La Justicia condenó este jueves a un ex agente de la Brigada de Drogas de Santa Fe por haber escondido en su casa de Laguna Paiva más de medio kilo de cocaína. Se trata del entonces ex oficial Carlos Ariel Rodrigo, de 42 años, detenido desde 2021 por haber enviado a la Fiscalía Federal N°2 una denuncia anónima con información falsa para favorecer a narcos de la región.
El juez José María Escobar Cello condenó al ex policía a seis años de prisión efectiva como autor de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravado por su calidad de funcionario público, ante el hallazgo de un bloque de cocaína con 667 gramos en su domicilio de calle Catamarca al 800 de Laguna Paiva. Fue a través de un juicio abreviado entre la defensa y el fiscal auxiliar ante el Tribunal Oral Federal, Nicolás Sacco.
Además fue declarado culpable de encubrimiento por favorecimiento personal, agravado por su calidad de funcionario público; atentado contra la autoridad (impedimento o estorbo de un acto funcional); incumplimiento de los deberes de funcionario público, en concurso ideal entre sí, por el envío del mail que tuvo por objetivo entorpecer la labor de la Justicia. También fue inhabilitado para ocupar cualquier cargo en el ámbito estatal durante el tiempo que dure la condena.
El caso
La Fiscalía había recibido una denuncia anónima el 10 de junio de 2021 desde un remitente identificado como ccaramelito3@gmail.com que luego fue cerrado. En el mail denunciaban a integrantes de la Justicia federal de Santa Fe y también a ex agentes del área de drogas del departamento La Capital por encubrir y lucrar con narcos locales. Según la acusación, uno de los supuestos beneficiados eran Melgarejo y Casco, buscados por el fiscal Rodríguez tras la descarga de estupefacientes desde una avioneta, con precedencia de Paraguay, que se estrelló en febrero de 2020 en un campo del departamento San Justo. Desde la Fiscalía intentaron contactarse con quien envió el correo, pero nunca hubo respuestas. La investigación fue delegada al Departamento Técnico del Narcotráfico de la Policía Federal Argentina (PFA), con sede en Buenos Aires, que luego de tres meses estableció que el correo provenía de la casa del oficial Rodrigo, en Laguna Paiva, a 40 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
Los investigadores allanaron el domicilio el 25 de noviembre. Detuvieron a Rodrigo y secuestraron la computadora desde donde se envió el correo, tres celulares que estaban poder del agente policial, balanzas de precisión, $132.500, 1.700 dólares estadounidenses y un trozo compacto de cocaína envuelto en papel amarillo que pesó 667 gramos.
Rodrigo confesó haber enviado el correo pero aseguró que lo hizo por pedido del entonces jefe de la Brigada de Drogas, Cristian «Paco» Díaz. “Ese día a la noche me llama por teléfono y me pregunta si estaba en mi casa, en Laguna Paiva, los dos somos de la misma localidad, a lo que yo le respondo que sí, y me dijo que ya venía para mi casa. Bueno, más o menos a la media hora llega a mi casa, yo lo hago pasar y me entrega la denuncia, el papel de la denuncia escrito en computadora y en lapicera el correo electrónico del Juzgado. Ahí me dijo que necesitaba que le haga un correo, y mande eso, y que después lo elimine”, explicó.
En relación con la posesión de cocaína no brindó detalles y señaló que una persona le había pedido que se la “guardara” pero no podía identificarla por “temor a sufrir represalias”. Por la causa, el entonces juez subrogangte Marcelo Bailaque procesó con prisión preventiva a Rodrigo, el 16 de diciembre de 2021 y le trabó un embargo de 400 mil pesos sobre sus bienes. Cuatro meses después, el fiscal Walter Rodríguez dio por clausurada la investigación y dispuso que el expediente sea girado al Tribunal Oral Federal de Santa Fe.
Por la falsa denuncia anónima también fue detenido y condenado a tres años de prisión el ex jefe del oficial Rodríguez, quien estuvo a cargo de la Brigada Departamental de drogas de La Capital, Cristian “Paco” Díaz, y el cual participó de la trama del envío del correo con la falsa denuncia.
Fue condenado por los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal, agravado por ser funcionario público y atentado contra la autoridad -impedimento o estorbo de un acto funcional-, incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal. A diferencia de Rodrigo, el ex agente debió pagar una multa de 200 mil pesos. Además de una inhabilitación absoluta y perpetua para ocupar cargos en algún área del Estado.