Santiago Campos Matos, principal acusado de haber asesinado a la maestra Anahí Bulnes en la ciudad Córdoba, fue sentenciado este miércoles a prisión perpetua por unanimidad.
La condena fue ratificada por la a Cámara Sexta del Crimen en el que un jurado popular declaró culpable a Matos por el homicidio agravado por mediar violencia de género.
Si bien no fue hallado el cuerpo de la mujer, la carga de la prueba se basó en indicios, el principal fue el ADN de la sangre encontrada en las paredes del departamento del condenado, compatible con el de Bulnes.
Y aunque sigue la incesante búsqueda del cuerpo de la joven, para la abogada de la familia de la víctima las pruebas contra el acusado eran graves, lo que derivó en la sentencia de prisión
perpetua.
Las cámaras de seguridad mostraron el ingreso de Bulnes al edificio donde vivía Matos, en la calle Olmos al 500, pero nunca se la vio salir. En cambio, el hombre fue divisado cargando varias bolsas de residuo, por lo cual se presume que fragmentó el cuerpo y lo descartó en esos envoltorios.
Durante siete audiencias se representaron diversos archivos fílmicos, resultado de pericias y hasta declaraciones de importancia, como la ex pareja de Matos, quien lo complicó.
Sobre estas presentaciones, los peritos oficiales indicaron que el acusado posee «rasgos sádicos perversos con características psicopáticas», aunque destacan que puede «comprender y dirigir sus acciones».
«Es proclive a cometer actos violentos y sádicos que le otorgan placer sexual», resalta las pericias de la querella.
A más de un año y medio del asesinato, el detenido dijo ante los jueces que no era responsable de haber asesinado a la mujer, aunque confirmó que sí tuvo un encuentro con ella.
Según declaró, en la noche del 4 de diciembre de 2022 conoció a Bulnes cuando ella ofrecía servicios sexuales y él iba a comprar drogas.
Fue en ese momento cuando confirmó que la invitó a subir a su departamento y la docente aceptó: «Los dos consumimos sustancias y ella, después de ir al baño, se fue por las escaleras para irse a otro departamento del mismo edificio. A partir de ese momento no la vi más».