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Confirmaron en ciudad de Buenos Aires un caso de sarampión importado desde Medio Oriente

"La globalización y el aumento de la circulación tan importante del sarampión en muchísimos países del mundo, hizo que tuviéramos un caso importado, y a partir de ahí el riesgo de un brote", advirtió la ministra de Salud, a la vez que destacó la efectividad de la vacuna

La ministra de Salud Carla Vizzotti confirmó este lunes un caso de sarampión de una residente de la ciudad de Buenos Aires contraído en Medio Oriente y recordó que «la baja de coberturas de vacunación en el mundo, a causa de la pandemia, es una situación que nos ponía en riesgo».

Vizzotti advirtió que «la globalización y el aumento de la circulación tan importante del sarampión en muchísimos países del mundo, hizo que tuviéramos un caso importado, y a partir de ahí el riesgo de un brote».

También destacó que acaban «de confirmar el caso» a través del ANLIS-Malbrán. «El PCR fue positivo y ahora lo estamos notificando», agregó en diálogo sostenido con Radio con Vos.

Sobre la situación actual, la ministra explicó que, junto con CABA, se está «haciendo la investigación del caso, que consiste en la investigación desde el inicio de síntomas de todos los contactos, si están con síntomas algunos de ellos».

«La alerta que se emitió el fin de semana es para el equipo de salud, para sensibilizar muchísimo la sospecha diagnostica y la toma de muestra, y para la población si tiene algún síntoma como manchitas en la piel, fiebre, conjuntivitis, rinitis».

En estos casos, Vizzotti recomendó consultar «inmediatamente para poder minimizar el impacto y, por supuesto, controlar las vacunas, que todos y todas tengamos las vacunas al día».

La vacuna contra el sarampión está en calendario al año de vida y al ingreso escolar, por lo que todos los niños y niñas de entre 12 meses y 5 años deben tener al menos una dosis, agregó la ministra.

Otros profesionales de la salud consultados por Télam afirmaron que la causa de la aparición de un caso de sarampión se debe a que “esta persona no está vacunada” y destacaron que la vacunación es “efectiva” para su prevención.

El infectólogo y subdirector del Hospital Muñiz, Juan Carlos Cisneros, en diálogo con Télam, afirmó que hace “20 años no hay un caso de sarampión autóctono”, y que eso se debe a que “la vacunación es altamente efectiva”. En este sentido, señaló que la vacunación contra el sarampión se aplica en los primeros 6 años de vida.

En la misma sintonía, el infectólogo Jorge Geffner, reafirmó que producto de la pandemia “cayó la cobertura del calendario nacional de vacunación”.

“Todos debemos recibir la triple antiviral, porque este virus es muy contagioso”.

En relación a esto, Cisneros afirmó que una de las dificultades es que “los inmunocomprometidos no pueden vacunarse”.

Ambos infectólogos, al igual que Vizzotti, consideraron que la vacunación es la única manera de prevenir el sarampión. “La vacuna antisarampionosa es tremendamente efectiva y tremendamente segura”, resaltó Geffner.

Respecto a las dudas sobre si los individuos están vacunados, o no, por ejemplo, ante la pérdida del carnet de vacunación, Vizzotti afirmó que «la idea es también darse la vacuna. No importa si tenemos una dosis de más, lo importante es tratar de generar la seguridad de tener anticuerpos, defensa e inmunidad».

«Esta vacuna, a diferencia de la vacuna antigripal o de COVID-19, es una vacuna que hace que realmente Argentina esté libre de sarampión endémico desde el año 2000. Tener la enfermedad nos da inmunidad a largo plazo, y tener el esquema completo de vacunación nos previene en más del 95% a posibilidad de tenerlo», agregó Vizzotti.

«Así que si nos vacunamos podemos limitar, realmente, la circulación del virus, no solo las complicaciones y las muertes, sino la circulación del virus», concluyó Vizzotti.

A su vez, el infectólogo Luis Camera señaló a Télam que «el riesgo con el Sarampión es que, ya que en algunas regiones de Sudamérica todavía hay circulación, cabe la posibilidad de que tengamos más casos importados en población no vacunada».

