Organizaciones de pescadores y trabajadores independientes del sector serán recibidos hoy a las 10 en el recinto de sesiones del Concejo Municipal, ocasión en la que llevarán diez temas a abordar relacionados con las problemáticas que los afectan. El encuentro, al que asistirán también ediles de distintos bloques, es impulsado por Carlos Comi, de la Coalición Cívica-ARI, quien se involucró con la comunidad de la costa rosarina tras escuchar sus reclamos luego de la fuertes tormenta ocurrida en abril de este año, la cual destrozó embarcaciones, herramientas de pesca y algunas viviendas de la citada comunidad.
En diálogo con El Ciudadano, Julián Aguilar, titular de la Asociación Civil El Espinillo que agrupa a pescadores en su mayoría de la zona sur de la ciudad, explicó que llevarán una serie de temas para que sean consensuados junto con los concejales.
“Tenemos bastantes planteos, hace muchos años que venimos siendo desplazados cuando pareciera una contradicción ya que Rosario es para todos los argentinos la ciudad del río y además, si la gente quiere llevar un pescado de río lo lleva de acá y queremos que se tenga un visión más clara de nuestra forma de vida”, señaló el pescador.
Una de las problemáticas directamente relacionadas con la tarea del sector, de acuerdo a lo que indicó Aguilar, es que no tienen emplazamientos definidos y autorizados en las costas. La Asociación El Espinillo reúne, en su mayoría a trabajadores de la zona sur de la ciudad. De acuerdo a lo que puntualizó el referente, “tras la fuerte tormenta de abril pasado muchas de las familias de pescadores que están asentadas en Uriburu y el río quedaron sin agua ni luz, las calles están cerradas y están rodeados de basurales ilegales”. Además, se perdieron herramientas, como también motores, redes y embarcaciones enteras.
El apoyo del Concejo
Por su parte, Comi sostuvo que “es necesario conocer de su propia voz el reclamo de un sector que forma parte de la vida misma de la ciudad desde su fundación pero que pocas veces acceden a los lugares de decisión institucional”.
“Ha sido un año muy duro con una gran crecida que afectó duramente el sector y con tormentas que destruyeron buena parte de sus equipos, por lo cual es necesario una respuesta de parte del Estado a quienes generan con su trabajo parte de la riqueza de la ciudad y la región y constituyen además una postal absolutamente vinculada con la idiosincrasia de la ciudad”, agregó el edil.
Respecto de la reunión de hoy en el recinto, Comi dijo que “así como van los vecinos de cada barrio, los pescadores también son parte de la ciudad y los tienen presentes solamente en determinados momentos y se trata de un sector que sufre las problemáticas de cualquier otro, por eso nos pareció importante escucharlos y a partir de allí elaborar una guía de temas y tratar de darles una solución a sus reclamos”.
Acerca de El Espinillo
Actualmente, la Asociación El Espinillo cuenta con unos 60 socios plenos y activos, aunque Aguilar remarcó que “estamos ejerciendo la representación de muchos pescadores de la zona como en EL Mangrullo, donde hicimos cursos de capacitación e incluimos a chicos en el programa de trabajo independiente que involucraba el aprendizaje de tejido de redes y arreglo de motores. “Aunque todo eso fue hace unos años cuando estaba Susana Bartolomé a cargo de la Subsecretaría de Economía Solidaria quien también nos ayudó cuando hubo creciente. Para nosotros, la gestión de Bartolomé fue fundamenta para mejorar la calidad de vida de los pescadores, ella siempre atendió nuestros reclamos y esperamos que la hoy Secretaría de Economía Social nos apoye de la misma manera” remarcó Aguilar.
Pese a las vastas problemáticas que afectan a la comunidad de pescadores de la ciudad, el referente de El Espinillo enumeró una serie de actividades que vienen llevando a cabo los socios con sus familias como algunas que forman parte del programa Enseña y el de Agricultura de la Nación. “Pero si la Municipalidad no nos apoya, no podemos hacer grandes cosas”, se lamentó.
Los pescadores más jóvenes, además, presentaron proyectos en el programa provincial Ingenia a través del que tomarán cursos de reparación de motores, de arreglos de plásticos y redes, de embarcaciones y de Resucitación Cardio Pulmonar. “Porque si hay algo que la gente no sabe es que los pescadores somos los que asistimos en primera instancia a quienes se accidentan en el río, debido a que es, justamente, nuestro lugar de trabajo”, concluyó Aguilar.
Reciben 14 pesos por el kilo de boga y se vende a 100
La Secretaria de Agricultura, Ganadería y Recursos Naturales del Ministerio de la Producción de la provincia lleva a cabo relevamientos de pescadores comerciales en territorio santafesino. El mismo consiste en renovaciones de las licencias de pesca comercial y de los permisos de pesca de subsistencia; inscripción para nuevas solicitudes y asesoramiento a solicitantes de credenciales para acopio de pescado y venta minorista, pescaderías y comedores relacionados con el rubro.
El operativo de control y renovación comenzó el pasado 21 de septiembre en la zona norte de la provincia y culminará a fin de mes en la parte sur santafesina.
Cabe recordar que entre sus carencias, a nivel local los pescadores no cuentan con un puerto fiscalizador, por lo cual para poder vender sus productos a los frigoríficos deben trasladarse hasta San Lorenzo o Alvear en donde se encuentran los puntos más cercanos.
En este sentido, hace tres semanas el Concejo Municipal aprobó un proyecto de la concejala del Partido Progreso Social (PPS) Lorena Gimenez Belegni, que aún no ha sido implementado por el Ejecutivo y establece, con fuerza de ordenanza, la instalación de un puerto fiscalizador en la ciudad, teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores costeros con que cuenta Rosario.
“Lo más importante es cómo se fija el precio del pescado hoy, y a qué monto termina en el consumidor, mientras que al pescador le pagan muy poco”, señaló la concejala.
Al respecto, Julián Aguilar de la Asociación El Espinillo, dijo que al pescador que le vende a frigoríficos recibe menos de 6 pesos por el kilo de sábalo, mientras que terminan vendiéndolo entre 32 y 38 pesos. Otra situación similar se da con la boga, por la cual el productor primario recibe 20 pesos por kilo y termina a 60 pesos al público.
En tanto, otro punto importante que destacó Giménez es que el Puerto Fiscalizador entrega la certificación del Senasa para el transporte de mercadería. “Hoy tienen que viajar a San Lorenzo o Alvear, con el riesgo que los paren y le decomisen la mercadería”, concluyó la edila.