El Ministerio de Trabajo de la Nación dictó ayer la conciliación obligatoria en el conflicto del frigorífico Carnes Pampeanas y así frenó, al menos por el momento, los despidos de 295 empleados. Ahora se abre una negociación que podría demorar hasta quince días entre la multinacional Cresud –a través de Exportaciones Agroindustriales SA, controlante del frigorífico Carnes Pampeanas– y el Sindicato de Obreros y Empleados de la Carne de La Pampa, quienes reclaman que la planta no cierre sus puertas.
Esta intervención de Nación, dijeron fuentes que participaron de las negociaciones, se produjo por la supuesta falta de acción de la provincia. El gobierno pampeano, pese a que ofreció un crédito de 20 millones de pesos, no dictó la conciliación obligatoria, y eso desembocó en el despido de empleados.
La cartera laboral, sin embargo, reconoció en un comunicado los “importantes esfuerzos” que el gobierno provincial realizó en la mediación del conflicto, aunque “dada la gravedad y el impacto social de la crisis el gobierno decidió intervenir propiciando una nueva instancia en la búsqueda de una solución que satisfaga a todas las partes en cuestión”.
Cresud anunció el cierre de la planta frigorífica porque argumentó inconvenientes a las exportaciones de carne y un fuerte déficit en el sector cárnico.
El secretario gremial de la Asociación Sindical de los Trabajadores de la Carne, Luis Pardal, no descartó la posibilidad de que cierren más frigoríficos en La Pampa a raíz de las restricciones a la exportación, y afirmó que, pese a los reclamos ante la cartera laboral, los gremios “no han tenido la respuesta” esperada.