Una fuga cinematográfica de la Alcaidía Mayor en 2010 terminó con 13 internos condenados, entre ellos algunos que purgaban pena por homicidio y un primo de Roberto “Pimpi” Caminos. A su vez 3 uniformados fueron sentenciados a 3 años de prisión en suspenso por el delito de facilitamiento doloso de la evasión. La decisión la tomó el juez de Sentencia 4ª Julio Kesuani.
El hecho se produjo el 28 de febrero de 2010 cuando el policía Bernardo Leiva llegó en una pick up de economato con raciones de alimento para la cena de los internos alojados en el penal ubicado en el predio de Jefatura. Según las constancias del caso el uniformado descendió armado y allí fue reducido por los detenidos, quienes utilizaron su arma para tomar de rehén al celador Diego Cáceres quien fue reducido y lesionado por los internos y finalmente liberado.
Los detenidos lograron controlar la situación, robar algunas escopetas y salir del pabellón rumbo a la chata de economato. Abordaron el rodado y escaparon a los tiros por el portón que da a avenida Francia (al 5200), custodiado por el policía Jorge Ojeda, aunque el portón estaba abierto y con la barrera alta. Si bien intentó impedir la salida del vehículo fue embestido por la chata.
La pick up fue avistada por un móvil a cuyos tripulantes les pareció extraño la velocidad y la cantidad de gente que iba en el vehículo, que iba seguido por un Chevrolet Astra verde con vidrios polarizados. Nuevamente hubo disparos y finalmente el recorrido de la pick up terminó en una villa de emergencias y los internos continuaron la fuga a pie.
Todos los fugados, identificados como Juan Fernández, Andrés Ancherama, Carlos Fernández, Diego Fernández, Eduardo Mántaras, Sergio Bova, Carlos Ledesma, Rubén Peralta, César Zoni, Norberto Rodríguez, Víctor Náñez, Oscar Caminos y Sergio Vallejos, fueron recapturados, ocho de ellos en un operativo cerrojo ese mismo día. En sus indagatorias, si bien no admitieron un pacto previo para el escape, coincidieron en el conocimiento de que había un acuerdo con policías para facilitar la fuga por una suma de 5 mil pesos, aunque nadie se hizo cargo del pago de la cifra.
Si bien en un primer tramo de la investigación Vallejos y Caminos, primo del luego asesinado líder de la barra brava de Newell’s, fueron sindicados como los cabecillas de la fuga todos fueron condenados por los mismos delitos, es decir evasión, robo agravado, robo de automotor, privación ilegítima de la libertad, abuso de armas y resistencia a la autoridad.
El juez Kesuani entendió que los internos se dieron a la fuga en un pick up en la que habían llegado las raciones de comida, por lo que ninguno de ellos podía ignorar la ilicitud de la huida. Sostuvo que si bien no se determinó quiénes provocaron las condiciones para que ello ocurriera, todos incurrieron en el delito: aprovecharon las condiciones para escapar, lo que abarca todos los demás delitos cometidos en dicha huida, es decir la privación de la libertad de los uniformados, las lesiones a los policías y el robo del vehículo.
Respecto de los policías, se determinó que el uniformado del sector economato no podía ingresar al pabellón armado. El magistrado entendió que con esa situación facilitó la salida de los detenidos del Pabellón 3 y la privación de libertad de su compañero, que hacía las veces de celador, a lo que sumó la posterior fuga. Para Kesuani, es indudable que los tres uniformados involucrados no perturbaron el hecho y que sin su colaboración no hubiera sido posible concretar la fuga. Así penó al trío por facilitamiento doloso de la evasión con tres años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación por un año para ejercer cargos públicos.
Respecto de los internos. Juan Fernández fue condenado a 5 años y declarado reincidente, mientras que Ancherama fue sentenciado a 4 años, que se unificaron en 9 por pena anterior por robo calificado.
Sobre Carlos Fernández, quien cumplía perpetua por el homicidio del abogado Guillermo Fiel en 2008, el juez Kesuani confirmó esa condena. Diego Fernández fue declarado reincidente; cumplía pena de 9 años por robo. Mántaras enfrenta la misma pena por igual hecho. Bova fue condenado a 5 años, que unificados con una pena por homicidio serán 15 años de cárcel.
Ledesma quien fue condenado a 4 años de cárcel, aunque el juez unificó esta sanción con una anterior por robo por lo que deberá purgar 9 años. Peralta deberá cumplir pena unificada de 11 años, que incluyen 4 años por la evasión y una condena anterior y César Zoni fue penado con 4 años, unificados con una condena previa por homicidio agravado, deberá purgar 11 años; fue declarado reincidente. Mientras que Rodríguez recibió 4 años, sumados a una condena anterior implicarán 20 años y 6 meses.
Sobre Náñez pesaba una condena previa, por lo que deberá purgar una pena unificada de 16 años. Vallejos fue condenado a 5 años por la evasión y el robo de una moto. Y Caminos recibió una pena de 4 años de cárcel por el hecho y fue declarado reincidente.