Un muchacho de 21 años fue asesinado anteanoche en la zona sur de Villa Gobernador Gálvez, en medio de una pelea entre vecinos. Según contaron fuentes del hecho, todo se originó por el robo de una moto, el cual se resolvió a los escopetazos. “Acá la cana no te da ni bola, entonces rige la ley del más guapo”, contó un hombre a El Ciudadano. Por el caso dos hombres fueron detenidos, pero, hasta ayer a la noche, el homicida seguía prófugo. Allegados al hecho aseguraron que en medio de las perdigonadas, un hijo de la víctima salvó su vida de milagro.
La bronca fue entre un hombre que vivía en el Fonavi Guerreño y un muchacho que tenía una casita en Villa Las Cañitas, dos barrios que se dividen por una calle. Ambos están ubicados en la zona sur de Villa Gobernador Gálvez, casi al límite con Alvear. El lugar es una vieja zona de huerteros que se fue poblando de a poco. Guereño son cuatro manzanas de monoblocks y Las Cañitas es un asentamiento en formación, donde viven unas pocas familias.
Según contaron vecinos de la zona, el problema arrancó cuando Miguel B., de 32 años, un carrero de Guereño, se dio cuenta que Juan Manuel Gorosito, un muchacho de 21 años que vivía en una de las últimas casitas de Las Cañitas, era la persona que le había robado su moto unos días antes.
Siempre de acuerdo a lo que contaron a El Ciudadano allegados al caso, Miguel hizo el reclamo en la comisaría de la zona, pero, ante la falta de respuestas, decidió resolver el problema por su cuenta.
A las 20 de anteayer Juan Manuel caminaba junto a uno de sus hijos por Mármol y Obligado, cuando se le apareció Miguel con una escopeta. El supuesto ladrón llegó a correr a su nene, pero no pudo defenderse. El carrero apretó el gatillo y le metió varias perdigonadas en el pecho.
Juan Manuel cayó al piso, junto a su hijo, ante la atenta mirada de los vecinos que estaban en la vereda, disfrutando del viento fresco de la noche. Un móvil del Sies lo trasladó al hospital Gámen, pero cuando lo revisaron los médicos, el muchacho ya estaba muerto.
“El carrero venía levantando cabeza, tenía una casita, andaba bien. Y Juanma tenía dos hijos y su señora está embarazada. Es una locura que pasen estas cosas, no nos podemos matar entre vecinos. La cana no hace nada, la primera vez que los vimos en el barrio fue cuando vinieron a buscar pruebas por el homicidio, por eso la gente reaccionó como reaccionó” señaló un huertero de la zona, haciendo referencia a las agresiones que sufrieron los policías que fueron a peritar el lugar del homicidio, quienes fueron expulsados de barrio a tiros y piedrazos.
Un rato después de la muerte, vecinos de la zona prendieron fuego la moto que originó la disputa y obligaron al asesino a abandonar el barrio.
Por el caso fueron detenidos Abel Damián L. de 21 años y Carlos Javier L. de 24. Miguel B., hasta ayer al cierre de esta edición, estaba prófugo de la justicia.
El caso es investigado por el fiscal de homicidios dolosos Pablo Pinto, con la colaboración de uniformados de la seccional 29º de Villa Diego.