La condena al clan Abregú fue impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 3 rosarino que le atribuyó el delito de de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio.
El fiscal del juicio Federico Reynares Solari dijo que la organización desarrollaba «el narcomenudeo con cierto despliegue patrimonial en su barrio, con autos y camionetas» y una vivienda que se distinguía de las demás en el barrio Fonavi del sudoeste rosarino.
La sentencia del tribunal, integrado por los jueces Osvaldo Alberto Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Germán Sutter Schneider, condenó a Dulce Abregú, de 43 años, como jefe de la banda a 8 años de prisión y el pago de una multa de 25.000 pesos.
También fue condenada a 7 años y 6 meses de cárcel su madre, Alicia Campilongo, quien según el fiscal «dirigía la logística de la venta de estupefacientes y el dinero» que le proporcionaba a la familia su comercio ilícito.
Además, el tribunal condenó a los hermanos de Dulce, Matías, Yanina, Cristian, Alexis y Damián como miembros de la organización narcocriminal.
«Eran los que dirigían el narcomenudeo en el complejo Fonavi», explicó Reynares Solari, quien detalló que la modalidad de la banda familiar es similar a la que exhibe la serie policial de HBO The Wire, en la que un miembro cobra, otro entrega la droga, otro permite el paso por los pasillos del edificio.
El en caso de Damián Abregú, que tenía una condena a 14 de prisión, el Tribunal lo sentenció en este juicio a 7 años y 6 meses y le unificó la pena en 11 años y medio.
Durante el juicio se demostró que Damián Abregú vendía droga en la cárcel santafesina de Piñero, que era provista por su hermano Walter.
Dulce Abregú fue detenido en agosto de 2019 tras mantenerse prófugo de la Justicia por más de un año.
Según los investigadores, este sospechoso estaba señalado como el «capo» del narcomenudeo en el complejo Fonavi donde su familia comercializaba drogas y controlaba el territorio mediante el uso de la violencia, indicaron voceros judiciales.
En el mismo juicio también fue condenado a 7 años y 6 meses de prisión el folclorista Ramón «Campito» Giglione, quien vendía estupefacientes a través de su pareja.
Campito cumple una condena a 10 años por narcotráfico, por lo que el tribunal la unificó en una pena de 9 años de prisión por par parte no cumplida de la anterior sentencia.
De acuerdo al fallo, un miembro de la Policía de Rosario que tenía vínculos con el grupo familiar y que llegó a juicio fue sobreseído por pedido del fiscal Reynares ante la falta de pruebas.
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