La Justicia condenó ayer a José Ignacio Salmo, un ex policía bonaerense, a seis años y medio de prisión por balear y dejar paralítica en 2001 a Carla Lacorte, quien quedó en medio de un tiroteo en pleno centro de Quilmes. La balacera ocurrió el 1º de junio de ese año, cuando cuatro hombres asaltaron un local de McDonald’s y al escapar se enfrentaron a los tiros con tres policías. En ese momento, la muchacha bajó de un colectivo en el que regresaba de la Facultad de Veterinaria a su casa y cuando caminaba por avenida Mitre fue alcanzada por un balazo que le dañó la médula.
La pena fue dictada por el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes, el cual realizó un juicio para definir la cantidad de años que le corresponde purgar al ex integrante de la Bonaerense. Tras el dictamen, los jueces ordenaron la inmediata detención de Salmo, quien estuvo en libertad mientras duró el proceso en el que estaba condenado por lesiones gravísimas.
Luego de conocer el fallo, Lacorte, de 36 años, expresó que sus sentimientos son ambiguos, ya que por un lado siente que “la lucha valió” y por el otro consideró “lamentable” que los jueces tomaran como atenuante las disculpas que pidió el ex uniformado. “Si no hubiera peleado estos nueve años no hubiera podido revertir el fallo, pero lo que lamento es que los jueces bajaron la pena porque el último día Salmo mostró unas lágrimas, pero para mí nunca se arrepintió”, aseguró la mujer.
Además, la víctima se quejó de que los magistrados Mónica Rodríguez, Gustavo Farina y Juan Mata “no tuvieron en cuenta el agravante del uso de armas de fuego”, aunque valoró que la jueza votó en disidencia y quería una condena de ocho años para el ex policía.
“Yo no tengo que perdonar nada, a mí Salmo me dejó en esta silla de ruedas. Cambió mi vida por completo”, sentenció Lacorte. Durante los alegatos, los abogados de la mujer, Luis Bonomi y María Bassi, habían pedido que el ex efectivo de la Bonaerense fuera condenado a 13 años de prisión, el fiscal Ricardo Samprón a ocho y la defensa del ex policía su absolución.
Finalmente, el tribunal lo condenó a seis años y medio por mayoría y los abogados de Lacorte adelantaron que apelarán la resolución.
La última jornada del juicio comenzó pasadas las 8 de ayer en el edificio judicial de Quilmes, donde Lacorte estuvo acompañada por su familia y varios organismos de derechos humanos. Por su parte, Carlos Musante, esposo de la víctima, se mostró satisfecho de haber sentado un precedente, pero expresó su preocupación por el hecho de que “los jueces hayan creído en el arrepentimiento de Salmo”.
El episodio que dejó a la entonces estudiante de veterinaria en una silla de ruedas ocurrió el 1º de junio de 2001, cuando cuatro hombres asaltaron un local de McDonald’s en pleno centro de Quilmes.
En su huída, los ladrones fueron interceptados por tres policías que estaban cargando combustible en una estación de servicio lindera, lo que generó un enfrentamiento. Fue en esa instancia, en que Lacorte bajó del colectivo en el que regresaba de la facultad a su casa y cuando caminaba por avenida Mitre, fue alcanzada por un proyectil que le dañó la médula y le pasó a medio centímetro del corazón.
Tras el hecho, el fiscal determinó que el disparo que hirió a la mujer provino del arma de Salmo, quien al momento de intervenir estaba acompañado por el inspector Jorge Pagano y el ayudante Maximiliano Ferraris.
La causa del ex uniformado, donde se lo acusa de provocar lesiones gravísimas a Lacorte, tuvo varias instancias. La primera fue el 10 de noviembre de 2004 cuando el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Quilmes absolvió al ex policía y condenó a los asaltantes, al basarse en los dichos de peritos que entendieron que la joven había sido herida por un rebote de bala.
Luego, en junio de 2008, lo abogados de la mujer presentaron una apelación y el Tribunal de Casación condenó a Salmo como autor del delito de lesiones gravísimas y dispuso el envío de la causa “a jueces hábiles a fin de que establezcan la medida de la pena”.