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Condenaron a un hombre por intentar robar a un empleado policial y pegarle un tiro en la espalda

El uniformado que estaba de franco se resistió y un balazo le entró por la zona lumbar. La fiscal del caso contó que la víctima sufre una incapacidad absoluta y permanente. Un tribunal pluripersonal lo condenó en un juicio oral y público a 13 años de cárcel

Un vendedor ambulante de 30 años fue condenado a 13 años de cárcel por los delitos de tentativa de robo calificado — por haber causado lesiones graves y por el uso de arma de fuego — y portación. La decisión fue tomada por un tribunal pluripersonal a cargo de los jueces Facundo Becerra, Mariano Aliau e Ismael Manfrín. El hecho ocurrió en junio de 2018 en zona norte cuando el ahora condenado junto a otra persona circulaban en moto e intentaron robar a dos hombres, uno de ellos empleado policial que se resistió. El ladrón disparó 3 veces y uno de los proyectiles impactó en la columna de la víctima. Cuando cayó al piso, el uniformado contó que el ladrón intentó sacarle la billetera mientras el otro le decía “quemalo, quemalo”. La fiscal  dijo que la lesión que sufrió le causó un daño irreversible “tiene una incapacidad absoluta y permanente” dijo la funcionaria.

El 17 de junio de 2018 Pablo caminaba con un amigo por Bensuley y Husares cuando apareció una moto de baja cilindrada con dos personas arriba. El acompañante se bajó y les apuntó con un arma. Les pidió que le entreguen todo lo que tenía pero Pablo se resistió y el ladrón disparó en tres oportunidades. Uno de los proyectiles impactaron en la espalda de Pablo que sufrió lesiones de gravedad. La fiscal Valeria Haurigot dijo que Pablo no podrá volver a trabajar, ni hace deportes. Tampoco podrá estar mucho tiempo sentado y el plomo le quedó alojado en el cuerpo.

La fiscal comparó el hecho a un evento de muerte “Pablo hubiera preferido morir”, dijo en su alegato de apertura y pidió una condena a 20 años de prisión que sumada a una anterior solicitó una sanción única de 23 años y la declaración de reincidencia. Mientras que el defensor oficial de David Jesus Carmelino negó los hechos y dijo que su cliente no estaba en el lugar del hecho y que ese día festejó con su progenitor el día del padre.

La víctima
Pablo tiene 31 años y es empleado policial. Al momento del hecho prestaba servicios en el 911 de Villa Constitución y se estaba preparando para ingresar a la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Hoy se encuentra con carpeta médica indeterminada y no pudo continuar con sus estudios por su situación de salud, contó al declarar en juicio. Dijo que el día del hecho se había juntado con un amigo. Salieron de la casa de su acompañante y cuando llegaron a Bensuley y Husares vieron que había dos intentando abrir el portón de una ferretería. Como no pudieron abrir la persiana se fueron encima de ellos, no le dio tiempo a pensar. Se acercaron a toda velocidad en una moto, el acompañante se bajó y sacó un revolver calibre 22, contó.

La víctima dijo que el ladrón comenzó a disparar y forcejearon. Disparó tres veces, uno de esos proyectiles le pegó en la zona lumbar y se alojó en la médula entre las vértebras L3 y L4. Se cayó y dejó de sentir desde la cintura hacia abajo. Una vez en el piso el ladrón intentó sacarle la billetera mientras el acompañante le decía “quemalo, quemalo” finalmente se fueron, recordó.

La víctima fue trasladada al HECA en un móvil policial. Contó que el dolor que sentía era insoportable. Estuvo un mes en el hospital, 3 en silla de ruedas luego debió usar andador y bastón. El proyectil quedó alojado en la médula y no se puede extraer. Un perito dijo que la lesión a nivel nerviosa ya está instalada y es irreversible. Las drogas que toma para calmar los fuertes dolores que sufre producen consecuencias colaterales importantes, explicó.

Pablo contó que su recuperación se detuvo y no pudo mejorar más. Sufre fuertes dolores y si bien sigue en tratamiento médico, no pudo volver a trabajar y no puede siquiera cortar el pasto. Contó como este hecho le trunco la vida y sus proyectos. Cuando declaró en juicio, señaló sin dudar, que la persona que le disparó fue el imputado.

La detención
El 23 de Junio de 2018 un móvil policial cruzo a un hombre que se puso nervioso en la zona de avenida Alberdi y Central Argentino. Al verlos e intenta esconderse detrás de un cartel en la parada de colectivos, contó un uniformado en juicio. Tenía caraterísticas similares a la persona que buscaban y lo detuvieron. David Jesús Carmelino fue imputado en el hecho y llegó preso al juicio que tuvo lugar a principios de este mes.

En el juicio el amigo de Pablo declaró. Dijo que conocía al ladrón de vista, lo vio algunas veces en el barrio y aportó una foto del asaltante. Finalizado el debate el tribunal pluripersonal evaluó las pruebas de cargo y de descargo y concluyó que David Jesús Carmelino fue responsable del hecho y lo condeno a 13 años de cárcel por la tentativa de robo agravada, por la lesión causada y por el uso de arma y el delito de portación.

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