Con un helado de chocolate y frutilla un hombre de 60 años intentó envenenar a su hija, y ahora deberá purgar una pena de 14 años de prisión. El hecho tuvo lugar hace dos años en la localidad de Totoras, cuando el acusado fue a la casa de su ex pareja y le entregó a la pequeña –por ese entonces de siete años– un helado. Al ver que la niña estaba con amigas, el hombre le aclaró que era sólo para ella, pero la nena decidió compartirlo. A los pocos minutos todas sufrieron descomposturas y terminaron internadas. La más perjudicada fue la pequeña que recibió el dulce, ya que la intoxicación le comprometió el páncreas y los riñones. El Juzgado de Sentencia de la 7ª Nominación consideró probado que el acusado tuvo la intención de matar a su hija, lo que se evitó por el accionar de terceros. Además, el juez entendió que el acusado actuó con dolo eventual respecto de las otras víctimas, ya que vio cuando las niñas compartían el helado y optó por retirarse del lugar. El magistrado condenó al acusado por los delitos de tentativa de homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves en tres oportunidades. La pena impuesta fue unificada con una condena anterior a tres años de cárcel que pesaba sobre el acusado.
La tarde del 14 de diciembre de 2010, Jorge Antonio Herrera, por ese entonces de 58 años, se presentó en la casa de su ex pareja con un helado de chocolate y frutilla para regalarle a su hija de 7 años. La pequeña se encontraba en ese momento con otras niñas, de 5 y 8 años, y una adolescente de 17. Su papá le entregó el dulce y le aclaró que sólo era para ella. Pero la nena –en su presencia– decidió compartirlo con las otras niñas. Su padre observó la escena y se retiró. A los pocos minutos, las nenas comenzaron a sentirse sofocadas, mareadas y empezaron a vomitar. En seguida, sus familiares llamaron a una ambulancia que trasladó a las chicas al hospital, donde fueron internadas con un grado de intoxicación avanzado, por lo que debieron intubarlas y realizarles un lavaje de estómago. La peor parte se la llevó la hija del imputado, quien tuvo riesgo de vida, ya que la intoxicación le afectó el páncreas y los riñones.
De acuerdo con la investigación, el acusado fue detenido y en su descargo argumentó que antes de llevarle el helado a su hija había pasado por la casa de su primera mujer, quien estaba tirando insecticida para las moscas. Sin embargo, esta versión fue desestimada por el magistrado ante las pruebas de juicio. Es que, incluso, la mujer a la que alude Herrera sostuvo que el imputado no había entrado a su casa esa tarde.
Además, otros testimonios hicieron referencia a las reiteradas amenazas que Herrera realizaba a su ex mujer, María, quien sostuvo que antes de que su hija naciera el imputado se volvió malo y agresivo, por lo que decidió terminar la relación. La mujer agregó que su ex marido amenazaba continuamente con matarlas. “Se van a morir envenenados y ni cuenta se van a dar”, le atribuyen haber dicho al hombre unos días antes, refiere el fallo.
Del allanamiento a la casa de Herrera surgió que el hombre tenía distintos agroquímicos, entre ellos un insecticida catalogado “veneno clase A”, extremadamente tóxico que, según las pericias, fue el mismo que se halló en la remera que una de las nenas tenía puesta al momento del hecho. Las dos amiguitas de la hija de Herrera y la adolescente recibieron el alta rápidamente. Sin embargo, la nena de 7 años fue la más perjudicada, ya que tuvo compromiso vital, debió ser intubada, la intoxicación por órganos fosforados le afectó el páncreas y los riñones y, según el testimonio de su madre, sufrió tres paros cardíacos camino al hospital.
El magistrado José Luis Mascali, titular del Juzgado de Sentencia de la 7ª Nominación, consideró probado que el acusado tuvo la intención de matar a su hija y no le importó que la pequeña, en su presencia, compartiera el obsequio con las otras tres nenas, aunque no logró su cometido gracias a la rápida intervención de familiares y del personal médico. A su vez, tuvo en cuenta las diversas amenazas anteriores que el hombre dispensó contra su familia y condenó al acusado a la pena de 14 años de prisión por los delitos de “tentativa de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el uso de veneno u otro procedimiento insidioso contra su hija; y lesiones leves respecto de las otras tres víctimas”.