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Condenan a Zacarías por cocinar 300 kilos de cocaína

El jefe del clan fue condenado este miércoles a 16 años de prisión. Sandra, la esposa, recibió 14 años como coautora mientras que sus hijos Joel y Flavia fueron sentenciados a 7 y 8 años de prisión, respectivamente. También penaron a dos policías con 6 años de cárcel. Hubo una absolución

El Tribunal Oral Federal N°1 (TOF), integrado por los magistrados Ricardo Moisés Vásquez –en la presidencia–, Otmar Paulucci  y Germán Sutter Schneider, condenó este miércoles a David Delfín Zacarías a 16 años de prisión como organizador de tráfico de estupefacientes y coautor de tráfico de productos para preparar estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas. Su esposa recibió 14 años de prisión como coautora mientras que sus hijos Joel y Flavia, considerados partícipes necesarios, fueron sentenciados a 7 y 8 años de prisión, respectivamente. A su vez, otras siete personas, entre las que se encuentran un policía santafesino y otro de la Federal, fueron penadas con entre 6 y 10 años de cárcel. Hubo una sola absolución para el hombre que estaba encargado de la remisería que el jefe del clan tenía en Granadero Baigorria. Las defensas de los condenados adelantaron que esperan la lectura de los fundamentos –que será el próximo 26 de julio– para presentar los recursos de casación correspondientes. Por su parte, el fiscal federal Federico Reynares Solari se mostró conforme con el monto de las penas.

El debate oral comenzó el 16 de mayo último en el marco de la causa que se conoció en septiembre de 2013 bajo el nombre de Operativo Flipper. El procedimiento más grande fue en un chalé de Las Achiras al 2500, en Funes, donde las fuerzas federales incautaron 300 kilos de cocaína valuados en 60 millones de pesos junto con gran cantidad de precursores químicos. Allí el clan transformaba la pasta base en clorhidrato; el entonces secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, la bautizó como “la cocina más grande del país”.

La lectura del veredicto se realizó este miércoles al mediodía en los Tribunales Federales de bulevar Oroño al 900. A medida de que se conocían las sentencias, los once acusados comenzaron a bajar la cabeza, las caras comenzaron a volvérseles rojas y los ojos se les pusieron vidriosos. Zacarías recibió la misma pena que había solicitado la Fiscalía por considerarlo jefe de una organización dedicada al narcotráfico. A Sandra Marín, de 45 años y esposa de Zacarías, el tribunal la sindicó como coautora de la producción, tráfico y comercialización de estupefacientes y la sentenció a 14 años. Joel y Flavia, hijos del principal acusado, fueron señalados como partícipes necesarios y recibieron 7 y 8 años de prisión, respectivamente.

La ex mujer de Joel, Ruth Castro, de 25 años, fue sentenciada a 7 años de prisión como partícipe necesaria de la guarda de elementos para la fabricación y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. La única absolución fue para Néstor Fernández. En la causa, el hombre de 49 años figuraba como encargado de la remisería Frecuencia Urbana de Granadero Baigorria y propietario de dos camionetas Rav 4 con las que Zacarías había salido del país y le hallaron en una de ellas tres bidones de acetona. La Fiscalía federal solicitó la absolución debido a que “en el debate se superó el estado de probabilidad”, indicaron fuentes judiciales.

Para los tres bonaerenses acusados de proveer la acetona a cambio de 340 mil pesos desde la localidad de Don Torcuato  la sentencia fue la siguiente: Hugo Silva, de 59 años, recibió 10 años de prisión. El hombre fue el único que no estuvo presente en la sala sino que presenció el debate oral desde una teleconferencia en un centro de salud de Salta, donde está internado tras sufrir un accidente cerebro vascular. Para su tío Alfredo Silva, de 81 años, la condena fue a 8 años, mientras que para el hijo de éste, Javier Silva, de 56, la pena fue de 7 años de prisión.

