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Condenaron al taxista que hizo inteligencia para matar a un testigo clave en la causa Alvarado

El chofer fue penado a cuatro años de prisión en un abreviado por integrar la banda de Chucky Monedita y por pasar los movimientos del mecánico Carlos Argüelles para que los gatilleros lo asesinaran. El mismo acuerdo fue firmado por otro integrante de la asociación ilícita

Un taxista, de 50 años, quien había hecho tareas de inteligencia para un preso que tenía por encargo mandar a asesinar a un mecánico que era testigo clave en un juicio contra el capo narco Esteban Alvarado, fue condenado este martes a cuatro años de prisión por el delito de asociación ilícita durante un juicio que se llevó a cabo en la ciudad de Rosario.

Imputan a taxista por hacer la logística para asesinar a testigo protegido en la causa Alvarado

De acuerdo con voceros judiciales, se trata de Jorge Inocencio Ojeda, el cual fue penado a través de un procedimiento abreviado junto a Gianfranco Giglione, de 22, también a cuatro años de cárcel, en ambos casos como miembros de una banda liderada por el recluso Alejandro Isaías Núñez, conocido por el apodo de Chucky Monedita.

Los dos condenados habían sido imputados como integrantes de la banda de Chucky Monedita en diciembre de 2021, recordaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Según lo informado por la Fiscalía, Ojeda y Giglione aceptaron su responsabilidad en un acuerdo entre sus defensores y el fiscal Pablo Socca donde se abreviaron los procedimientos, ser integrantes de una asociación ilícita agravada por la participación de un menor.

En particular, Socca describió que el rol del taxista Ojeda era el de “colaborar en la logística de los atentados con armas de fuego, hacer tareas de inteligencia y seguimiento de las personas sobre las cuales existe el objetivo de atentar contra la vida”.

Para ello, según la investigación, aprovechaba “su condición de taxista de la Municipalidad de Rosario, para llevar a cabo esas tareas en la vía pública sin llamar la atención y reportando cada uno de sus movimientos al líder de la organización y a los «sicarios» encargados de concretar esos atentados”.

De acuerdo a la causa, Ojeda participó del seguimiento cometido en octubre de 2020 al mecánico Carlos Argüelles, quien había formado parte de la banda del capo narco local Alvarado y luego se convirtió en imputado colaborador en la causa por la que su jefe fue condenado el año pasado a prisión perpetua por homicidio, asociación ilícita, balaceras y lavado de activos, recordaron desde el MPA.

Argüelles fue asesinado a tiros en su taller en septiembre de 2021 y antes había sido baleado en su automóvil junto a su familia en octubre de 2020, aunque en esa ocasión resultó ileso. Su testimonio en el juicio a Alvarado fue transmitido a través de un video que había dejado grabado a la Fiscalía, declaración que fue tomada por adelantada debido a todos los atentados que había sufrido con anterioridad, además de que él también aseguraba que iba a ser asesinado antes del proceso oral, como ocurrió.

Asesinaron a un testigo clave de la causa contra Esteban Alvarado: su ex mano derecha

La condena a Ojeda, como miembro de la banda de Chucky Monedita, se basó en la información del teléfono de otro integrante de la organización, Jonatan Ribles, quien tenía por encargo asesinar a Argüelles pero fue detenido en un control rutinario.

Según fuentes de la investigación, la pericia al teléfono móvil de Ribles –que está imputado en la causa– permitió desentrañar el plan criminal contra el mecánico arrepentido.

De acuerdo a esa información, el 27 de octubre de 2020 el taxista Ojeda siguió por varios sitios a Argüelles, hasta que lo perdió en un semáforo. La constancia de ese infortunio quedó registrada en los mensajes que Ojeda le envió entonces al gatillero Ribles.

“El tiro era de estar cerca, estar cerca viste apenas te avisé: TAC”, escribió el taxista.

“Lo seguí como más de 15 cuadras, lo seguí yo al auto, ya te digo me agarró el semáforo, mucho tránsito a esta hora, y se me fue a la mierda, se me fue, qué cajeta loco”, continuó.

De acuerdo a la investigación, los mensajes eran enviados a Chucky Monedita, sindicado como jefe de la banda, que estaba preso en la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero.

En un mensaje rescatado del teléfono de Ribles, Chucky Monedita se quejó de que todavía no hubiese matado a Argüelles: “Si vos te hubieras levantado a las 7 de la mañana, a las 10, ya estaríamos contando la plata”.

Según informó este martes el MPA, el otro condenado, Gianfranco Giglione, que tuvo como rol en la asociación ilícita “el de acompañar a Jonatan Ribles en la comisión de diversos ilícitos, ya sean atentados con armas de fuego o delitos contra la propiedad, colaborando de cualquier forma, en especial manejando los vehículos que se utilizan” para cometer los delitos.

Para la pesquisa del fiscal Socca, la banda Chucky Monedita cometió múltiples delitos como balaceras, robos, tentativas de homicidio y se financiaba con la venta de estupefacientes al menudeo a través de puntos de comercialización que administraba la propia organización.

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