Este martes encontraron muerto a un joven efectivo del Ejército Argentino apostado en Quinta Residencial de Olivos y destinado a su seguridad. Estaba en uno de los puestos internos del predio, según informaron fuentes oficiales. Las hipótesis sobre los motivos están abiertas, pero la principal es que el militar se suicidó y que la decisión estuvo motivada por deudas económicas. Fuentes oficiales citadas por medios porteños aludieron a una carta hallada junto al cuerpo, presuntamente redactada por el uniformado, en la que comunicaba a sus camaradas y su familia esa contrariedad.
La investigación de la muerte quedó a cargo de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien se trasladó al lugar durante la mañana.
El primer comunicado oficial sobre el hecho señala que «en horas de la madrugada del día de la fecha, personal que presta servicio en la Residencia Presidencial de Olivos tomó conocimiento de un grave incidente ocurrido dentro del predio».
El fallecido fue identificado como R.A.G., de 21 años. Cumplía sus funciones como integrante del Ejército en las tareas de custodia sobre las áreas presidenciales, en particular la Residencia de Olivos.
R.A.G. era oriundo de una localidad de la provincia de Misiones. Estaba destinado al Escuadrón Chacabuco del Regimiento de Granaderos a Caballo. Ante las versiones sobre el suicidio y sus motivos, Infobae consultó su perfil comercial y crediticio en el que constan deudas de variada antiguedad por casi dos millones de pesos a diferentes bancos y entidades financieras.
El pago de su salario estaba a cargo de la Contaduría General del Ejército. La Casa Militar, que controla la custodia de la Quinta, depende de la Secretaría General de Presidencia.
Según los primeros peritajes, el disparo que le quitó la vida fue realizado con un fusil FAL que encontraron junto al cuerpo.