En tanto, el policía federal José Luis “He-Man” Dabat, de 42, y el ex jefe de la Brigada Operativa de Drogas de la Policía santafesina en la capital provincial, Diego Comini, de 37 años, fueron condenados a 6 años de prisión más una década de inhabilitación para ejercer cargos públicos. A los policías les atribuyeron la colaboración a la banda con el aviso de allanamientos que los podrían implicar en el delito de comercialización de estupefacientes.

Las partes

El fiscal Reynares Solari consideró que la sentencia era lo que esperaba. “Las penas fueron similares y estamos satisfechos con la causa. Lo más importante fue que  a partir de una investigación de un punto de venta se logró llegar a los eslabones más altos. Se logró desbaratar un centro de producción ilícita de estupefacientes”, remarcó el funcionario judicial.

Por su parte, Ignacio Monti, abogado defensor de Zacarías, dijo que presentará el recurso de casación luego de analizar los fundamentos. El defensor indicó que en el debate no se comprobó  el rol de organizador que se le atribuye a Zacarías “porque no existió la distribución de tareas”.

El abogado Fernando Sirio, representante de los hijos de Delfín, dijo que también presentará el recurso de casación debido a que hubo elementos técnicos y peritajes que no estuvieron bien presentados para lograr la probabilidad de la prueba.

Esa postura fue similar a la planteada por los defensores de los dos policías. Germán Mahieu, abogado de Dabat, indicó que esperará la lectura de los fundamentos para determinar la presentación del recurso, mientras que José Nanni, defensor de Comini, señaló que en el transcurso del debate no ha podido demostrarse la relación de su cliente con estas personas. “Si toda la prueba de la participación de mi defendido se basa en una llamada telefónica, el tribunal no hizo una correcta lectura de la prueba presentada. En términos objetivos no hay nada que haga suponer la participación de mi defendido en esta causa. Esperaremos los fundamentos”, dijo Nanni.

Antes del veredicto

Previo a la sentencia, en la mañana de este miércoles, los acusados tuvieron la posibilidad de un descargo. Delfín Zacarías cargó las tintas contra la fuerza federal: “Lo que hicimos mal fue lo que creíamos que estaba bien: denunciar a la Policía Federal porque querían que trabajemos para ellos. Por eso pedí un careo para demostrar al tribunal que nosotros no hicimos nada”. En julio de 2012 la esposa de Zacarías denunció a Gustavo Serna, entonces jefe de Drogas de la Federal en Rosario, por extorsión, lo que motivó el desplazamiento del policía.

Sandra Marín, de 45 años y esposa de Zacarías, dijo lo suyo: “Quería decir que esto no es una empresa criminal. Es una empresa familiar que trabaja como todos los demás. Hace cinco años que estamos detenidos”, dijo la mujer que fue sentenciada a 14 años de prisión, la misma pena que había solicitado el fiscal federal Reynares Solari en los alegatos.

Flavia Zacarías, de 30 años, también se sentó frente al tribunal y aseguró que no tiene nada que ver con la causa. “En este tiempo que estuve presa reflexioné y reconozco que con 20 años no tenía la responsabilidad suficiente para estar a cargo de una empresa constructora. Decidí participar con mi familia como alguien que quiere trabajar para vivir sola y mantenerme independiente. No tengo nada que ver con estupefacientes”, dijo y agradeció a los magistrados por el desarrollo del juicio oral. Al  escuchar que el TOF 1 la condenaba a 8 años de prisión se largó a llorar.

Con la voz entrecortada, Ruth Castro negó su relación con el narcotráfico. “Esto me sobrepasa. Tenía sueños. Esto no es normal para mí, no sé cómo llegué acá”, dijo para luego agradecer al tribunal la posibilidad de estar con su hija debido a que le fue concedida la prisión domiciliar y reconocer que en todo este tiempo aprendió a ser más responsable y “a tener los ojos más abiertos”.

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