Dos policías de la Unidad Regional V, que integraban una banda que actuaba en el norte y oeste de Santa Fe y también al este de la provincia de Córdoba, fueron condenados a siete años de prisión por un asalto cometido a fines de mayo de 2009 en una vivienda de la ciudad de Tostado, donde bajo amenazas redujeron a una familia para llevarse dinero en efectivo, joyas y alhajas. La misma pena recibieron tres cómplices, mientras que sigue la búsqueda de al menos dos integrantes más del grupo.
El fallo fue dictado por el juez de sentencia de San Cristóbal, Fernando Gentile, en el marco de la causa que se inició el 28 de mayo del año 2009, cuando un grupo de al menos cinco personas armadas ingresó con fines de robo a la vivienda de la pareja de ancianos integrada por Roberto Mantovani, de 72 años, y Guillermina Grazzolo, de 67.
Según fuentes policiales, al menos tres personas armadas ingresaron en la vivienda y redujeron a una pareja de ancianos, mientras que otras dos se quedaron en uno o dos vehículos en los alrededores. El hecho fue visto por un vecino, quien llamó a la Policía y unos minutos después dos patrulleros llegaron al lugar, y constataron que en el interior de la casa había tres hombres armados y que los dueños de la casa estaban maniatados. También estaba atado a una silla el hijo de las víctimas, quien había recibido un culatazo en la cabeza.
Voceros del caso indicaron que los ladrones se dieron a la fuga, aunque uno de ellos, de 39 años, fue arrestado a las pocas cuadras, tras una breve persecución. Los dos restantes lograron darse a la fuga con alrededor de 14 mil pesos, 2 mil dólares y un estuche que contenía alhajas de oro y plata, abundaron las fuentes.
Las dos víctimas fueron atendidas en primer término por personal de un servicio de emergencia privado y luego derivadas a un sanatorio de Tostado, donde recibieron atención médica y luego fueron dados de alta, al igual que el hijo de ambos.
El detenido fue trasladado a la Unidad Regional XII, donde se constató que sería integrante de una banda oriunda de la provincia de Córdoba “con frondoso prontuario policial”, refirieron en su momento los voceros.
El juez a cargo del caso, Manuel Games, tras escuchar el relato del arrestado (oriundo de la provincia de Córdoba), ordenó la aprehensión de dos uniformados que por ese entonces prestaban servicio en la Unidad Regional V. En la vivienda de uno de ellos, ubicada en la ciudad de Sunchales, fueron secuestrados un handy, algunos elementos que se presume eran robados y un Renault Scenic. También fueron arrestadas otras dos personas, quienes llegaron al juicio tras las rejas, mientras que dos muchachos son buscados desde entonces.
Voceros judiciales indicaron que, anteayer, el titular del Juzgado de Sentencia de San Cristóbal, Fernando Gentile, dictaminó una condena de 7 años de prisión para los policías Miguel Ángel García, de 40 años, y Daniel Ginés Simón, de 38, como coautores del hecho. Mientras que el primero de los detenidos en su momento, identificado como Alejandro Benito Arizmendi, de 40, recibió la misma pena tras ser hallado culpable de robo agravado por empleo de arma de fuego y privación ilegítima de la libertad agravada.
Los otros dos acusados, Miguel Ángel Ylliara, de 40 años, y su primo Juan Ramón Ylliara, de 46, fueron condenados también a siete años de prisión como partícipes necesarios de esos mismos delitos, mientras que sigue la búsqueda de al menos dos jóvenes, oriundos de la provincia de Córdoba. Los policías condenados están detenidos en la alcaidía de la Unidad Regional XII, con asiento en el departamento 9 de Julio.