El titular de la firma Hope Funds, Enrique Blaksley Señorans, fue condenado por el Tribunal Oral Federal (TOF) 4° a 8 años de prisión por haber sido el jefe de una asociación ilícita que estafó a más de 300 ahorristas por unos 185 millones de pesos entre 2009 y 2016. También fueron condenados otros 10 acusados.
El estafador había intentado desembarcar años atrás en Rosario con una franquicia de la cadena norteamericana Hard Rock Café en la esquina de bulevar Oroño y Rivadavia pero el Concejo Municipal frenó la posibilidad ante la investigación de la Justicia federal por casos de estafas llevadas adelante por el empresario.
Además de Blaksley, fueron condenados Federico Dolinkué, cuñado de Enrique Blaksley y gerente administrativo de Hope Founds; Alejandro Miguel Carozzino, el encargado de formar las sociedades en el exterior; Pablo Andrés Willa, abogado original de Hope Founds; Verónica Vega, cuñada de Blaksley y gerente comercial de Hope Founds; Damián Gómez Cárdenas, testaferro de Blaksley; Daniela Sarza, esposa de Gómez Cárdenas; y Guillermo Muller.
Siete de los acusados fueron absueltos, entre los que se encuentran los tres hermanos de Enrique Blaksley. Ellos son: María Rita Blaksley Señorans, Francisco Blaksley Señorans, Juan Pablo Blaksley Señorans, Esteban Casco, Alexis Dietl, Rafael María de la Torre Urizar y María Paola D´Angelo. También se declararon prescriptas las estafas supuestamente cometidas en 2009 por Enrique Blaksley, Pablo Carozzino, Pablo Willa y otros de los acusados.
Los jueces rechazaron los planteos de nulidad de la defensa y el planteo de la inconstitucionalidad de la pena de multa y los condenados deberán pagar en total más de 13 millones de dólares, 42 mil euros y 32 millones de pesos en concepto del producto de delitos de estafas reiteradas, y otros 2 millones de dólares en concepto del producto de lavado de activos.
El proceso judicial duró más de dos años. Comenzó en febrero de 2021 y testificaron más de 300 personas. Los jueces Néstor Costabel, Ricardo Basílico y Jorge Gorini, por mayoría encontraron culpable a Blaksley de los delitos de asociación ilícita, estafa, lavado de activos de origen delictivo, captación de ahorros no autorizados e insolvencia fraudulenta.
Blaksley estaba en su casa desde diciembre de 2021, luego de que el tribunal le otorgara una morigeración de la prisión preventiva en un domicilio, cuando el empresario logró reunir la fianza. En sus últimas palabras en el juicio, el empresario agradeció haber sido escuchado por el tribunal durante el debate -en el que declaró tres veces-, asumió que él tomó las decisiones de la firma y pidió que se hiciera justicia.
Para mejorar su situación procesal, Blaksley declaró ser el dueño del total de las acciones de Hope Funds y afirmó que “jamás en la vida” imaginó defraudar a sus clientes.
Para los acusadores, Blaksley fue el cerebro de una organización criminal que cometió reiteradas estafas vinculadas con la captación ilegal de dinero de ahorristas para, luego, cometer delitos vinculados con la evasión fiscal y el lavado de dinero. El empresario fue condenado por la mayor estafa de la Argentina.
En total la Justicia lo acusó de 318 estafas. El modus operandi era la de captar ahorros del público sin previa autorización de los inversores. También se lo acusa por lavado de activos de origen y dos hechos de insolvencia fraudulenta, es decir hacer desaparecer bienes de su patrimonio o disminuir su valor para evitar el cumplimiento de obligaciones.
El hombre conocido como el “Madoff argentino”, por su comparación con el financista estadounidense Bernard Madoff, condenado a 150 años de prisión por el mayor fraude bursátil de la historia mundial estimado en U$S 65.000 millones, deberá pagar cuatro veces el monto de las operaciones que estafó. El perjuicio estimado en el expediente alcanzó los $ 1500 millones en valor de 2017, casi 90 millones de dólares.
De acuerdo a la investigación de la fiscalía, Blaskley, Carozzino, Dolinkué y Vega habrían montado una estructura empresarial compleja que se destinó tanto a la defraudación de privados como del fisco nacional. La asociación ilícita operó entre 2007 y 2016 y contó con alrededor de 60 sociedades comerciales, muchas de ellas en Estados Unidos y Panamá.
Mientras que Carozzino, Willa y Vega deberán pagar dos veces el monto de las operaciones que realizaron entre los años 2009 y 2016.
Sponsoreaba a deportistas de elite
El negocio fue un entramado a nivel internacional con más de 40 empresas. Llegó hasta los Panama Papers y paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas. Incluyó la compra de un club de polo en Pilar, propiedades en Miami y Panamá y el patrocinio de deportistas de altísimo perfil como Adolfo Cambiaso. Hope Funds fue parte de la camiseta de La Dolfina en su campaña de 2013, donde ganaron la Triple Corona, el máximo galardón del polo. Hope Funds también fue sponsors de las visitas de Roger Federer, Venus y Serena Williams, y participó de la recordada carrera de Usain Bolt contra el Metrobus.
La pata local
Lo cierto es que Hope Funds tuvo un vínculo abierto con Rosario, donde intentó desembarcar en el 2014.
La firma estuvo en el centro de la polémica en la ciudad tras anunciar en 2014 su llegada con una franquicia (la primera en el interior del país) del Hard Rock. La idea era instalarlo en la esquina de bulevar Oroño y avenida Rivadavia. La inversión, de unos siete millones de dólares, se haría en sociedad con un ex presidente de la Bolsa de Comercio local.
Así, el proyecto arquitectónico ingresó con un pedido de excepción de normas urbanísticas al Concejo Municipal a fines de 2014. Pero a medida que avanzaban las investigaciones sobre las supuestas maniobras delictivas, el Concejo Municipal tras el inicio del planeamiento, diseño y de otros asuntos, decidió en 2016 no otorgar el permiso al empresario Blaskley, ahora condenado por centenares de estafas a través de la empresa Hope Funds.