“La empresa está dispuesta a reconocer la paritaria del sector portuario. Y lo que hasta ahora eran 25 despidos, hoy alcanzan a 5 trabajadores, cuya situación está siendo discutida por la empresa y el sindicato”, marcó el ministro de Trabajo de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri. El funcionario provincial participó este jueves de una nueva reunión conciliatoria en el Ministerio de Trabajo de la Nación entre Terminal Puerto Rosario –la sociedad integrada por Vicentin y la chilena Ultramar que tiene la concesión del puerto local– y el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), a la que describió, después de meses de conflicto, como auspiciosa. El ministro Pusineri completó que la audiencia de este jueves pasó a cuarto intermedio hasta este viernes a las 10: “En el mientras tanto la empresa y el sindicato se encuentran en diálogo”, resaltó.
“Desde la provincia fomentamos el diálogo y la conciliación como la mejor herramienta para resolver los conflictos, y en eso estamos abocados”, apuntó Pusineri. El titular de la cartera laboral santafesina atribuyó el conflicto al “no reconocimiento a una paritaria”, que después se agravó y escaló con “el despido de 25 trabajadores del puerto, cuando se estaban desarrollando instancias de conciliación” y “de procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Naciòn”.
“Ése es el origen del conflicto”, detalló Pusineri, reflejando que la situación disparó medidas de fuerza de los trabajadores. “En todo este tiempo se sucedieron distintas audiencias tanto en el Ministerio de Trabajo de la provincia como de la Nación”.
El ministro planteó que se avanzaba en la negociación y se iban limando los desacuerdos. Pero una traba impedía el pricipio de acuerdo: las cinco cesantías. “La empresa aduce que estos cinco trabajadores tienen causas para ser desvinculados”, repasó. Pero el Supa, que “logró bajar de 25 a 5”, el número de cesantías, apunta a resolver el escollo antes de continuar las negociaciones. “Está planteando esquemas de reincorporación u otras alternativas al despido”, marcó Pusineri. Y apuntó que ése es “el punto de discusión central” en el marco de las negociaciones, que avanzan “con la mediación del Ministerio de Trabajo de la Nación, y la participación de la provincia”.
Este jueves un trabajador del Puerto de Rosario se encadenó en el ingreso a la terminal con un encendedor y un bidón de nafta, en una situación que elevó al máximo la tensión en el extenso conflicto. Y en la misma jornada trascendió otro reclamo, pero de terceros: la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que el conflicto mantine inmovilizado un millar de contenedores en el puerto local, por lo que pidió a la cartera laboral de la Nación que declare la “esencialidad” de la actividad portuaria, con el fin de movilizar las cargas, que permanecen inmóviles desde hace un mes, por el conflicto con los trabajadores pero también por la intransigencia empresaria, que desacató una conciliación obligatoria dispuesta por la Nación.
Puerto de aguas densas
De acuerdo al monitoreo realizado por la entidad fabril, “al día de la fecha se mantiene inmovilizada la carga de más de 1.000 contenedores”, algo que “perturba seriamente la operatoria de comercio exterior”.
La cuestión se inició cuando la delegación Rosario del Supa reclamó reabrir la discusión paritaria y solicitó un aumento salarial que acompañe a la inflación, pero escaló cuando la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR) despidió a 25 trabajadores, en medio de varias jornadas de huelga.
En ese marco, el pasado 29 de diciembre el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria, pero TPR no acató la medida, por lo que las terminales continúan paradas.
Ante la continuidad del conflicto, la UIA expresó que la falta de actividad “ha paralizado la carga y descarga de contenedores que se encuentran varados a la intemperie, afectando a las industrias que necesitan de los insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos allí contenidos, especialmente de los sectores alimenticio y farmacéutico”.
“Además, dicha parálisis -de la terminal que es una de las vías principales del circuito logístico hacia el exterior- perturba seriamente la operatoria de comercio exterior, generando el doble perjuicio de impedir el abastecimiento local y el ingreso de divisas al país”, afirmó la entidad fabril en el comunicado.
La UIA planteó también que “empresas argentinas –particularmente cerealeras, alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos– tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior a los que no pueden responder, generando paradas de producción, riesgos de pérdidas de mercados de exportación e incluso sanciones por el incumplimiento de los compromisos asumidos”.
En procura de una solución al dilatado conflicto, la entidad que preside Daniel Funes de Rioja manifestó “la necesidad de liberar cuanto antes la carga inmovilizada”.
Para eso, solicitó a la cartera laboral que “proceda a ‘declarar la esencialidad’ de dicha actividad para no continuar afectando las cadenas de valor y restablecer el abastecimiento de bienes a lo largo del país”.
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