La Cámara Penal de Rosario confirmó la sentencia a 12 años de prisión de primera instancia para un hombre de 35 años y resolvió absolver a su hermano de 24, quien había recibido una condena a 10 años de cárcel, por abusar sexualmente de la hijastra del mayor de ellos. La denuncia fue radicada en 2012, cuando la víctima tenía 6 años y logró contárselo a su abuela paterna. Además, los camaristas giraron actuaciones a la Fiscalía para que investigue las vejaciones por parte de otros reclusos que los acusados denunciaron durante su detención. El condenado, que está bajo arresto domiciliario, seguirá con el beneficio hasta que la sentencia quede firme.
Las relaciones entre la familia paterna y materna de la pequeña nunca fueron fáciles. Esto se agravó por poco antes de 2011, cuando la mamá llevó a la niña a casa de la bisabuela, pero su abuela paterna la buscó y se la llevó. Esto derivó en una presentación judicial en un juzgado de Familia por el reintegro de la niña. En marzo de 2011, la nena volvió con su madre. En noviembre de ese mismo año, la mujer se puso de novia con Leonardo R. y a fines de 2011 se fue a vivir con él en una localidad vecina a Rosario. En mayo de 2012 se casaron.
La niña tenía 6 años cuando le contó a su abuela paterna lo que vivía en la casa cuando su mamá se iba a trabajar. La abuela paterna relató que le llamó la atención el tipo de juegos que la nena hacía con las muñecas. Dio a entender que estaba hipersexualizada y que en 2012 la pequeña logró contarle que el novio de su mamá le hacía «cosas feas». Con sus palabras, le habló de los abusos sexuales a los que era sometida cuando su madre no estaba en la casa. Y que en ocasiones el hermano de su padrastro, Axel R., de 24, también la ultrajaba. En octubre de 2012, se presentó la denuncia y tres años después, en Cámara Gesell, la niña sostuvo el relato. Contó que su padrastro le decía: «Vamos a jugar a los novios». Y agregó: «Él me hacia sacar la ropa a mí y él se sacaba la ropa».
Pero la abuela no fue la única que habló de ultrajes. La psicóloga que la trató hizo referencia a ello. Dijo que en el consultorio había unos muñecos de trapo que formaban una familia con los que la nena jugaba y “los hacía interactuar de una manera incestuosa”, explicó. Y contó que la niña, en una de las entrevistas, le dijo que había sufrido abusos. La profesional concluyó que la nena pasó por una situación de abuso sexual y maltrato infantil.
Fueron varios los profesionales que la trataron, entre psicólogos y forenses, y todos concluyeron que sus dichos tenían un alto grado de credibilidad. A lo que sumaron exámenes médicos que dieron indicios de los abusos.
Finalmente, la jueza de Sentencia María Isabel Más Varela resolvió condenar a Leonardo R. a 12 años de cárcel como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por cometerse contra una menor de dieciocho años de edad, aprovechando la situación de convivencia. Mientras que a su hermano Axel, lo sentenció a 10 años de prisión por el mismo delito.
El análisis de los camaristas
El fallo fue apelado por la defensa de los acusados y recayó en manos de los camaristas Georgina Depetris, Gustavo Salvador y Guillermo Llaudet. El primer voto fue de Depetris . Si bien evaluó que la prueba era poca, consideró que la declaración de la víctima y de su abuela encontraron concordancia en los informes profesionales, por lo que resolvió confirmar la sentencia respecto a Leonardo R.
En cuanto a su hermano Axel, de 24 años, la vocal argumentó que, de acuerdo a las constancias: después del reintegro de la niña a su madre se mudó a la casa de su pareja con sus hijos en noviembre de 2011 y la denuncia se radica en octubre de 2012. La niña no pudo determinar desde cuándo y hasta cuándo se produjeron los ataques, pero estima que la primera vez tenía a unos 4 o 5 años, y se cometían cuando su madre trabajó en una estación de servicio, lo que hizo por unos 6 meses. La niña dijo que no le contó antes a su abuela porque él la amenazaba con un cuchillo y tenía miedo de que matara a su mamá. De estos relatos surgió que los hechos pudieron haberse cometido con anterioridad a que Axel cumpliera la mayoría de edad, que fue en junio de 2012, y en su caso debería haber intervenido la Justicia de Menores, por lo que Depetris propuso revocar la condena y absolverlo de culpa y cargo. Esta resolución fue apoyada por su colega Salvador. Fue en ese marco que los camaristas, con dos votos a favor y una abstención resolvió la absolución de Axel. En cuanto a Leonardo R., tras resolver la confirmación de la condena, los magistrados mantuvieron el arresto domiciliario hasta que quede firme la sentencia.
Denuncia
Durante la apelación, uno de los acusados dijo que mientras estuvo detenido, la pasó muy mal. Aseguró que lo golpearon y lo violaron. Ante esta situación, la Cámara Penal dispuso la remisión de copias al Ministerio Público de la Acusación (MPA) para que se abra una investigación al respecto.