Un llamado al 911 alertó sobre la presencia de un joven en la zona oeste portando un arma de fuego. Hasta el lugar se acercó personal del Comando Radioeléctrico y en presidente Perón y Servando Bayo dieron con el sospechoso. Eran cerca de las 15. El pibe arremetió a los tiros y se fue, pero lo agarraron poco después, según el parte policial. Hasta acá un caso de portación de arma y resistencia a la autoridad que este lunes cerró en un procedimiento abreviado a un año y dos meses de prisión condicional. Pero este joven cuenta con una causa abierta en un Juzgado de Menores. Está vinculado al caso Guadalupe Medina, una niña de 12 años que fue salvajemente violada y asesinada en Villa Banana en el año 2016. Lo detuvieron con una campera que tenía material genético de la víctima aunque su situación procesal, después de varias idas y vueltas, aún no fue resuelta. Además detuvieron a 2 miembros de la banda del Pandu, contra los cuales la acusación se fue desvaneciendo y hace algunos meses cayó el principal sospechoso gracias a un cotejo de ADN que no dejó dudas para la Fiscalía. El hombre ya cuenta con una condena por abuso sexual.
Francisco Q. cumplió 19 años en marzo y este lunes su defensor oficial Darío Pangrazi junto al fiscal Matías Edery presentaron un pedido de homologación de procedimiento abreviado por los delitos de portación de arma de fuego y resistencia a la autoridad en la primera jornada del juicio oral y público que estaba pautado en su contra. Edery había presentado acusación dónde requirió una pena de 3 años y 6 meses de cárcel pero un acuerdo posterior entre las partes benefició al acusado que aceptó una condena a un año y dos meses de cumplimiento condicional que homologó el juez Carlos Leiva.
El ahora condenado reconoció haber portado un arma de fuego el 5 de septiembre de 2018 cuando fue sorprendido por personal del Comando Radioeléctrico que llegó al lugar tras un llamado telefónico. Según la acusación, el joven saco un revolver calibre 22 y disparó contra los uniformados para huir del lugar aunque poco después fue detenido y marchó preso.
Caso Guadalupe
Francisco Q. tenía a su vez un pedido de captura en la causa conocida como Guadalupe Medina. Cuando tenía 16 años quedó involucrado en este caso, cuya víctima fue violada y asesinada en el asentamiento precario. Este adolescente vivía en una situación de extrema vulnerabilidad en Villa Banana, incluso algunos vecinos contaban que a veces dormía en los contenedores de basura. Su vinculación a la causa surgió cuando un testigo de identidad protegida ubicó a tres personas en la puerta de una precaria construcción, en el corazón de la villa, junto a la niña Guadalupe Medina aquella madrugada del 25 de mayo de 2016.
El testigo señaló a dos miembros de la temida banda del Pandu que asoló el asentamiento y hoy tiene a varios miembros presos, y a un pibe de campera verde. El declarante contó que pasó algunas horas después y vio ladrar perros en la misma casilla, al asomarse vio el cuerpo de la víctima ultrajado y sin vida.
Dos días después Francisco Q. fue detenido con una campera cuya descripción coincidió con la que brindó el testigo. Al peritarla surgió que en el abrigo había material genético de la víctima y del sospechoso. El caso quedó a cargo de la Justicia de Menores y la causa tuvo varias decisiones contrapuestas.
En un primer momento Francisco Q. fue absuelto, decisión que la Cámara Penal revocó y lo declaró responsable del delito de abuso sexual seguido de muerte. Pero en un nuevo trámite ante otro tribunal de segunda instancia se dispuso que el caso sea revisado por otro juez de menores y reenvió el caso para una nueva decisión que aún no se emitió.
Esta última situación se dio en un nuevo contexto, apareció una nueva prueba en el caso. A raíz del material genético que se encontró en un caso similar ocurrido unos 6 meses después y en la misma zona, dónde la víctima fue ahorcada y quedó desvanecida. La mujer pudo dar su testimonio y se obtuvo material genético del agresor que fue clave para la condena del autor. Vizcacha, como le dicen al atacante, aceptó un procedimiento abreviado y fue condenado a 9 años de prisión por la violación y robo.
El material genético que se obtuvo en este caso fue cotejado con el hallado en el caso Medina a pedido del fiscal Florentino Malaponte y la coincidencia fue total, por lo que Vizcacha fue imputado por abuso sexual seguido de muerte de Guadalupe Medina. En cuando a los otros dos imputados en el caso, el resultado de ADN dio negativo y la evidencia en su contra está prácticamente desvanecida.