La Justicia federal condenó este jueves a un joven que en el último año se hizo conocido en las crónicas policiales luego de que un lugarteniente de Los Monos le encargara organizar desde su celda de Piñero una célula para copar los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial, en la zona noroeste.
Se trata de Andy Fabián Benítez, quien purga un pena por intento de robo calificado y tenencia de armas de fuego junto a imputaciones recientes por amenazas, extorsiones, balaceras y usurpaciones, al que ahora se le sumó la sentencia a 4 años y 8 meses de prisión por comercialización de estupefacientes.
La resolución del Tribunal Oral Federal 3 -integrado por los magistrados Mario Gambacorta, Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez Ferrero- también alcanzó a otros dos jóvenes: Matías Burgo, de 23, y Yamil Carlos «Orejón» Zappalá, de 31, ya preso en la cárcel de Coronda. Esta dupla fue penada a 4 años y 3 meses de prisión por el mismo delito que Andy.
Voceros judiciales indicaron que el próximo 27 de marzo se conocerán los fundamentos de la sentencia y con ellos los detalles de la causa que se inició a mediados de 2020.
La cárcel para hacer escuela
A Andy Benítez lo detuvieron en una casa de barrio Ludueña por el 2019 por tentativa de robo calificado y portación de arma.
Desde ese tiempo no dejó de sumar delitos en la Justicia provincial, en 2020 fue acusado por otra tenencia de arma de fuego de guerra, el año pasado le achacaron la causa más grave cuando el fiscal Pablo Socca lo imputó junto a Matías «Pino» César, Mauro Gerez, Jonatan Almada y Julián Aguirre conformar una asociación ilícita dedicada a delitos que van desde amenazas, extorsiones, balaceras y usurpaciones para liderar el territorio de Ludueña, Industrial e Empalme.
El lugarteniente a desplazar respondía a Esteban Alvarado y era Francisco «Fran» Riquelme, también detenido junto a los miembros de su banda en septiembre del año pasado.
Estos barrios fueron uno de los focos más álgidos donde se desplegó la violencia lesiva que dejó más de una veintena de víctimas fatales en 2022, año que el departamento Rosario quebró el triste récord en una década con 287 homicidios.
La Fiscalía describió en su acusación de agosto de 2022 que Pino César, de 24 años, –condenado el año pasado a 20 años por balaceras contra edificios judiciales ejecutadas en 2018 por encargo del jefe de Los Monos, Ariel «Guille» Cantero– conoció a Andy Benítez, de 25, y a Julián Aguirre cuando compartieron el pabellón 8 de la cárcel de Piñero.
Pino sabía que tanto Andy como Julián era de esa zona y en 2021 los convenció de formar una gavilla para copar y vender drogas en esos barrios de la zona noroeste.
Fue así que Andy y Julián contactaron a Mauro Gerez para que organizara el grupo de tiratiros y esté se dedicó durante por lo menos un año a reclutar chicos y adolescentes, a quienes le pagaba con zapatillas y vestimenta.
Quedaron imputadas 26 personas acusadas de asociarse para cometer extorsiones y balaceras
Este año, Andy sumó otro expediente. Esta semana fue imputado también por el fiscal Socca por una usurpación de una vivienda de Urquiza al 6000, luego de que su propietaria falleciera. En esta causa también fueron acusados su pareja, Sandra W., y Oscar “Nenu” R., sindicado miembro de la gavilla de Ludueña y Empalme.
La novedad fue que la Fiscalía descubrió por unos mensajes que Nenu le pidió a su madre Gladis G., en 2021 cuando era empleada del Pami en una localidad cordobesa, asesoramiento para quedarse con la casa abandonada antes de que la “ocuparan” otros vecinos del barrio.
La acusación describió que esta mujer, de 61 años, de profesión enfermera y ahora jubilada, falsificó una firma para darle un viso de legalidad a la maniobra.
Imputaron a una empleada jubilada del Pami por ayudar a su hijo a usurpar una casa en barrio Ludueña
Fue en el medio de todos estos delitos que se produjo la causa por narcomenudeo por el que este jueves Andy fue penado por la Justicia federal por comercio de estupefacientes aunque los voceros del caso no brindaron detalles de la causa.