales internacionales. Por ejemplo, la película Asia ganó más de quince premios locales e internacionales. Entre ellos, el primer premio en el Festival de Tribeca. Fue la mejor película de la Academia del Cine Israelí y ganó premios en festivales de todo el mundo. Pero estos últimos años la televisión de Israel es lo que más se exporta a nivel mundial. Muchas series de televisión se muestran tal como las filmaron en Israel, reversionadas, y también distribuidas por las grandes plataformas como Netflix o HBO».
Respecto del debate que hay a nivel mundial y que enfrenta al cine de entretenimiento con el cine de autor y en relación con la dirección que ha tomado el cine israelí, Hochman analizó finalmente: «También en Israel existe ese debate de cine de autor y cine de entretenimiento y más comercial. Yo creo que eso existe en todos los países. Lo lindo es que haya lugar para todos, porque cuando se hacen muchas películas se benefician todas las audiencias. Lo bueno en Israel, y no se si será así en Argentina, es que el gobierno aporta mucho dinero para la realización del cine, allí se seleccionan las películas de autor, las cuales serían más difíciles de filmar sin la ayuda del Estado, y que, a fin de cuentas, son las que luego traerán los premios internacionales».