Javier Makhat fue el jefe del área de Inteligencia de la entonces Policía de Investigaciones (PDI) y reconoció en un procedimiento abreviado pertenecer a una banda encabezada por Esteban Lindor Alvarado. Lo detuvieron en noviembre de 2019, tras un allanamiento a un departamento en Condominios del Alto donde los investigadores se encontraron con la sorpresa de que en la propiedad, vinculada a Alvarado, vivía el uniformado. Este viernes, tras el acuerdo presentado por la Fiscalía y la defensa, el juez José Luis Suárez condenó al ex jefe policial a cumplir 3 años de prisión como miembro de una asociación ilícita, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Además deberá pagar 50 millones de pesos en concepto de multa para lo que remataran bienes inmuebles, los cuales reconoció que tenían una procedencia ilícita. Tras la condena, el uniformado recuperó la libertad en forma anticipada.
Para los fiscales de Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, Javier Makhat es un miembro de la organización criminal que comanda Esteban Alvarado dedicada a gran cantidad delitos que van desde homicidios hasta lavado de activos. Makhat estaba detenido desde noviembre de 2019 tras ser imputado por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Alvarado, sindicado como el jefe de la banda, cumplió una condena en la provincia de Buenos Aires por robo de autos de alta gama en el conurbano bonaerense que se desarmaban en la ciudad y se conocían como Los Rosarinos e irá a juicio como líder de un organización narco que envió 500 kilos de marihuana al sur del país en el fuero federal. También cumple prisión preventiva como instigador del crimen de Lucio Maldonado y como jefe de una asociación ilícita, y está acusado de ser el autor intelectual de balaceras a inmuebles del Poder Judicial santafesino. Según investigadores judiciales, desde un lustro mantiene un enfrentamiento con el otro clan poderoso, Los Monos, liderado por la familia Cantero.
En ese marco, esta causa surgió en marco de la investigación por el secuestro y ejecución del prestamista Lucio Maldonado ocurrido en noviembre de 2018 que derivó en la acusación a Alvarado como instigador.
Entre las medidas que solicitaron los fiscales allanaron una quinta que estaba a nombre de los hijos de Alvarado en la localidad de Piñero donde secuestraron documentación entre ella recibos, impuestos y servicios de propiedades. Esta información llevó a los pesquisas a un allanamiento que hicieron el 21 de noviembre de 2019 en un departamento en Condominios del Alto ubicado en Bulevar Argentino 180.
Pero la sorpresa llegó cuando los investigadores descubrieron que allí vivía el comisario de la PDI Makhat y en dos cocheras encontraron un auto de la Policía de Investigaciones y una camioneta de la fuerza provincial. El uniformado dijo que lo había comprado con los ingresos que tenían con su pareja. Si bien en esa oportunidad no fue detenido con el correr de la investigación cayó en desgracia y fue arrestado unos días después.
Para los fiscales, Makhat permitió «la utilización de su nombre y el de su pareja para la circulación de bienes de la asociación ilícita, ocultando los verdaderos dueños de esas propiedades y permitiendo el usufructo de ellas por parte de los miembros de la organización y de su jefe», se resaltó en la causa.
Respecto al departamento y las dos cocheras del condominio, la acusación le achacó el delito de lavado de activos tendiente a ocultar el origen ilícito de los bienes con el fin de brindarle apariencia de lícito a través de múltiples transferencias.
Según refirieron Edery y Schiappa Pietra, en marzo de 2009 dos hermanos vendieron el 50 por ciento de la propiedad a otra persona con el mismo apellido; luego este hombre cedió el ciento por ciento de este bien a Damiana G., quien al momento la adquisición estaba declarada fallida.
En febrero de 2014, esta mujer le vendió a Liliana Z., suegra de Luciano P., y 6 meses más tarde se lo cedió a la pareja de Makhat. Dicha operación significó la transferencia del dominio de bienes en un lapso menor a 4 dos años y que luego fueran usufructuados por miembros de la asociación ilícita.
El nombre del comisario ya había sonado en otra investigación. En el juicio a la banda de Los Monos, el policía Gustavo «Gula» Pereyra había hecho una mención a Makhat. Según un mail que el 13 de abril de 2013 le mandó a su entonces superior Andrés Ferraro, decía: “Andrés, haciendo averiguaciones me entero que en la Dirección está el oficial Macat (sic). De muy buena fuente me dijeron que es un soldadito de Esteban Alvarado”.
Pereyra contó que Alvarado había donado tres lotes ubicados en Roldán a Makhat, al comisario Gonzalo “Chino” Paz –ex jefe de Drogas y luego jefe de la Unidad Regional de San Lorenzo- y a Cristian “Chamuyo” Di Franco.
Asociación ilícita
Para los fiscales, Makhat era parte de una asociación ilícita encabeza por Alvarado desde el 16 de junio de 2012 hasta el 19 de octubre de 2019. En la que Jorge Benegas cumplió el rol de organizador. Cercano a estas dos figuras los fiscales ubicaron al abogado Claudio Tavella, el cual firmó un acuerdo abreviado a tres años en noviembre pasado.
Según la teoría, el resto de los integrantes formaban tres grupos diferenciados que hacían a la organización y funcionamiento operativo de la banda.
El primero de los estamentos estaba compuestos por personas que realizaban tareas operativas y logísticas para cometer distintos delitos. El segundo grupo era integrado por personas que se dedicaban a administrar, organizar y gestionar el funcionamiento de un entramado de empresas comerciales y unipersonales que le permitían la colocación de los bienes obtenidos a partir de hechos ilícitos, disimularlos y ocultarlos tras el amparo que brindaban las estructuras societarias, a los efectos del provecho de los mismos y su utilización en la comisión de nuevos hechos delictivos.
El último estamento estaba integrado por funcionarios policiales, se ocupaban de realizar aportes que brindaron un permiso estatal ilegal, impunidad y ejercían influencias en distintas formas, también desviaban investigaciones judiciales y aportaban información reservada a la banda.
A través de ellos se pusieron a disposición del grupo delictivo recursos materiales y humanos que se encontraban bajo la responsabilidad que tenían funcionarios policiales. En estos últimos dos estamentos los fiscales ubicaron a Makhat.
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Enriquecimiento ilícito
Otro de los delitos que reconoció fue el enriquecimiento ilícito de su patrimonio entre el 24 de febrero de 2010 y el 31 de diciembre de 2018 que llegó a poco más de 23 millones de pesos y, según los fiscales, no pudo justificar.
Dijeron que se verificó la adquisición de activos que fueron a su nombre o de su pareja cuando no tenían capacidad económica para hacerlo. Se trata de los inmuebles ubicados en Miramar 6171 de Funes, la Unidad Funcional U320 de Av. Central Argentino 180 P2 D03 de Condominio del Alto, junto con la unidad principal U72, U220 y cochera doble N° 23 con baulera 14 de la misma dirección por la suma de 800 mil pesos.
Este viernes los fiscales y el defensor Germán Mahieu presentaron un acuerdo abreviado donde propusieron condenar a Javier Makhat a 3 años de prisión efectiva, inhabilitación especial perpetua y una multa de 50 millones de pesos que acordaron será afrontada con la liquidación de los inmuebles (departamento y cocheras) de avenida Central Argentino 180 y el inmueble de Funes. Estos bienes serán rematados.
Tras es consentimiento del comisario y la conformidad de la pareja de Makhat, a cuyo nombre estaban los bienes a liquidar, el juez Suárez resolvió condenar al policía a la pena acordada y le otorgó la libertad anticipada.
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