La Cámara Federal de Casación Penal condenó a prisión perpetua al ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, por rociar con alcohol, prender fuego y matar a su esposa, Wanda Taddei, en un hecho ocurrido en 2010 en la casa que ambos compartían en el barrio porteño de Mataderos. Ayer, los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Geminiani descartaron que el músico haya actuado bajo estado de “emoción violenta”, tal como lo había considerado el tribunal que lo condenó el año pasado a 18 años de cárcel, por lo que le aplicaron la figura de “homicidio agravado por el vínculo”. En su resolución, los magistrados hicieron lugar al pedido formulado por la fiscalía y la querella, que habían apelado el fallo, y rechazaron los argumentos de la defensa, que había planteado varias nulidades.
El hecho por el cual Eduardo Vásquez fue condenado a prisión perpetua ocurrió alrededor de las 3 del 11 de febrero de 2010 en la casa en la que la pareja vivía, ubicada en Pizarro 7083 del barrio porteño de Mataderos, cuando el ex baterista arrojó alcohol sobre el cuerpo de su esposa y la prendió fuego con un encendedor. El músico la llevó al hospital Santojanni y luego fue derivada al Hospital de Quemados, donde permaneció internada hasta el 21 de febrero, cuando murió.
El año pasado, el Tribunal Oral Criminal (TOC) 20 dio por acreditado que la noche del 10 de febrero de 2010, mientras Vázquez estaba ensayando, Wanda Taddei lo llamó 27 veces en un lapso de 4 horas para que regresara a su casa. Los jueces consideraron válida la versión del imputado, quien dijo que cuando llegó a su casa hubo una pelea en medio de la cual, Taddei cortó la luz de la vivienda.
En su voto, el camarista Hornos recordó que en la sentencia del juicio oral, los jueces vincularon el accionar de Vásquez con el estrés postraumático que sufría por haber sido un sobreviviente de Cromañón, el boliche que se incendió en 2004 en la zona de Once. “Más allá del propio relato de Vásquez en esa dirección, no encuentro indicio alguno en las constancias de la causa de que Wanda Taddei haya efectivamente cortado la luz del departamento”, dijo Hornos.
Al respecto, señaló que los hijos de la víctima, que estaban en la casa al momento de la pelea, nunca lo mencionaron ni tampoco surge de las fotos tomadas en la casa tras el crimen.
Sobre la emoción violenta, Hornos consideró que “la idea misma de un arrebato psicológico capaz de reducir la capacidad de Vásquez de controlar sus acciones resulta contradictoria con el despliegue de una conducta que no fue en absoluto instantánea”.
En ese sentido, detalló que primero derramó el alcohol sobre su mujer y luego la prendió fuego con un encendedor, según surge de la autopsia y de todas las pericias realizadas en la causa.
Para el juez, esto es “a todas luces incompatible con la pérdida de control que se le atribuye en la sentencia puesta en crisis”.
En su voto, también consideró que la sentencia del TOC 20 “omitió toda valoración de los testimonios de las personas cercanas al núcleo íntimo de la pareja Vásquez-Taddei”, entre ellos el padre y la hermana de Wanda.
El magistrado recordó que Jorge Taddei (padre de Wanda) relató que en una oportunidad “escuchó gritos de Eduardo diciendo «esta hija de puta me hizo una denuncia, vos sabes todo lo que tengo con Cromañón, te voy a quemar, te voy a matar»”.
Por su parte, Nadia Taddei dijo que su hermana tenía moretones en los brazos y Vásquez la humillaba, pese a lo cual ella decía que había que protegerlo “por lo de Cromañón”.
“Los hechos aquí juzgados no fueron producto de un desborde emocional de una persona impulsiva sino que están inscriptos en una relación que, lejos del idilio tenido por acreditado en la sentencia impugnada, estaba signada por el maltrato físico de Wanda Taddei”, remarcó Hornos.
Por su parte, el juez Borinsky entendió que “la actividad cumplida por el imputado al derramar una considerable cantidad de alcohol sobre el cuerpo de su esposa, y generar deflagración con un encendedor, habla a las claras del conocimiento y voluntad realizadora de Eduardo Arturo Vásquez de provocarle la muerte a su cónyuge Wanda Taddei por un foco ígneo”.
Borinsky valoró el testimonio que dio en el juicio el médico Marcos Ferrari, quien recordó que, al preguntarle a Taddei sobre lo que le había sucedido, ella le refirió durante una discusión “él se apareció con una botella de alcohol en la mano y un encendedor, y la prendió”.