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Condenan a primo de Pimpi por un homicidio en Las Flores

Su nombre está vinculado con el narcotráfico y una violenta fuga de Alcaidía, pero fue penado como partícipe de un crimen.

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Oscar Gregorio Caminos, primo hermano del fallecido Pimpi –otrora líder de la barrabrava rojinegra–, fue condenado a la pena de 13 años de prisión por un homicidio ocurrido en octubre de 2008 en barrio Las Flores. Es que los testimonios recolectados por la Justicia ubican a este sospechoso dentro de un auto desde el cual salieron los proyectiles de escopeta que terminaron con la vida de Francisco Ponce, de 31 años. Para el juez de Sentencia 4ª, Julio Kesuani, Caminos actuó en carácter de partícipe necesario en el hecho.

El prontuario de Oscar Camino es extenso. Con sus 45 años, su nombre resuena no sólo por su parentesco con Roberto Pimpi Camino –el referente de la barra brava leprosa asesinado–, sino por su vinculación con causas por narcotráfico y una masiva y violenta fuga de Alcaidía Mayor en 2010 de la cual habría sido el ideólogo.

Sin embargo, la causa por el que fue condenado está vinculada con un hecho de sangre. El 19 de octubre de 2008, cerca de las 15, Francisco Ponce, de 31 años, se encontraba en la esquina de pasaje Belén y Clavel, en barrio Las Flores, charlando con un grupo de amigos, cuando apareció en escena un automóvil Peugeot 504 color gris.

En su interior iban tres personas que sacaron escopetas por las ventanillas y abrieron fuego. Los plomos alcanzaron a Ponce a la altura del abdomen, tórax y brazo. Un vecino lo llevó en su vehículo particular hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde falleció a poco de ingresar a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Durante el mismo ataque, resultaron heridos dos hermanitos de 6 y 13 años, quienes recibieron perdigonadas y también debieron recibir atención médica.

Tras el hecho, fueron varios los testigos que dijeron haber reconocido a los tripulantes del auto desde el que partieron los disparos: Oscar Caminos; su hijastro, Guillermo Pereyra –en ese entonces de 16 años, quien recibió la absolución por este crimen–; y otro adolescente de 15 años, apodado Coti.

Si bien los testimonios que se incorporaron en la causa coinciden a la hora de mencionar a los que viajaban en el Peugeot 504, difieren en el rol que le adjudican a Caminos en el hecho. Es que algunos lo mencionan como quien conducía el auto, mientras que otros dicen que fue uno de los que abrió fuego contra las víctimas.

Por este motivo, el juez de Sentencia de la 4ª Nominación, Julio Kesuani, entendió que, si bien no había elementos como para comprobar que Caminos fuera autor de los disparos, sí “queda corroborado el protagonismo cierto en la colaboración para que el ilícito se cometiera, de manera que al no quedar definitivamente aclarado quién efectuó alguno de los disparos se concluye que (Caminos) resulta partícipe necesario en el hecho”.

De este modo, el magistrado condenó al acusado a 13 años de prisión por el delito de “homicidio doblemente agravado por la intervención de un menor de edad (Coti) y por el uso de arma de fuego”, además de “portación ilegítima de arma de fuego de uso civil”.

Un pasado movido

Oscar Caminos cuenta con varios antecedentes penales. En 2002, cayó en barrio Las Flores, sindicado como el lugarteniente del Colorado Arriola, quien hasta ese momento controlaba gran parte del narcotráfico en ese sector de la zona sudoeste. Fue detenido junto con otras diez personas, entre ellas la mujer del Colorado, a quienes les secuestraron 150 kilos de marihuana, armas y automóviles. Unos días después, Arriola fue apresado en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz. Por este hecho, el Juzgado Federal Nº 3 condenó a Caminos a la pena de 7 años de prisión.

Además, al primo de Pimpi le achacaron un facilitamiento de evasión que data del 21 de diciembre de 2002 y una detención por portación de armas.

En 2009, Caminos fue detenido en otra causa por infracción a la ley de estupefacientes. En junio de ese año, un hombre identificado como Arturo “Carau” Quevedo fue apresado mientras transportaba un kilo de pasta base desde la localidad de Alvear hasta Rosario.

Tenía también en su poder una pistola calibre 40 con 11 proyectiles con punta de teflón capaces de atravesar chalecos antibalas, 13 mil pesos en efectivo y un bidón con acetona, elemento utilizado para la fabricación de la droga. Tras ello, la Policía allanó la vivienda de Quevedo, en América al 2100 de Alvear. Allí secuestraron otros 100 gramos de pasta base, un litro de amoníaco, 15 litros de acetona, y otros precursores químicos.

También había unos 5 kilos de material de corte (para estirar la cocaína), municiones de diferentes calibres, teléfonos celulares y una olla que dio positivo para cocaína al ser sometida a los reactivos químicos. Horas después de que la cocina fuera desarmada, se realizaron una veintena de allanamientos en los que se detuvo a 10 personas, entre ellas Caminos, que ya era buscado por el crimen de Ponce.

El 28 de febrero de 2010, Caminos terminó por fugarse de Alcaidía junto con un grupo de presos, y fue acusado de haber ideado el escape. Ese día, efectivos de la sección Economato fueron al Pabellón 3 para entregar las raciones de comida. Uno de los uniformados ingresó con un arma de fuego y fue atacado por varios presos que en un instante lograron quitarle la pistola.

Con el policía como escudo humano, el grupo avanzó hacia la guardia y se apoderó de dos escopetas 12.70 cargadas con postas de goma. Los presos siguieron hacia el exterior, y se desató un tiroteo por los pasillos de la Alcaidía.

Como consecuencia de la balacera, dos policías resultaron heridos. Los reos se fugaron en una camioneta de Economato que estaba estacionada en la puerta y encararon hacia el portón principal de la Alcaidía, que estaba abierta.

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