La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, concurrió a la comisión de Gobierno y expuso su iniciativa para modificar la ordenanza sobre fiestas clandestinas, la que tuvo despacho.
En la normativa se plantea considerar que hay fin de lucro cuando se den dos o más de los siguientes supuestos: periodicidad de los eventos, uso del inmueble sin la presencia de los propietarios o residentes fijos, denuncias vecinales, incumplimiento de normativas vigentes, uso desproporcionado del inmueble, publicidad y promoción del inmueble para eventos, alteración del tránsito y estacionamiento en la zona, presencia de personal contratado para eventos y uso de estructuras o equipamiento ajeno a una vivienda común.
Igualmente se establece la difusión musical, como una característica de las fiestas clandestinas.
Se establecen multas de entre 2.300 y 4.600 UF (unidades fijas), equivalente a un litro de nafta súper, por lo que son de entre 3 y 6 millones de pesos, para el dueño de la casa y para el productor u organizador del evento.
Indicó la titular del cuerpo que es una modificación de la ordenanza que se votara en la pandemia cuando especialmente se hacían fiestas clandestinas en la zona noroeste y con el objetivo que la Municipalidad tuviera herramientas para controlar y sancionar.
Precisó que actualmente hay denuncias de vecinos, especialmente en zona norte y noroeste –indicó entre otros Hostal del Sol, San Eduardo y Alberdi-, respecto a fiestas que se hacen en grandes casas ociosas que aparecen en plataformas de redes sociales –Instagram- para alquileres temporarios. Marcó que se ofrecen para despedidas de solteros, fundamentalmente para turistas. Resaltó que tal situación “ha quedado como en un gris donde los vecinos sólo pueden hacer denuncias por ruidos molestos”. Y acotó como ejemplo que son fiestas que pueden empezar a la una de la tarde de un sábado y terminar a la misma hora del domingo, o a las 6 de la tarde.
Enumeró la concejala Schmuck los problemas que padecen los vecinos tales como 40 ó 50 autos estacionados, música en el patio, para indicar que “buscamos la forma para que nosotros como municipio pudiéramos controlar” y aclaró que no es necesariamente una fiesta aunque utilicemos la ordenanza de fiestas clandestinas, porque pueden estar todo el fin de semana con música en el patio, y no hay baile, lo que no nos interesa, lo mismo que si venden o no alcohol.
Asimismo hizo referencia a la competencia desleal con los salones de fiesta habilitados y el reclamo en tal sentido de la entidad que los representa, y mencionó que hoy con la ordenanza de nocturnidad, por ejemplo, a todos se les pide insonorización y normas de seguridad.
Aclaró especialmente la presidenta del Concejo que no es que para hacer una fiesta en tu casa algunas veces al año, por cumpleaños, se van a tener que pedir permiso.
Tras intervenciones de la titular de la comisión, Julia Irigoitia, del bloque Justicialista; Jesica Pellegrini, de Ciudad Futura; Fabrizio Fiatti y Nadia Amalevi, de Arriba Rosario, y Agapito Blanco, de Juntos por el Cambio, se acordó la realización de algunas modificaciones y se otorgó el correspondiente despacho.