Siguen las amenazas a los empleados de la planta de Cargill. Claudio Campos trabaja en Punta Alvear y contó a El Ciudadano que tanto los jefes de turno como los gerentes “aprietan” a los operarios en sus oficinas para que acepten el retiro voluntario.
Claudio fue uno de los 40 despedidos a quienes les llegó el telegrama –sin causa alguna– a su domicilio la semana pasada y fue reincorporado. “Nos siguen apretando y discriminando. Germán Castagnani, uno de los gerentes de la planta, nos llama a su oficina para que aceptemos los retiros voluntarios. Nos dice que ya estamos despedidos, y que no hay solución”, denunció.
Campos trabaja en el área de descarga de camiones de la multinacional desde hace cinco años y contó que cerca de 30 empleados fueron “amenazados” para que tomen el retiro voluntario.
“No lo vamos a aceptar. Le pregunté al gerente si se atrasaba el trabajo en mi área y me respondió que no, al contrario, que era el turno que más descargaba. Entonces le respondí que los despidos eran un capricho. Y no me contestó”, relató el operario.
Y agregó: “A uno de los empleados de vigilancia que trabaja desde hace seis años en la empresa y controla las entradas y salidas del lugar, le borraron el nombre de usuario del sistema”.
Claudio sostuvo que todos los compañeros de la planta están unidos y confían en el Sindicato de Aceiteros: “Siempre nos apoyó y defendió”, sostiene.
En la planta de Punta Alvear se exportan granos. También se procesa cebada, que se transforma en malta, que se exporta a países limítrofes y se vende también al norte de Santa Fe. En Villa Gobernador Gálvez, se realiza el proceso de aceite de soja, otro producto de exportación.
La voz desde el gremio
“Lo que hace la empresa es tratar de sumar retiros voluntarios, es parte de su estrategia. Los trabajadores están muy preocupados. Por ahora hay un impasse porque están en sus puestos de trabajo, están unidos y tienen confianza en la gestión del gremio”, expresó Sergio Díaz, secretario de Prensa del gremio de Aceiteros.
Díaz contó que la conciliación obligatoria por los despidos de Cargill en la planta de Villa Gobernador Gálvez, Punta Alvear y Bahía Blanca, dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, vence el próximo 23 de febrero.
“El miércoles 7, a las 14, tenemos una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Ahí veremos qué posición toma la empresa. Y al día siguiente tenemos otra en la cartera laboral provincial”, especificó el dirigente gremial.
Y concluyó: “La multinacional quiere pelear en el Ministerio de Trabajo de la Nación, sabemos que las negociaciones van a ser duras y cerradas pero le vamos a dar batalla hasta el final”.
Acatar o no acatar es la cuestión
Luego de una audiencia que se realizó el miércoles último entre representantes de la patronal de la multinacional Cargill y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (Soear), el Ministerio de Trabajo de la provincia, de Ovidio Lagos y San Lorenzo, había dictado la conciliación obligatoria obligando a la firma a reincorporar a los 40 trabajadores despedidos –que días antes no habían adherido al ofrecimiento de retiro voluntario– pero la empresa, que firmó el acta, incumplió la medida y no los dejó entrar a sus puestos laborales.
Finalmente se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde se dictó la conciliación obligatoria por 15 días a los cesanteados en las plantas de Villa Gobernador Gálvez, Punta Alvear y Bahía Blanca. La empresa acató la medida y permitió el ingreso de los trabajadores en el último turno.
Aunque los términos de la conciliación vencen dentro de 15 días, las partes volverán a reunirse esta semana en dos audiencias: la primera tendrá lugar el miércoles en la cartera que conduce Jorge Triaca.