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Conmoción en Estados Unidos por otro afroamericano muerto tras violenta detención policial

Revelaron el video de la violenta detención de Daniel Prude. Policías le ponen una capucha en la cabeza y lo aprietan contra el pavimento hasta dejarlo inconsciente. El hombre falleció siete días después. EE.UU. atraviesa una ola de casos de abusos por parte de policías blancos contra afroamericanos

Estados Unidos amaneció este jueves conmovido por un nuevo caso de violencia policial contra un afroamericano con resultado mortal, luego de que su familia revelara un video en el que se ve cómo la policía detuvo al hombre, que tenía problemas mentales, le tapó la cabeza con una capucha y se la apretó contra el pavimento hasta dejarlo inconsciente.

Daniel Prude, de 41 años y padre de cinco hijos, murió el 30 de marzo pasado de «complicaciones de asfixia» luego de ser desconectado del respirador que lo mantenía con vida, siete días después del encuentro con la policía en Rochester, la tercera ciudad entre las más grandes del estado de Nueva York.

Prude había sido llevado a un hospital para una evaluación psiquiátrica unas ocho horas antes del incidente con la policía que derivó en su muerte, que no había recibido atención mediática hasta que su familia dio el miércoles por la noche una conferencia de prensa y divulgó imágenes de video de las cámaras corporales de la policía y registros de su deceso.

El de Prude se inscribe en una ola de casos en Estados Unidos en que policías blancos abusan de la fuerza contra afroamericanos, muchas veces con un resultado mortal.

Dos de los casos más recientes desataron protestas en todo el país y se colaron en la agenda política antes de las elecciones de noviembre: el de George Floyd, muerto en Minneapolis, Minnesota, en mayo por un policía que le clavó la rodilla en el cuello, y el de Jacob Blake, baleado y herido por policías en Kenosha, Wisconsin, el mes pasado.

La tía de Prude, Letonia Moore, dijo este jueves en una entrevista citada por la cadena CNN que su sobrino era un cariñoso padre de cinco hijos con algunos problemas mentales pero inofensivo, y que acaba de llegar a Rochester desde su casa en Chicago, Illinois, para visitar a su hermano.

Prude quedó traumatizado por las muertes de su madre y un hermano en años recientes luego de haber perdido antes a otro hermano, y en los últimos meses había estado viajando a Rochester porque quería estar cerca de su hermano, agregó su tía.

La ciudad frenó la investigación sobre la muerte de Prude cuando la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, inició su propia pesquisa, en abril.

«Quiero que todos entiendan que en ningún momento sentimos que esto era algo que no queríamos que se supiera», dijo la alcaldesa de Rochester, Lovely Warren, quien es afroamericana, luego de la conferencia de prensa de la familia de Prude.

Manifestantes se congregaron el miércoles por la noche frente a la comisaría central de Rochester, una ciudad de 210.000 habitantes, para exigir que los policías involucrados en el caso fueran acusados de homicidio y cesados de la fuerza mientras dure la investigación.

Los oficiales todavía están de servicio, informó el diario The New York Times.

Los manifestantes se reunieron luego en el lugar del incidente, donde cantaron, bailaron y rezaron hasta bien entrada la noche.

La policía intervino luego de recibir un llamado del hermano de Prude, Joe, quien les contó que luego de regresar a su casa del hospital, había salido a la calle corriendo y desnudo.

Joe Prude dijo que llamó a la policía para que ayudaran a su hermano, no para que lo «lincharan», y pidió el fin de la muerte de afroamericanos a manos de la policía.

En el video puede verse que Prude iba desnudo por la calle y bajo la lluvia cuando es detenido por el grupo de policías.

En registros policiales que la familia consiguió gracias a una orden judicial, uno de los agentes escribió que puso una capucha en la cabeza de Prude porque estaba escupiendo en dirección a los oficiales y estos temían que tuviera coronavirus.

En el video, el hombre aparece primero sentado en el medio de una calle y bastante excitado, con las manos esposadas detrás de la espalda.

«¡Dame tu pistola, la necesito!», le grita a uno de los policías.

Ya con la capucha puesta, el hombre se queja y pide que se la saquen, pero un policía, que es blanco, le aprieta la cabeza contra el pavimento con ambas manos mientras le dice: «Tranquilo», «pará de escupir». Otro agente pone su rodilla sobre su espalda.

«¡Me quieren matar!», dice Prude, con voz angustiada.

«Ok, paren. La necesito. La necesito», ruega el hombre, cuyos gritos se tornan susurros y luego gemidos.

Los policías parecen preocuparse cuando Prude deja de moverse y queda en silencio después de dos minutos de apretado contra el piso, y uno comenta que le salía agua de la boca.

«Amigo, ¿estás vomitando?» dice uno de los agentes.

Un examen médico forense presentado por su familia concluyó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por «complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física».

El «delirio excitado» que padecía el fallecido y la intoxicación aguda por varios fármacos que había tomado fueron también factores que contribuyeron a su estado, según el informe.

«Hice una llamada telefónica para que mi hermano recibiera ayuda, no para que mi hermano fuera linchado», dijo Joe Prude en la conferencia de prensa de anoche.

«¿Cómo puede ser que al verlo no hayan dicho «este hombre está indefenso, completamente desnudo en el piso. Ya está esposado. ¿Vamos?»», se preguntó.

«¿Cuántos hermanos más tiene que morir para que la sociedad entienda que esto tiene que parar?», agregó.

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