Allá por las 20.30, con River goleando a Rafaela, se conocía la formación de Newell’s en donde abundaban los suplentes. Pasados un par de minutos de las 23, con Urruti marcando el cuarto gol de Newell’s sobre un lamentable Boca, la frase surge tan espontánea como terminante: Martino tuvo razón.
El técnico parecía arriesgar con la formación inicial, pero sin dudas él sabe con lo que cuenta, y confía. Newell’s fue Newell’s, con toque, rotación y profundidad. Y Boca, fue una horripilante caricatura que lastima su tan prolífica como rica historia. Algo que con el diario del lunes en su poder le da total dimensión a la decisión del Tata.
¿Cuánto puede influir el resultado de ayer en el partido del miércoles? Mucho, si dudas. En la gente, en los futbolistas, en la familia Newell’s a pleno. Y en el mismo Carlos Bianchi, quien es fácil suponer que terminó viendo Lanata, en lugar de llorar por su flaquísimo Boquita.El miércoles será presente contra historia. Un nombre: Boca. Un equipo: Newell’s. Ayer fue un proyecto contra la nada. Martino sabía lo que hacía, allá por las 20.30.