La Fiscalía y la defensa llegaron a un acuerdo y Matías Messi firmó un acuerdo abreviado que lo condena a dos años y medio de cárcel condicional por portación de arma, dijeron fuentes judiciales. Aunque el convenio no está homologado, los fiscales no se opusieron al pedido que hizo el hermano del astro futbolístico para salir del país: todo indica que con destino a Rusia para presenciar el Mundial, “en el momento que quiera”, según dijo un allegado.
El hermano del 10 de la Selección fue imputado a principios de diciembre del año pasado por tenencia de arma de fuego de guerra en calidad de autor cuando se le encontró una pistola calibre .380 en la lancha en la que viajaba y con la que protagonizó un accidente en el que sufrió lesiones y debió estar internado, ya que lo operaron del maxilar inferior y el paladar. Al salir, quedó con detención domiciliaria por algunas semanas, con su padre Jorge Messi como garante.
El incidente ocurrió en la madrugada del 30 de noviembre de 2017, cuando Matías fue hallado gravemente herido en la cara, con su embarcación a la deriva en el río Paraná y llena de sangre frente al club de Pescadores de Fighiera, unos 40 kilómetros al sur de Rosario.
Pero en marzo pasado si situación procesal amenazó con agravarse: tuvo problemas con la ley en la ciudad balnearia de Villa Gesell, cuando se le atribuyó agredir a un turista. En la ocasión, un fiscal de la provincia de Buenos Aires le había pedido la prisión preventiva pero el juez de Garantías le otorgó la libertad y le impuso un tratamiento psicológico.
El pasado 7 de marzo, los fiscales Lucas Altare y Matías Ocariz pidieron que se le revocara la prisión domiciliaria y se le impusiera preventiva efectiva por 45 días, a partir del incidente en la costa bonaerense. Sin embargo, la jueza María Trinidad Chiabrera no hizo lugar a la solicitud y decidió que cumpliera con un tratamiento psicológico propuesto por la defensa. En la audiencia los defensores Ignacio Carbone y Froilán Ravena dijeron que Matías “no es un ciudadano normal”, lo que causó un revuelo periodístico. “Nosotros investigamos delitos y no personas”, respondieron los fiscales.
Este viernes trascendió de voceros judiciales y confirmó allegados que Matías aceptó firmar un abreviado a dos años y seis meses de cárcel condicional por el delito ya mencionado, con la salvedad que es “una portación atenuada”, ya que no se corroboró en la investigación que tuviera el arma para cometer un ilícito. “Va a realizar trabajo comunitario durante el tiempo que dure la condena”, dijeron fuentes judiciales, las que aclararon que aún el convenio no fue homologado.
También trascendió que pidió permiso para salir del país ante la Oficina de Gestión Judicial, lo que fue concedido, ya que la Fiscalía no se opuso. “Puede salir del país, a Rusia o a donde quiera en el momento en que quiera”, dijo un allegado a Matías.
Cadena de incidentes
No es la primera vez que a Matías Messi, de 35 años, le imputan un delito similar. La madrugada del 4 de octubre de 2015 estaba en auto junto a otras tres personas frente a una casa en Uriburu al 400 cuando personal de Gendarmería Nacional le pidió la documentación. Al registrar el vehículo los uniformados encontraron un arma calibre 22 en la guantera. Messi bajó del auto, tiró las llaves a un patio y trató de entrar a la casa donde vivía un conocido. Después de forcejear, lo detuvieron y le abrieron una causa por tenencia de arma. Su defensor pidió la suspensión del juicio a prueba y en septiembre de 2016 acordó una probation. Messi pagó 8 mil pesos de multa y durante un año hizo cuatro horas semanales de trabajo comunitario de clínica, técnica y física en el Leones de Rosario Futbol Club.
En octubre de 2008 a Matías Messi lo persiguió la Policía por varias cuadras hasta que lo detuvo en 1º de Mayo y Uriburu. En ese momento, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Daniel Cuenca, pidió explicaciones al jefe de la Unidad Regional II, Daniel Toledo, sobre cómo intervino y documentó la Policía la detención. Los uniformados dijeron que en la vereda opuesta encontraron un arma de fuego. Le hicieron una causa por portación, pero después obtuvo una falta de mérito que derivó en sobreseimiento. En 2011 la cuadra en la que vivía Matías, en avenida del Rosario al 600, fue blanco de un ataque a tiros. Las balas pegaron en su casa y otras dos viviendas. En esa oportunidad él dijo que no sabía cuáles eran los motivos de la balacera.