La figura de Ernesto Che Guevara no parece agradar a los funcionarios de Cambiemos. Es que al ver uno de los colectivos ploteados con la imagen del mítico rosarino, el concejal Gabriel Chumpitaz escribió en la red social Twitter: “La @MuniRosario debería enaltecer a rosarinos que con su actividad diaria engrandecen nuestra ciudad, y no gastar dinero en esta figura tan controversial que no le aportó nada a Rosario. #NoHayPrioridades. Gastan en carteles colectivos cientos de actividades innecesarias”. La imagen innecesaria para Chumpitaz es la del Che en su 90 aniversario de nacimiento, como si todo el tiempo hubiese que generar nuevas grietas y mirar desde un lugar parcial a la historia y abogarse el derecho de decidir quién es un prócer y quién no lo es. Parece que no sólo hay que sacar a los próceres y poner animales en los billetes. También hay que vaciar de sentido a los íconos locales, como si el Che nunca hubiese nacido en la ciudad. Como si nadie lo adoptara como propio.
Huellas
La ruta del Che en Rosario es sumamente corta. El edificio de Entre Ríos y Urquiza, donde nació Guevara, sólo puede mirarse desde afuera. No hay museo. Existe una plaza a la que llaman la plaza del Che, pero es la de la Cooperación; un parque en el que el municipio levantó una estatua del Che, pero lleva está bautizada por el líder radical Irigoyen. El Che no tiene museos, ni una calle, ni un parque con su nombre. Igual parece que su imagen molesta. No sólo a Chumpitaz. En octubre, cuando el Che de bronce llevaba siete años parado en el medio del parque Yrigoyen, una fundación juntó firmas para demolerla. En una cruzada que, como tantas otras, sumó voluntades en redes sociales, la fundación Bases quería quitarla del parque como si se pudiera borrar de la memoria al Che Guevara.
Esta vez el golpe viene a poco de la celebración de su cumpleaños. Desde el 2 de junio el municipio armó charlas, presentaciones de películas y libros, muestras, recorridos guiados y recitales. Son algunas de las actividades que se desarrollarán en la ciudad en las próximas dos semanas.
En una parte de la biografía sobre Ernesto Che Guevara, Paco Ignacio Taibo II sostiene: “Y qué bueno que la memoria se deposite en lugares básicamente irreverentes, donde la memoria no se corporativiza en tazas, en vasos, en remeras. La memoria es esa materia terca que viaja a través de los tiempos, construida por información, sensaciones, percepciones. Y esa memoria, la memoria de un personaje irreverente, es el tiempo de un personaje que se burla también de sí mismo”. Sin monumento y sin ploteo en los colectivos estuvo vivo en la memoria y puede seguir estando a pesar de todos los detractores.
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