Era masajista y reikista. Atendía en Villa Constitución y fue acusado de aprovecharse de la situación de vulnerabilidad de las víctimas que asistían a su consultorio por ayuda y utilizaba la información que obtenía en las terapias alternativas para abusarlas sexualmente. Cinco casos llegaron a juicio oral y este viernes se conoció la sentencia. El tribunal integrado por los jueces Griselda Strologo, Dario Pangrazzi y Eugenio Romanini resolvió condenar al acusado a la pena de 23 años de prisión.
La investigación inició con la denuncia de una mujer y dos adolescentes que contaron los ultrajes que sufrieron a manos de este masajista de 58 años, identificado como Valentín B. A raíz de esta situación y el ribete público que tomó el caso aparecieron otras víctimas. En febrero de este año el sospechoso fue detenido e imputado por distintos ataques sexuales. En total cinco investigaciones llegaron a juicio por los delitos abuso simple, abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante.
A través de los testimonios se logró reconstruir la mecánica utilizada por el acusado y desde cuando venía cometiendo estos ataques en su consultorio, sus víctimas eran personas vulnerables que acudían a él por ayuda.
La fiscal Analía Saravalli le atribuyó haber abusado sexualmente de una víctima mayor de edad en tres oportunidades en el mes de octubre del 2023 en Villa Constitución. Se lo acusó por tocamientos en reiteradas oportunidades a una adolescente que hoy tiene 17 años, entre el 2022 y 2023. Por los mismos hechos con otra víctima menor de edad también fue acusado. Todos los ataques se produjeron en el consultorio donde el acusado atendía.
Asimismo, se le atribuye haber abusado sexualmente de otra víctima, hoy de 17 años de edad, mediante tocamientos, habiendo ocurrido en un número indeterminado de veces entre los años 2022 y 2023. Hubo otros dos achaques por abuso sexual a dos víctimas mayores de edad, uno ocurrido en 2022 y los otros entre diciembre de 2012 y septiembre de 2015.
En la audiencia previa al juicio el acusado reconoció la comisión de los hechos por lo que restaba discutir la sanción penal a imponer. La fiscalía solicitó 25 años de prisión y la querella de cuatro de las víctimas el Centro de Asistencia Judicial (CAJ), a través de las abogadas Juliana Tagliatti y Celina Ponti Marcucci, solicitó 28 años de cárcel, finalmente el tribunal resolvió condenar a Valentín B. a la pena de 23 años de prisión.
Nos parece importante estar presente como Estado, acompañando a estas mujeres aportando prueba, «poder contarle al tribunal que estos hechos se enmarcarn en un contexto de violencia de género», dijo y explicó que las víctimas son mujeres jóvenes, algunas adolescentes y los ataques se dieron en “un marco de violencia sexual y en un contexto de mucha vulnerabilidad”, contó Tagliatti al iniciar el juicio.
La querellante resaltó la importancia de visibilizar este tipo de casos “pensando en las diferentes vulnerabilidades que tienen las personas cuando van a estos espacios de terapia ya sea profesional o la iglesia o terapias alternativas …”
Y concluyó que, en un contexto de mucha vulnerabilidad social, donde se va a estos espacios en busca de cierta sanación o pronta recuperación se encuentra con estos hombres que tienen un poder muy grande. Además tienen mucha información que se maneja en esos espacios y con esa información manipulan y se llega al extremo de violencias sexuales.