Search

Concejal de Ciudad Futura renunció después de denuncia de acoso

Eduardo Trasante dejó su cargo en forma voluntaria y lo reemplazará la abogada Jesica Pellegrini. El pastor evangelista, que había llegado a la política después de la muerte de su hijo en un crimen mafioso, se someterá a un protocolo de género que el partido instituyó el año pasado

El pastor evangelista y concejal de Ciudad Futura Eduardo Trasante renunció este jueves a su banca legislativa después de una denuncia de acoso sexual en su contra. Desde el partido señalaron que en forma voluntaria se someterá a un protocolo preventivo de violencia de género que ese espacio mantiene desde el año pasado y hasta que no haya una definición en la Justicia seguirá dentro del partido. Su lugar en el Palacio Vasallo lo tomará la abogada Jesica Pellegrini.

Revisable

“En Ciudad Futura los cargos son revocables, transitorios y no definitivos. Por ende no hace falta que se cometa un delito para que alguien sea corrido del cargo. Hay algo del orden del compromiso ético, de una cuestión de ejemplaridad del ejercicio de las funciones de representación y del tipo de vínculos militantes que entablamos entre nosotrxs, que se rompió y por lo tanto debe ser reparado”, escribieron en un comunicado los ex Giros.

“Tanto Eduardo como la persona denunciante tendrán un proceso de retrabajo con compañeros y compañeras para poder tramitar la situación de la mejor manera. El protocolo no tiene una visión punitivista, sino que apuesta a mecanismos de trabajo político y colectivo de deconstrucción. Por eso, Eduardo seguirá aportando en otro espacio de Ciudad Futura mientras dure el proceso. El protocolo es todo lo contrario al linchamiento y no busca empujar a nadie al vacío, porque el feminismo no es un salto al vacío. El feminismo llegó para hacernos mejores”, agregaron.

Un año movido

El pastor evangélico había llegado a Ciudad Futura después de volverse una figura pública por la muerte de su hijo Jeremías, uno de los militantes asesinados en el llamado Triple Crimen de Villa Moreno. La imagen del religioso creció en los medios de comunicación al mostrarse rezando en la cárcel con quienes mataron a su hijo. Cuando fue incluido en la lista de candidatos para los comicios de 2017 Juan Monteverde, uno de los cuatro actuales concejales de su partido, salió a defenderlo al escribir para El Ciudadano: “Un pastor evangelista protagonizando un movimiento mayoritariamente ateo, agnóstico o como le quieran llamar. Es arriesgado, lo sabemos”.

Los debates televisivos para llegar al Concejo lo mostraron transpirado y recitando de memoria la plataforma del partido. Incluso usó el tiempo televisivo para mostrar una fotografía del arma que usaron para matar a su hijo. El rendimiento en las urnas fue menor que en la elección que depositó a Monteverde, Caren Tepp y Pedro Salinas en el Palacio Vasallo.

Ya dentro del Concejo a Trasante le tocó un año incómodo. No por las definiciones ligadas al boleto, la TGI o los permisos de edificación. El movimiento de mujeres llevó desde principio de año el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) a cada rincón del país. La discusión atravesó a todos y todas. Y las definiciones también. El 30 de julio concejales y concejalas de todo el arco político firmaron una declaración a favor del aborto legal, seguro y gratuito en Rosario. Diputados y diputadas se sumaron y dejaron grabado el momento en una foto en la esquina del Concejo con los pañuelos verdes. Trasante no participó ni firmó. Tal vez porque el de los evangélicos es uno de los espacios que más resiste el proyecto de IVE y la Educación Sexual Integral (ESI) y mostrarse a favor hubiera significado el malestar de la congregación.

Sin lugar

“El patriarcado opera en todos los rincones de nuestra cultura y ninguna organización de ningún tipo está exenta de prácticas machistas que son la base para el desarrollo de las violencias. Lo que debería diferenciar a las organizaciones políticas es qué tipo de respuestas da cuando una situación aparece”, agregaron desde Ciudad Futura en el comunicado.

“Es importante reconocer las diferentes formas en que se expresa la violencia de género. Desmitificar un sentido común que impone el golpe o la violencia física como su única forma y poder así visualizar otras prácticas que nos atraviesan o ejercemos cotidianamente. Asumir que las prácticas machistas son una cuestión social y relacional, para poder reconocerlas, problematizarlas y transformarlas desde un hacer político y colectivo», citaron desde la agrupación su propio protocolo.

10