El pago de 100 mil pesos para vengar del crimen del albañil Lucas Daniel Cóppola fue para los investigadores el móvil del intento de asesinato por encargo que sufrió un adolescente a mediados del año pasado en barrio Ludueña. A la víctima la balearon y quedó parapléjica. Por este hecho fueron imputados cuatro hombres, dos estaban presos en la Unidad Penal 11 de Piñero por otro delitos y los otros dos fueron los que cumplieron las órdenes. El primero en aceptar la responsabilidad en el ataque fue Nicolás Toloza, hermano del otro imputado Brian «Gordo» González –condenado por el crimen de Any Rivero–, el cual fue condenado en mayo a 16 años y 3 meses más una reparación de 500 mil pesos a la familia de la víctima. Ahora abreviaron otros dos involucrados: uno de ellos en carácter de partícipe primario, ya que contactó desde el penal a un familiar para que concretara el ataque a tiros y fue condenado a 10 años de prisión, que acumulado a la pena por la que estaba preso sumaron 13 años y 7 meses. El otro que firmó el acuerdo abreviado, fue su padrastro, a quien le impusieron 11 años como coautor de la tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por el uso de arma de fuego. El acuerdo fue homologado por el juez Pablo Pinto.
Según la imputación fiscal que hizo Gastón Ávila de la Unidad de Homicidios Dolosos, El Gordo González compartía la celda en la cárcel de Piñero con Isaías Zenón y le ofreció 100 mil pesos para matar a un adolescente, de entonces 16 años. En esas circunstancias, Zenón contactó el 11 de julio de 2020 a su padrastro, Carlos Araya y le ofreció dinero para que consiguiera un auto, una moto y un arma de fuego. Por su parte, el Gordo llamó a su hermanastro Nicolás Toloza para que acompañara al tirador contratado por Zenón.
Cuatro detenidos por el intento de homicidio de un adolescente en Ludueña
El ataque comenzó a organizarse pasadas las 19 del 18 de julio de 2020, Araya, siguiendo indicaciones de Zenón, se encontró en Fraga y Arévalo con Toloza y otras personas –quienes no fueron identificadas– y recorrieron el lugar.
A las 22.30 Toloza y Araya pasaron en moto por Garzón al 300 bis y le dispararon a la víctima. La dupla escapó escoltada por los ocupantes de un auto Chevrolet, los cuales hicieron las veces de apoyo, contó la Fiscalía. La víctima fue trasladada al Hospital Centenario y si bien logró sobrevivir a las heridas quedo parapléjico.
El móvil
Según la pesquisa, el origen del intento de homicidio está relacionado con el ataque a balazos contra la casa de la madre del Gordo y Toloza donde asesinaron al albañil Lucas Daniel Cópola, de 26 años, cometido 6 de julio de 2020 en Cullen al 900 bis. La víctima estaba trabajando con otro albañil en el lugar cuando pasaron y dispararon.
Ofreció 100 mil pesos para que mataran a un pibe que quedó parapléjico: imputaron al Gordo Brian
Tentativa de homicidio
Isaías Zenón, tiene 20 años, está preso desde el 5 de agosto de 2019. Entre el 6 y el 18 de julio tuvo una estadía en el pabellón 9 de la cárcel de Piñero donde uno de los delegados era el Gordo. El joven también está imputado su participación en el robo dos días antes del auto que luego fue utilizado para matar al pastor y ex concejal Eduardo Trasante. Estos dos internos terminaron imputados por el intento de asesinato. El Gordo como instigador –el único que continúa en proceso por esta causa– y Zenón como partícipe necesario.
Fuera de la cárcel quedaron involucrados como coautores, Araya y Toloza. Este último firmó un acuerdo abreviado en mayo pasado y fue condenado a la pena de 10 años y 3 meses y una reparación económica de 500 mil pesos por tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria en calidad de coautor y portación. La pena fue unificada con una condena anterior, en 16 años y 3 meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Este miércoles, fue el turno de Zenón y Araya, quienes aceptaron su participación en el hecho en una audiencia de procedimiento abreviado ante el juez Pinto que homologó la presentación.
El primero fue condenado a 10 años de prisión por tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por el uso de arma de fuego en carácter de partícipe primario, sanción que se unificó a una condena previa de 3 años y 7 meses de prisión, por lo que deberá purgar un total de 13 años y 7 meses de cárcel.
En cuanto a su padrastro, Carlos Araya recibió de 11 años de prisión efectiva por el mismo delito en calidad de coautor.