A un mes de disputarse la novena edición del Mundial Femenino de Fútbol, el informe, publicado en la página oficial de FIFPRO destacó la naturaleza fragmentada de la clasificación, con vías y condiciones diferentes para las jugadoras que compiten al máximo nivel en sus Confederaciones que buscaron para clasificarse a Australia/Nueva Zelanda 2023. En base a los hallazgos, FIFPRO “insta a un proceso de clasificación único, que proporcione a las mejores jugadoras del mundo más oportunidades de jugar y de alcanzar su pleno potencial”.
Además, hicieron hincapié en la cuestión salarial, médica y de salud mental. En relación a lo económico, el 66 por ciento de las futbolistas tuvo que pedir vacaciones o permiso no remunerado en su trabajo para poder disputar la clasificación mundialista. Según la encuesta, el 70 por ciento no fue sometido a un chequeo coronario antes del torneo; el 54 no recibió atención médica con anterioridad; el 39 no tuvo acceso a apoyo para la salud mental; el 33 manifestó tener un tiempo de recuperación insuficiente entre partidos y el 32 que los campos y los estadios no alcanzaban el estándar de élite.
El comunicado de FIFPRO también “insta a todas las confederaciones a implementar, bajo la orientación de la FIFA, un estándar único y universal de clasificación, y una estructura que garantice una ruta más segura hacia las competiciones internacionales de élite”.
“Debemos asegurarnos de que el marco del juego se asiente en una sólida base y promueva la igualdad, la justicia y las mejores prácticas para las jugadoras, con independencia de dónde compitan”, afirmó David Aganzo, presidente de la organización.
“Para que la Copa Mundial Femenina de la FIFA sea verdaderamente un evento global de élite, la clasificación debe también alcanzar el estándar de élite. Seguimos tremendamente entusiasmados acerca del potencial del fútbol femenino, pero es vital proporcionar a las futbolistas de todo el mundo condiciones y oportunidades que les faciliten la mejor plataforma en el escenario mundial, de manera que ellas y el juego florezcan en todas partes”, destacaron.
Tan solo una confederación, la UEFA, proporcionó un proceso de clasificación aparte; las otras cinco recurrieron a los campeonatos de Confederación, que sirvieron como vía de clasificación para la Copa Mundial y, en el caso de Concacaf y CONMEBOL, sirvieron también como clasificatorios para los Juegos Olímpicos de 2024. La mayoría, además, se jugó en un corto período de tiempo.
Las vías de clasificación para la Copa Mundial fueron “desiguales y dispares”, con “numerosas inconsistencias en la programación, la duración, el formato y las condiciones entre torneos”, indica el informe. La competición clasificatoria de la UEFA “en contraste con el resto de las confederaciones, presenta una oportunidad más regular de jugar partidos de selección nacional de forma competitivamente relevante durante un periodo más extenso”.
En la clasificación de la UEFA, hubo 12 partidos. Las demás confederaciones accedieron a la Copa Mundial Femenina 2023 mediante la Copa Asiática Femenina de la AFC, la Copa Africana de Naciones Femenina, el Campeonato Femenino de la Concacaf, la Copa América Femenina, y la Copa de Naciones Femenina de la OFC.
Aunque cuatro torneos se celebraron en julio de 2022, la competición de Asia fue a principios de 2022, fuera del periodo designado por la FIFA. En consecuencia, “el torneo se disputó a mitad de algunas temporadas nacionales, dejando a las jugadoras en la difícil situación de tener que renunciar a importantes partidos de club, presentando un reto que podría afectar negativamente su posición y oportunidad con su principal empleador y principal fuente de ingresos”.
Para complementar la investigación basada en los hechos, FIFPRO solicitó a las futbolistas que calificaran sus experiencias del proceso de clasificación durante los últimos 18 meses mediante una encuesta digital anónima y les preguntó hasta qué punto requerían mejora ámbitos como la salud y la seguridad, la programación o las condiciones de juego. Es la primera entrevista global realizada a las jugadoras acerca de la clasificación de la Copa Mundial Femenina calidad de vida.
Jonas Baer-Hoffmann, secretario general de FIFPRO, afirmó: “Estamos preparados para trabajar con la FIFA y las confederaciones, a fin de mejorar las condiciones de clasificación para la Copa Mundial y abordar la fragmentación y las desigualdades actuales”.
Por su parte, Sarah Gregorius, directora de Política Global y Relaciones Estratégicas de FIFPRO, aseguró para cerrar: “Un informe basado en la evidencia es vital para identificar ámbitos fundamentales de mejora y, mediante la conexión entre nuestros sindicatos y sus jugadoras, hemos podido cultivar una serie de concepciones a nivel regional y global. Agradecemos a las futbolistas su disposición para compartir sus experiencias; es mediante la voz de quienes viven y alientan el juego, como podemos avanzar como industria”.