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Condenaron a otro jefe policial como integrante de la banda de Esteban Alvarado

Se trata del subcomisario de la entonces Policía de Investigaciones David Marcelo "Puchero" Rey, quien firmó un acuerdo abreviado. Lo acusaron de encubrir manejos del jefe de la asociación ilícita con autos robados y plantar un teléfono para inculpar al clan Cantero. Tres años de cárcel, la pena

Un jefe de la Policía de Investigaciones (la PDI cambió luego su nombre por Agencia de Investigación Criminal, AIC) fue condenado este martes a tres años de prisión en un juicio abreviado en el que aceptó ser parte de la banda del ex convicto por robo de autos y procesado por narcotráfico Esteban Lindor Alvarado.

Se trata del subcomisario David Marcelo «Puchero» Rey, de 43 años, quien además de idear un plan junto con el jefe de la organización para inculpar a integrantes de Los Monos en hechos de sangre y atentados contra funcionarios del Poder Judicial encubrió ocho años atrás, cuando era integrante de la Brigada Sustracción de Automotores de la Unidad Regional II de Rosario, actos ilícitos relacionados con vehículos sustraídos, se desprende de su aceptación de un acuerdo abreviado a tres años de cárcel.

Como el subcomisario estaba detenido desde junio pasado, luego de que el juez Pablo Pinto aceptara este martes a las 16 el acuerdo entre su defensa, representada por Bárbara Reynoso y Jorge Bedouret, y los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, recupera la libertad. Con Puchero Rey, ya son cuatro los policías que fueron condenados por integrar la asociación ilícita de Alvarado.

En el procedimiento abreviado, la Fiscalía reconstruyó las evidencias contra Puchero Rey en la causa por la que también está detenido su hermano Martín, otro policía. Los investigadores se remontaron a 2012 cuando estaba en pleno auge la llamada banda de Los Rosarinos, que cayó en desgracia en agosto de ese año con la detención de Alvarado.

Los funcionarios contaron que, por su función en la Brigada Sustracción de Automotores, Puchero Rey sabía que Alvarado, Gabriel «Peto» García y Walter Bucci obtenían vehículos de manera ilegítima y le atribuyeron una llamada a Bucci de fecha 11 de julio de 2012 para avisarle de unos allanamientos.

También, según la acusación, coordinó con Alvarado y Lucas N. el hallazgo de los autos que habían sido sustraídos en el estacionamiento de Car Wash Milenium el 1° de julio de ese año, para no perjudicar el funcionamiento de la banda.

Si bien Bucci, Peto ni Lucas no figuran en esta causa, los fiscales se enfocaron en las escuchas donde quedó en evidencia la relación de Puchero con los integrantes de la banda y la ayuda que les brindó para que no se descubrieran los manejos con autos robados.

A principios de agosto de 2012, Bucci y Peto fueron detenidos junto con Alvarado en la investigación del fiscal de San Isidro Patricio Ferrari contra la denominada banda de Los Rosarinos. El fiscal bonaerense los imputó a los tres como los líderes de la organización que tenía su base en Rosario donde recibían los autos robados en Buenos Aires para desguazarlos, revenderlos o convertirlos en mellizos.

El fiscal Ferrari explicó que se hacían de los vehículos de alta gama de tres maneras: robándolos a mano armada, levantándolos en la vía pública con ganzúas, o con la connivencia de sus propietarios que los denunciaban como robados para cobrar los seguros. Por esta causa, Alvarado fue condenado a seis años y medio de prisión como organizador mientras que Bucci y García quedaron como reducidores.

El teléfono plantado

Además los fiscales sindicaron a Puchero Rey como quien estuvo en connivencia desde 2012 hasta febrero de 2019 con la asociación ilícita y sus otros delitos quedaron plasmados en los audios de Telegram que recuperaron del teléfono de Alvarado cuando éste fue detenido en Córdoba a principios del año pasado.

El plan para inculpar a Rodrigo Ortigala, quien luego sería un testigo protegido junto con su hermana Mariana en el marco de esta causa, junto con Leandro «Chulo» Olivera en balaceras contra edificios judiciales, y hasta un atentado contra una funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA), empezó en diciembre de 2018 cuando integrantes de la banda de Alvarado hicieron llamadas desde un celular al teléfono de Rodrigo, haciéndose pasar por Chulo.

Con el correr de los meses, los investigadores descubrieron que ese celular apareció en escena tras un allanamiento a un galpón que funcionaba como estacionamiento en Rivero al 5200, de la zona oeste.

En ese momento y con la excusa de balaceras ocurridas en 24 de Septiembre y Manantiales, Puchero Rey, su hermano Martín y otros dos policías deslizaron esa dirección para pedir un allanamiento. El operativo lo hicieron el 29 de abril del año pasado y tuvo un acta muy detallada donde había nombres de otros policías.

