La Justicia provincial condenó al Sanatorio de la Mujer, a un cardiólogo y a un pediatra a pagar 3 millones de pesos –entre capital e intereses– a los padres de una bebé que murió en 2005, con sólo 24 días de vida, “por problemas cardíacos que habrían sido minimizados” por los profesionales que atendieron a la pequeña, según consta en la resolución firmada por la magistrada a cargo del Juzgado Civil y Comercial de la 18ª Nominación, Susana Gueiler. Los tres imputados apelaron el fallo.
Según el fallo, se concluyó que “no se tomaron los recaudos necesarios ni se dio la importancia suficiente al antecedente de malformación que portaba”, ya que la bebé había nacido con problemas cardíacos congénitos que no fueron detectados, ni por el pediatra ni por el cardiólogo.
Tras el parto, la mamá acudió al sanatorio porque notaba síntomas negativos en la salud de su hija. Sin embargo, los médicos no resolvieron internarla.
Una decisión fatal
Con el transcurso de los días las dificultades de la pequeña eran más notorias, lo que motivó a que la madre la llevara nuevamente al sanatorio, ubicado en San Luis y Pueyrredón. Tenía 10 días y, en esa ocasión, los mismos profesionales que negaron su internación anteriormente consideraron que el riesgo era tan alto por su delicado estado de salud que no podía ser sometida a una intervención quirúrgica que tal vez a tiempo le habría salvado la vida.
Tras el fallecimiento de la beba, los padres realizaron de inmediato una presentación judicial. La magistrada ordenó una pericia médica que concluyó que “con la pérdida de tiempo le quitaron a la beba todas y cada una de las posibilidades de recuperar su salud y con ella su vida. En el sanatorio no debieron externarla sin haberla estudiado”.
Después de ser notificados del fallo en primera instancia, los tres actores condenados apelaron la resolución.