Un joven de 27 años vinculado a la barra de Newell’s firmó en un procedimiento abreviado una pena a siete años de prisión efectiva por cuatro hechos cometidos entre mediado de 2015 y principio de 2017, algunos en conjunto con su hermano, un ex referente de la hinchada rojinegra que ya fue condenado hace un mes a una pena menor. De esta manera los hermanos Matías Ezequiel y Marcelo “Coto” Medrano pagarán en prisión una serie de balaceras en la zona norte que causaron heridos.
El último abreviado lo firmó Matías luego que su defensa alcanzara un acuerdo con la fiscal Georgina Pairola a siete años de cárcel, que homologó el juez Mariano Aliau por los delitos de amenazas coactivas, portación de arma de fuego, robo calificado y daño.
Durante la acusación, en marzo de 2017, Matías fue imputado por hechos cometidos junto a su hermano Coto –pero con distintos roles– por delitos de amenazas, abuso, portación de armas y lesiones. Sólo Matías fue acusado de “tentativa de homicidio”, calificación que luego quedó como “abuso de arma” en el abreviado. Por eso la pena que firmó hace un mes su hermano Coto fue menor, a dos años de prisión que le permitieron recuperar la libertad días atrás, por haber cumplido más de la mitad de esa pena con prisión preventiva mientras se realizaba la investigación. En 2010 ya había purgado una pena seis años de cárcel por tenencia de drogas con fines comerciales.
Detenidos
La detención de Matías, en marzo de 2017, se dio en el marco de más de diez allanamientos en zona norte que buscaban desbaratar la banda que le sindican a Coto, quien supo disputar el liderazgo de la barra brava de Newell´s. En total incautaron más de 40 vehículos y cuatro armas de fuego. Ese día Coto logró escapar.
Tras ser detenido, Matías fue imputado una primera vez en la ciudad de San Lorenzo pero días más tarde, la fiscal Pairola pidió una nueva audiencia y ensanchó las acusaciones.
Según señaló en esa audiencia, los hechos ocurrieron el 26 de julio de 2015 tras disputarse el clásico de fútbol local. Ese día, ambos hermanos sorprendieron a un cadete, Adrián F., en Maestro Massa y Francisco de Miranda cuando se encontraba haciendo una entrega a pocos metros de la casa de ellos y pegado a un búnker que en le endilgaron a Coto. Uno de ellos se acercó y le dijo: “¿Qué onda vos? No pasés más por la cancha ni por la casa de tu madre porque te va a pasar lo mismo”. Tras lo cual le sacaron el casco y Matías Medrano le pegó una piña, relató la fiscal Pairola. Por este hecho, ambos fueron imputados por amenazas, aunque sólo declaró Marcelo Medrano, quien en su momento negó su participación en el hecho.
Adrián F. declaró que a mediados de octubre de 2014 ya lo habían baleado en tres oportunidades frente a su lugar de trabajo, en Baigorria y Molina. Recordó que ese día estaba sentado en su moto cuando le dispararon en el cuello y el brazo, por lo que pasó una semana internado. Cuando se reincorporó al trabajo dijo que le contaron que el Coto Medrano había contratado a un tirador por 10 mil pesos y 10 gramos de droga, para saldar un conflicto porque era acompañante de un pesado de la barra de Newell’s y lo veía como una competencia para tomar el mando del paravalanchas rojinegro, que era su objetivo. Aclaró que luego de eso, fue a la casa del Coto, quien tras un diálogo le dijo que no fuera más a la cancha porque de lo contrario le haría lo mismo.
El segundo delito por el que Matías pautó la condena ocurrió horas después de la amenaza contra Adrián F., del 26 de julio de 2015. Un familiar lo llamó para avisarle que acababan de balear a tres familiares suyos: su hermano Mauro F., su primo Sebastián D. y su tío de 70 años, Tulio D., en la puerta de la casa del anciano en Galicia y Cramer.
Según el testimonio de uno de los baleados, Sebastián, antes de ser atacados a tiros por los hermanos Medrano se habían tomado a golpes de puño con ellos. Se fueron y volvieron armados. Los testigos afirmaron que Coto nunca se acercó y disparaba con un arma calibre 6.35 desde la vereda de enfrente, mientras que Matías fue quien disparó acercándose y a corta distancia.
Por esos dos hechos Matías Medrano había sido acusado de tentativa de homicidio, además de abuso de armas, lesiones leves y portación de arma de uso civil, pero en el abreviado acordó una calificación más leve.
Más balas
Los otros hechos por el que pautó una pena a siete años de prisión ocurrieron en enero y marzo de 2017, calificados como abusos de armas. Uno fue el 30 de enero de 2017 por disparar cinco tiros contra una vivienda de Maza al 4200 y horas después, robar a punta de pistola un Citroën C3 en la bajada Escauriza para luego volver en ese vehículo y balear otra vivienda de la calle Maza y el Peugeot 307 de un vecino.
También estaba acusado de balear una vivienda en marzo de 2017 en la vecina localidad de Fray Luis Beltrán, hecho que no pudo ser probado. La policía lo detuvo cuando iba en un auto por las calles Napoleón y San Martín de esa ciudad y le encontró diez vainas servidas, tras la balacera mencionada.