«Luego de requisar la finca principal se dirigen al garaje continuo el cual posee la misma numeración catastral que la vivienda y funciona una cochera disponible a terceros, junto a los testigos avistan 31 habitáculos que sirven de cocheras donde describen los vehículos que se encontraban por lo que consultan con el sistema Cóndor informando que sobre los mismos no pesa impedimento legal alguno. Se realizó inspección ocular desde la parte externa debido a que los vehículos se encontraban cerrados, siendo que en la cochera 5 se encontraba un automóvil pick up marca Ford F100 de color gris, el cual al consultar con el 911 informa que el mismo presenta pedido de captura activo por el Juzgado Civil y Comercial 17 y en la cochera 13 una Pick Up marca Chevrolet modelo S10 de color bordó que se consultó por dominio sin presentar impedimento y de la inspección ocular se logró divisar desde los vidrios el dominio CXD 221 por lo que al no coincidir con el mencionado se libra nueva consulta arrojando resultado pedido de captura activo de fecha 31/10/18 por un hecho de robo, la misma se encontraba cerrada pero dado que la ventanilla de la luneta se encontraba abierta, se logra la apertura del mismo por dicho sector y al practicar la requisa del mismo da cuenta del hallazgo y secuestro de una pistola 9 milímetros, 9 proyectiles y un teléfono celular marca LG con chip de la empresa Claro como así también dos teléfonos celulares marca LG blancos», explicó el acta. Pero cuando le mostraron un álbum a uno de los propietarios del lugar reconoció como las personas que estuvieron en la cochera a cuatro policías: uno era Puchero, otro su hermano Martín junto a Mariano K. y Daniel Sch.

Lejos de lo explicado en el acta policial, los testigos contaron que estos policías fueron directo a la camioneta bordó que tenía los teléfonos y después de sacar todo lo que había en su interior, recién consultaron al sistema por si tenía algún impedimento judicial.

«De la evidencia surge que el celular que Martín Rey secuestró donde personas allegadas a Alvarado utilizaban haciéndose pasar por Chulo y se comunicaban con el teléfono falso de Rodrigo Ortigala», explicaron en la acusación.

Ese celular tenía mensajes como: «Llamame urgente» del 21 de diciembre de 2018 al contacto agendado como «Puto» que hacía referencia a Ortigala. En paralelo ese mismo día y por Telegram había un audio de Alvarado diciendo: «Mandamos un mensaje del Chulo a Rodri. Amigo atendeme que es urgente.. atendeme que es urgente».

Un día antes también había un mensaje de Alvarado que daba cuenta: «Al teléfono de Rodrigo que termina en 171, solo le mandamos un mensaje del teléfono del Chulo: «Amigo atendeme que es urgente»».

Con esta evidencia, la Fiscalía y la defensa presentaron este martes a las 16 un acuerdo donde el subcomisario David Marcelo «Puchero» Rey aceptó su responsabilidad por los delitos de asociación ilícita, encubrimiento agravado y por el ánimo de lucro, omisión de promover la persecución y represión de delincuentes e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Tras revisar el procedimiento abreviado, el magistrado Pinto decidió homologar el acuerdo y le dictó la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo e inhabilitación para el ejercicio de la función pública por el termino de seis años.

Los policías de Alvarado fueron clave para encarcelar a su competencia, Los Monos

Con la condena a Puchero Rey, ya son cuatro los uniformados de la Policía de Santa Fe penados por integrar la asociación ilícita de Esteban Alvarado: el primero en aceptar su responsabilidad por plantar un teléfono para inculpar a la familia Cantero fue Pablo Báncora, quien en noviembre de 2019 acordó un año de prisión.

Para la época en que Rey trabajaba en Sustracción de Automotores, y encubría el accionar de Alvarado en su rubro histórico, Báncora desgrababa las escuchas de la megacausa Monos, por asociación ilícita, a las órdenes directas del juez Juan Carlos Vienna, recordó un viejo detective que le sigue los pasos a Alvarado desde hace dos décadas.

El último 9 de septiembre el subcomisario Luis Quevertoque, quien fue un emblema de esa megacausa, ya que era el subjefe de la Brigada Operativa de la División Judiciales que llevó junto con Vienna el peso de la pesquisa contra el clan Cantero, también firmó un abreviado, a tres años de cárcel. Alvarado compartía con Quevertoque hasta la propiedad de un caballo de carrera, Cascarudo.

Antes había sido el turno del comisario Cristian “Chamuyo” Di Franco, quien recibió una condena a tres años en mayo pasado por su participación en la banda.

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