Por Luciana Mangó
Olga viaja todos los días desde San Lorenzo a Rosario por trabajo. En junio de 2014 compró un auto de alta gama para hacer el recorrido más rápido y cómodo. Cuatro meses después escuchó un ruido en la parte delantera. Consultó cinco veces con el servicio técnico y nunca pudieron solucionarlo ni dar con la causa del desperfecto. Olga sintió miedo de volver a la ruta y pidió a la concesionaria Giorgi Automotores S.A. que le devolviesen el dinero. Dos años después y ante la falta de respuestas, inició acciones judiciales por daños y perjuicios. La jueza de Primera Instancia Civil y Comercial de Distrito de la 5ta Nominación de Rosario, Lucrecia Mentello, atendió el reclamo basado en la Ley de Defensa del Consumidor y resolvió que la concesionaria y la fabricante del Ford Focus paguen a la mujer una suma de dinero equivalente al valor del auto junto con 15 mil pesos más intereses por daño moral. Las empresas apelaron el fallo y la Cámara deberá resolver.
Ruido molesto
“Las personas no denuncian porque no saben o no se animan. Queremos que el fallo sea ejemplar para que las empresas se den cuenta que no puedan jugar con la gente”, dijo Juan Martín Campodónico, abogado de la mujer, quien trabajó en colaboración con Ignacio Ciribé.
Olga fue cinco veces al servicio técnico donde le hicieron una revisión completa. Constataron que había un ruido en la parte delantera del auto, pero no encontraron la causa. Le calibraron los neumáticos, reemplazaron los amortiguadores delanteros, cambiaron el aceite y el filtro, la caja de dirección y acomodaron los resortes. El ruido seguía.
La mujer estaba preocupada. Dejó de usar el auto porque tenía miedo que el desperfecto se agravara y fuera peligroso andar por la ruta.
Desde la concesionaria no respondieron ni a las intimaciones ni a la mediación y Olga inició acciones legales. Hace tres años que Olga no puede usar el auto. Lo guardó en un galpón y coordinó con sus hijos los viajes a Rosario.
Responsables
La concesionaria reconoció que la mujer compró el auto y lo llevó al servicio técnico, pero negó la responsabilidad sobre el desperfecto. Argumentó que no tienen la obligación de controlar cada una de las unidades que ingresan y que la garantía atendió todos los reclamos.
Desde Giorgi Automotores dijeron que no era necesario reemplazar el vehículo porque los inconvenientes que tenía no afectaban el uso ni la seguridad. También señalaron que el ruido es característico del auto.
La fabricante Ford Argentina explicó que el ruido provenía del terreno sobre el que circulaba el auto y que una vez que los técnicos reemplazaron las piezas defectuosas no era necesario cambiar la unidad.
Resolución
La jueza Lucrecia Mentello acreditó la existencia del desperfecto y el incumplimiento de la garantía legal. Tuvo en cuenta el informe del ingeniero que peritó el auto donde hablaba de un ruido anormal proveniente de la parte delantera en calle empedrada y a baja velocidad. Al igual que los especialistas del servicio técnico, no logró determinar el origen del desperfecto ni los riesgos que podía implicar para el auto.
Mentello señaló que la garantía legal no se cumplió porque la reparación no fue satisfactoria. “El auto tuvo defectos de fabricación que se mantuvieron a pesar de los servicios técnicos realizados en los talleres de la concesionaria”, expresó en el fallo.
Basándose en la Ley de Defensa al Consumidor, que establece que la concesionaria y la fábrica son solidariamente responsables, la jueza resolvió que Olga devolverá el auto y las firmas le abonarán el valor del vehículo cotizado al momento de la demanda que se inició en abril de 2016 teniendo en cuenta el kilometraje recorrido. También deberán pagar 15 mil pesos más intereses por el daño moral ocasionado debido al incumplimiento y la incertidumbre generada “por conducir diariamente un vehículo cuya seguridad no se encuentra garantizada por desconocerse la causa del defecto invocado”. Los abogados de Giorgi Automotores y de Ford Argentina apelaron la sentencia que será elevada a Cámara.
Otro reclamo
El abogado dijo que a partir del caso de Olga, otro usuario demandó a una concesionaria y logró un acuerdo favorable. El hombre había tenido un inconveniente con la caja de cambio de una camioneta que había comprado recientemente. Consultó reiteradas veces al servicio técnico y no le resolvieron el problema. Intimó a la firma y acordaron el cambio de vehículo sin necesidad de llegar a una instancia judicial. “Es importante que las personas se asesoren y hagan los reclamos”, concluyó Campodónico.