La pena recayó en un hombre que fue identificado por sus iniciales son J.A.R. para preservar la identidad de las víctimas, y estuvo a cargo del tribunal integrado por Juan Gabriel Peralta, Javier Bottero y Cristina Fortunato, todos de la ciudad de Tostado.
En tanto, la fiscal Shirli Tomasso, quien investigó el caso en representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA), indicó que “el condenado vulneró la integridad sexual de dos de sus hijas desde que ellas transitaban el jardín de infantes, hasta sus primeros años de la escuela secundaria”.
En ese sentido, la funcionaria judicial sostuvo que “la gran frecuencia con la que el hombre llevó a cabo su accionar delictivo, provocó que las víctimas naturalizaran las agresiones”.
Además, dijo que, “por lo menos en una oportunidad, el hombre abusó sexualmente de otra de sus hijas mientras ella cursaba la primaria”.
Según destacó la fiscal, “todos los ilícitos fueron perpetrados en diferentes viviendas rurales en las que residió el grupo familiar”.
“Los delitos fueron cometidos en un contexto de violencia familiar”, dijo Tomasso y mencionó que, en junio de 2019, dos hijas del condenado lo denunciaron en una comisaría por maltrato físico y psicológico, y en ese momento «relataron los abusos a los que eran sometidas desde pequeñas”.
Una vez iniciado el proceso judicial, J.A.R. aceptó su responsabilidad como autor de los delitos de «abuso sexual con acceso carnal agravado (por la guarda); abuso sexual mediante actos análogos al acceso carnal agravado, abuso sexual agravado y promoción a la corrupción de menores agravada, en todos los casos por el vínculo».
Por ello, el MPA remarcó que no brinda la identidad del hombre porque una de las víctimas es su hija biológica y comparten el apellido, en tanto “las otras dos personas abusadas son hijas biológicas de la pareja”, aunque «las reconoció legalmente como hijas suyas”.