La Justicia federal condenó a 14 años de prisión al suboficial retirado de la marina Policarpo Luis Vázquez, por la apropiación de un bebé hija de detenidos-desaparecidos, que al iniciarse la causa –cuando ya era adulta– se negó a realizar la prueba de ADN.
La condena la aplicó el juez federal Sergio Torres en el caso que tuvo como víctima a Evelin Karina Bauer Pegoraro, anotada como Evelyn Vázquez y actualmente de 33 años, cuyo caso fue testigo tanto por su oposición a conocer su identidad como por la metodología empleada para determinarla.
La negativa de la chica a consentir la extracción de sangre para no dejar imputado a su apropiador se zanjó cuando la entonces jueza del caso, María Servini de Cubría, allanó la vivienda en Mar del Plata y secuestró cepillos de dientes y del pelo, usando por primera vez ese material biológico para realizar el estudio.
En el cotejo realizado por el Banco Nacional de Datos Genéticos se estableció con 99,9 por ciento de certeza de que la joven es hija biológica de Susana Beatriz Pegoraro y Rubén Santiago Bauer, ambos desaparecidos.
Además de la condena a Vázquez, de 76 años, Torres condenó a diez años de prisión a su esposa Ana María Ferrá, de 71, y a siete años a la partera Justina Cáceres, que falsificó la partida de nacimiento.
El hombre era ex encargado de Inteligencia enla Base Navalmarplatense, donde funcionó un centro clandestino de detención, en tanto su mujer trabajó como personal civil en la marina.
Torres impuso al marino casi el máximo de la pena prevista, de 15 años, y algo menos a su mujer, por los delitos de retención y ocultación de un menor de diez años, la falsificación de las actas y certificados de nacimiento y el DNI al haber anotado como hija propia en el Registro Civil con identidad falsa a Evelyn, el 3 de noviembre de 1977.
La condena a la partera Cáceres fue como autora del delito de falsificación ideológica de documento público (certificado de nacimiento) –supuestamente pago de dinero mediante– y supresión del estado civil, retención y ocultación de un menor en calidad de partícipe necesario.
Susana Beatriz fue secuestrada en la estación de trenes de Constitución, el 18 de junio de 1977, cuando estaba embarazada de cinco meses y en octubre dio a luz en cautiverio en el centro clandestino de detención que funcionó dentro dela Escuelade Mecánica dela Armada(Esma), donde fue vista y atendida por algunos sobrevivientes en “la salita de las embarazadas”.
En el veredicto, Torres destacó que muchos de los niños apropiados aún de adultos “siguen siendo rehenes o prisioneros de la red urdida por sus apropiadores y (…) continúan ligados a aquellos que se adjudicaron su papel de padres y no les resulta sencillo truncar su vínculo con ellos o iniciar un vínculo sincero y duradero con su familia biológica”.
Además de señalar “el daño psicológico causado a Evelin Karina”, el magistrado destacó que, tras su oposición a conocer su identidad, la joven mantiene “una incipiente relación” con su abuela materna, Inocencia Luca de Pegoraro.
Con el patrocinio de la abogada Alcira Ríos, la abuela denunció en 1984 la desaparición de su hija y su nieta “y nunca renunció a la búsqueda de la verdad y justicia”, dice la sentencia.