Carlos Argüelles era mecánico, tenía 46 años y estaba a un paso de homologar un acuerdo abreviado como integrante de la banda de Esteban Alvarado. Este hombre se convirtió en imputado colaborador y brindó información importante en la investigación que agravó la situación procesal del jefe del grupo delictivo y uno de sus sicarios. Lo mataron en septiembre de 2021 en su taller de la zona oeste pero tuvo dos intentos de homicidio previos. Por el segundo, este jueves un hombre fue condenado a purgar 7 años de cárcel.
Argüelles sufrió el primer ataque el 1° de junio de 2019 cuando circulaba junto a su familia en una Ford EcoSport y en Gaboto al 5500 se le puso a la par otro automovilista y sus acompañantes le dispararon en varias oportunidades.
El segundo ataque se produjo el 28 de enero de 2021 cuando lo volvieron a atacar de la misma manera. Iba en la Ecosport con su familia y le dispararon al menos cuatro veces desde un auto Suzuki Fun, con el apoyo de una moto. Tres de los balazos impactaron en el parante del vehículo y uno en la puerta del acompañante.
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En esta oportunidad detuvieron en abril a dos personas identificadas y en agosto fue el turno de Gabriel González, a quien imputaron como el tirador, y el taxista Jorge Inocencio Ojeda fue sindicado como la persona que marcó a la víctima y dónde podían emboscarla.
En total fueron imputados por el hecho estas dos personas junto a Jonatan Ribles, Andrés Bladimir “Colo” Navarro y Alejandro Isaías “Chucky Monedita” Núñez, este último acusado de haberlo instigado el ataque desde la cárcel.
El tercer intento terminó con la vida de Argüelles, el crimen se produjo durante la audiencia preliminar que tuvo como protagonista a su jefe. La víctima había mantenido un estrecho vínculo con Alvarado por años y trabajaba para él.
Tras quedar vinculado a la investigación se lo imputó por “empochar” los autos de la organización, es decir, les brindaba apariencia de legalidad cambiándose la numeración.
En ese sentido, el mecánico asesinado fue acusado de integrar el primer estamento de la estructura de negocios de Alvarado, compuesto por las personas que obtenían los medios materiales necesarios para cometer delitos y los ejecutaban. Este segmento también proveía de armas y vehículos a la organización, pagaba por trabajos ilícitos que otros realizaban para el grupo, hacía tareas de inteligencia e identificaba e intimidaba personas para lograr un beneficio ilegal.
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También lo habían imputaron por haber ayudado a desviar la investigación del homicidio del prestamista Lucio Maldonado, secuestrado de su casa de barrio Tablada, y de las balaceras al Centro de Justicia Penal y al edificio de Tribunales en Balcarce al 1600, ocurridas en noviembre y diciembre de 2018.
Según esa acusación, Argüelles y Leandro “Chulo” Olivera, otro testigo ligado a la banda de Los Monos, manipularon celulares que luego intentaron incorporar a la causa para desviarla. Un mes más tarde Argüelles obtuvo una morigeración de prisión y continuó ligado al proceso judicial en libertad.
Pero Argüelles decidió hablar y declaró en la causa, brindó muchos datos y una lista de víctimas de homicidios que estaba ligada a la banda. No llegó al juicio oral y público, eran casi las 17 del lunes 6 de septiembre de 2021 cuando un grupo de personas bajó de un auto frente a su taller de Garay al 3500 y lo mató antes que homologara el acuerdo al que había llegado con la Fiscalía.
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El abreviado
Por el ataque ocurrido contra su vida en enero de 2021 terminó en un acuerdo abreviado entre el fiscal Luis Schiappa Pietra y el defensor Gonzalo López Ocariz, propusieron en una audiencia que tuvo lugar este viernes en el Centro de Justicia Penal una pena de 7 años de cárcel por el delito de tentativa de homicidio calificado.
González aceptó su responsabilidad en el hecho y consintió el acuerdo que fue homologado por el juez Aldo Bilabo Benítez y dictó condena.
