La llegada de Omar Palma a la conducción técnica de Central le cambió la vida a Fernando Coniglio. De gritar goles en el Ivancich con Central durante el verano pasó rápidamente a ser el goleador del mini ciclo del Negro tras cuatro partidos. El lunes, el juvenil volvió a convertir al igual que ante Chacarita y el Canalla sumó tres puntos muy importantes para sus aspiraciones de Promoción. Además, firmó un contrato por cuatro años con la entidad de Arroyito.
“Van dos partidos, hay que estar tranquilos. Por suerte los goles sirvieron para ganar”, analizó el cordobés con total calma. El juvenil aprovechó el viaje de vuelta para bajar en Bell Ville y de ahí trasladarse a su pueblo natal Laborde, donde ayer pasó el día libre junto a su familia.
El delantero, en diálogo con Radio 2, destacó el triunfo obtenido en tierra mendocina: “Sabíamos que íbamos a tener pocas situaciones y las teníamos que aprovechar. Ellos no nos complicaron tanto; si no era de pelota parada, no nos iban a convertir”.
El pibe de 19 años contó la jugada que derivó en su gol, que sirvió para cortar una racha de cuatro partidos sin ganar como visitante. “Cuando vi que Jorge (el arquero Bava) sacó la contra fui rápido para el área. Después, la verdad que el Turco (Zarif, quien lo asistió) estuvo muy bien. Hizo bien la pausa y me la tiró justa”. El atacante, con la confianza por las nubes, confesó que si el técnico se lo pide patearía un penal. “Ayer (por el lunes) estaba Jesús (Méndez, que luego lo erró) y Zarif también andaba por el área. Ellos están primero, pero si me toca lo patearé”, aseguró.
Y narró una anécdota que le pasó en su club Recreativo de Laborde cuando se hizo cargo una vez de un tiro desde los doce pasos pero lo desperdició. “Íbamos perdiendo y lo erré, pero después empatamos con gol mío”, contó.
Coniglio está en la cresta de la ola. Pero su humildad y su temple lo hacen bajar a tierra. El pibe, a pesar del ofrecimiento de un departamento para vivir solo, eligió seguir en la pensión de la Ciudad Deportiva junto a muchos de sus amigos. Por ahora, el Negro le dio confianza y el juvenil no le falló. Los hinchas, agradecidos con su aparición, rezan para que su racha no se corte.