El fiscal Florentino Malaponte, a cargo de la investigación del crimen del comisario mayor Guillermo Morgans, ultimado a balazos anteayer en un maxiquiosco de Rodríguez 219, brindó ayer una conferencia de prensa donde se explayó sobre el avance de la pesquisa. Si bien la hipótesis principal es el robo, la Fiscalía no descarta ninguna otra línea investigativa. Malaponte terminó de aclarar la mecánica del hecho, y especificó las heridas que sufrió la victima y la corta trayectoria que tuvieron los disparos; lo que deja entrever que el jefe policial se enfrentó con ambos homicidas y fue ejecutado ya que se presume que hubo un tiro de gracia a corta distancia y en la cabeza.
Malaponte detalló que el testigo principal del caso es Leonel, hijo de la víctima, quien aportó datos sobre la mecánica del hecho, lo que se complementa con la versión de algunos otros testigos que aportaron información de lo que sucedió tras al crimen.
Según se pudo reconstruir, el comercio es propiedad del hijo de Morgans y al ingreso de los atacantes el dueño contaba dinero en compañía de su padre; uno de los intrusos redujo al muchacho y tomó el dinero, mientras el otro se ocupó del comisario, que vestía de civil, y lo trasladó a un sector del local para dejarlo encerrado. Un instante después el joven, desde el piso, vio a su padre asomarse e identificarse como policía. A partir de allí se inició un tiroteo. El jefe policial estaba de civil con su arma reglamentaria, una 9 milímetros, la que disparó al menos en una oportunidad ya que se encontró una vaina que corresponde a su pistola. Otras dos vainas del mismo calibre se encontraron en el lugar aunque pertenecen a otra pistola. También se hallaron plomos deformados y varios rebotes de balas en las paredes.
La autopsia constató dos cortes en el cuero cabelludo, de uno y cuatro centímetros respectivamente, lo que correspondería a golpes dados con un arma, según el médico forense. A su vez se determinó que Morgans recibió dos disparos: uno de los proyectiles le ingresó por la zona intercostal, le afectó la arteria aorta y ambos pulmones y salió por el brazo, mientras que el otro fue efectuado en la cabeza a una distancia no mayor de 4 centímetros. Ambas heridas resultaron fatales, detalló Malaponte.
Estiman que el disparo que impactó en la cabeza fue el último que recibió y el examen que se hizo sobre el cadáver arrojó vestigios de pólvora en su mano, por lo que se presume que pretendió tomar el revólver de uno de los atacantes (este tipo de armas no deja vainas servidas, ya que quedan en el tambor). Malaponte supone que quiso defenderse de dos tipos de armas diferentes.
El fiscal refirió que no hay precisiones de que los intrusos hayan sido heridos, ni se notificó el ingreso de baleados en algún hospital de la ciudad. Aclaró que la filmación que se obtuvo de una cámara de seguridad cierra la hipótesis del robo: las personas ingresan caminando y salen a los minutos de la misma forma en dirección a calle
Catamarca, sin perjuicio de que un testigo observó que en algún momento apuraron la huida, detalló. Malaponte refirió que se va a poder hacer un mejoramiento de las imágenes de las cámaras, a la vez que no descarta la existencia de otras filmaciones de cámaras privadas. También solicitó la presencia de aquellas personas que puedan aportar datos, a quienes atenderá en “forma personal y privada”.
Respecto de las medidas que se están llevando adelante refirió que se hicieron 5 allanamientos, donde se secuestraron celulares y una moto, aunque dieron resultado negativo respecto de detenciones y secuestros de armas. El fiscal detalló que hubo dos personas demoradas, las que recuperaron la libertad tras determinar que no estaban vinculadas con el caso y explicó que se llegó a ellas por diferentes canales, llamados anónimos al 911 y comisarías, relacionadas con otros hechos u otras detenciones.
Malaponte advirtió que la investigación recién comienza y hay varias medidas que se están produciendo, de las que prefirió no dar detalles. En tanto, su superior, el fiscal regional Jorge Baclini, precisó que ya hay cuatro pistas que fueron chequeadas y descartadas.
No quedó claro cuánto de dinero se llevaron los atacantes, aunque Baclini confirmó que faltaron billetes, además de un celular del hijo de la víctima. En declaraciones a LT3, dijo el fiscal regional sobre la hipótesis de robo: “Yo hablé con Morgans justo unos minutos antes circunstancialmente; lo noté totalmente tranquilo y en los otros momentos anteriores que habíamos tenido conversaciones en el último mes nunca él manifestó alguna circunstancia que ameritara pensar que esto pueda tener un origen diferente”.
Policías y funcionarios dieron el último adiós al comisario asesinado en Pichincha
Los restos del comisario mayor Guillermo Morgans fueron velados hasta las 13 de ayer en la cochería Caramuto, donde acudió toda la cúpula policial de la provincia y Rosario, que le rindió honores ante la presencia de funcionarios del Ejecutivo provincial y municipal, como el ministro de Gobierno Rubén Galassi y la intendenta Mónica Fein.
Las expresiones remarcaron el dolor ante la pérdida y el compromiso para esclarecer el crimen.
“Morgans fue un policía involucrado en la lucha contra el narcotráfico, tuvo casos emblemáticos y hoy nosotros tenemos el compromiso para que este delito no quede impune”, dijo ayer el vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, durante una entrevista televisiva en la que resaltó además que la investigación “señala una clara hipótesis” de que el jefe de Unidades Especiales de la Policía de Rosario fue asesinado en ocasión de robo, respecto a lo que sentenció: “Este asesinato no puede quedar impune”.
En la misma línea se manifestó el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, quien en declaraciones radiales dijo que apenas se enteró del hecho mantuvo una comunicación telefónica con el gobernador Antonio Bonfatti, quien se encuentra de gira en Nueva Zelanda. «Se trata de uno de los jefes de la UR II y también de un ser humano como cualquier otro ciudadano, que está en este caso en compañía de su familia y es víctima de un robo y termina de la peor manera», expresó el funcionario provincial, para luego referir que los fiscales y toda la Policía están investigando a fin de “dar con los autores para que les caiga la ley como corresponde”. El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, admitió estar “consternado y shockeado” por la muerte de Morgans, a quien definió como un “excelente policía e investigador, gran compañero y afable en su trato. Era una persona que era sistemáticamente requerida por jueces y fiscales en todas las investigaciones. El peor homenaje que podríamos hacerle a alguien de la personalidad de Morgans es que este hecho no se esclarezca». A su turno, el secretario de Gobierno de Rosario, Fernando Asegurado, recordó: “Con Morgans trabajábamos diariamente. Como funcionario público, era un policía que honraba su uniforme».
El titular de la comisión de Seguridad del Concejo, Diego Giuliano, dijo: “La situación de emergencia que vive Rosario es grave” y pidió que este crimen no quede como un hecho más de inseguridad.
Una caravana partió de la sala velatoria a las 13 de ayer rumbo al cementerio La Piedad, donde se rindió homenaje al comisarioo antes de su entierro.