«Igualmente, agregó, creo que no va a tener mucho impacto, ya que la segunda crisis que hemos tenido, luego de 20 años, fue la del 2019-2020 con alrededor de 175 casos». Luego de esas crisis que pudo resolverse, Argentina fue declarada por la OMS, “libre de sarampión”, precisó.

«Hay que estar atentos, ser cuidadosos, manejarse con alerta, pero no presumo que esto pueda expandirse con mucho volumen, pese a que el sarampión es altamente contagioso, probablemente el virus de mayor transmisibilidad por la aerolización que genera», consignó Cámera.

«La prevención tiene que ver básicamente, como en el caso de todos los virus respiratorios, que los lugares tienen que estar abiertos y aireados y eventualmente, lo que tenga que ver con el contacto, es decir: limpiar todas las superficies porque por contacto uno se puede contagiar también, pero el sarampión es el ejemplo prototípico de la transmisión por vía aérea ya que el virus aeroliza con mucha facilidad y puede quedar en un ambiente unas cuantas horas, por lo que si una persona ingresa puede contagiarse por el solo hecho de respirar. Eso ocurre en las aulas escolares donde, si los niños no están vacunados, se podrían infectar fácilmente», abundó.

Otra infectóloga, Gabriela Piovano, reseñó que «en general, la población en Argentina comparativamente a otros países tiene una protección para el sarampión porque el calendario de vacunación en Argentina incluye la anti-sarampionosa, y desde 1965 está incluída la vacunación, salvo los cinco años de gobierno de Macri donde, dentro de las vacunas que se encontraron varadas en la Aduana, estaban incluidas algunas dosis de anti-sarampionosa. Con lo cual, fue una situación muy grave que se reflejó en un brote de casos de sarampión».

«En ese sentido, tienen riesgo de contraer la enfermedad quienes viajen al extranjero y no estén vacunados. Y el resto de la población como ser mujeres embarazadas, niñas y niños, personas mayores y los que tiene problemas inmunológicos tienen prioridad para la vacunación», añadió.

«Si bien el virus de sarampión es mucho más transmisible que el coronavirus, también es cierto que la vacunación es más efectiva para evitar los casos y además que en nuestro país la vacunación anti-sarampionosa ya tiene muchos años.

La prevención tiene que ver con el aislamiento de los casos, el control de los contactos de los viajeros y más que nada con la vacunación de las personas de riesgo», concluyó.

Un llamado de atención

El 23 de noviembre el Ministerio de Salud emitió una alerta por el «riesgo de reintroducción» del sarampión en Argentina. «No existe tratamiento específico para el sarampión, sin embargo, para la prevención se dispone de una vacuna segura y eficaz en el Calendario Nacional de Vacunación de Argentina», se recordó entonces.

Ante la notificación del posible caso, el Ministerio emitió un «alerta epidemiológica» e instó «a los equipos de salud a intensificar la vigilancia epidemiológica de la enfermedad febril exantemática (EFE), la notificación inmediata y la implementación de acciones de control ante la detección de casos sospechosos para evitar la reintroducción del virus al país».

Al personal de salud se le recordó que la definición de caso es de «Enfermedad Febril Exantemática (EFE)», es decir paciente con fiebre (temperatura axilar mayor a 38ºC) y exantema, o cualquier caso en que el profesional de la salud sospeche sarampión o rubéola.

En Argentina el último caso endémico se registró en el 2000, y desde la eliminación de la enfermedad hasta el 2018 se registraron 43 casos importados y «relacionados con la importación».

Entre 2019 y 2020 se confirmaron 199 casos de sarampión, 18 de ellos importados, 2 relacionados a la importación y 179 de origen desconocido.

Dado que el virus del sarampión continúa circulando en otros países de la región, y ante la disminución de las coberturas de vacunación, el Ministerio de Salud instó «a sostener altas las coberturas de vacunación con dos dosis de vacuna contra el sarampión (doble o triple viral)» y solicitó al sistema de salud «articular los protocolos para detección precoz de la enfermedad a través de un sistema de vigilancia sensible que evite la diseminación».

También recordó que la vacuna con componente contra el sarampión en ocasión de un viaje debe ser aplicada por lo menos 15 días antes de la salida.

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