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Conmoción en Santa Fe: otro médico abusador

Una joven denunció a un hombre de 33 años que la abusó sexualmente. Fue en la capital provincial y se habían conocido por la red social Tinder. El caso se repite al ocurrido en Casilda en enero pasado

El fin de semana pasado, una joven santafesina denunció a un médico de 33 años por abuso sexual. La mujer dijo que el hombre la llevó a su casa y le hizo tomar una medicación que le provocó somnolencia para luego mantener relaciones sexuales sin su consentimiento. La denuncia derivó en la detención del profesional, quien el miércoles pasado fue imputado por la Fiscalía de Violencia de Género de Santa Fe y quedó detenido. Este jueves, durante la audiencia de medida cautelar, la defensa del acusado pidió una morigeración de la prisión preventiva para que sea alojado en un instituto de recuperación a puertas cerradas tras aducir que el imputado es adicto, sufre trastorno bipolar y tuvo dos intentos de suicidio. El pedido fue rechazado por el juez Sergio Carraro quien lo dejó preso por el plazo de ley.

La acusación contra el profesional, que según la Defensa no ejerce la medicina por sus problemas de salud, la llevaron adelante los fiscales de Violencia de Género, Familiar y Sexual Marcelo Fontana y Alejandra Del Río Ayala por el delito de abuso sexual con acceso carnal.

En diálogo con El Ciudadano, Del Río Ayala dijo que los hechos ocurrieron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado pasado dentro de la vivienda del acusado, ubicada en el centro de la capital provincial.

“Le suministró medicación para que se durmiera. Ella entra en un estado de somnolencia y no pudiendo consentir libremente el acto, se da la agresión sexual”, explicó la fiscal a este diario.

Consultada sobre el tipo de sustancia consumida, Del Río Ayala dijo que no saben con certeza de qué sedativo se trata “porque el análisis bioquímico que se realiza da un resultado genérico”.

La fiscal dijo que pasó muy poco tiempo desde la denuncia por lo que hay medidas de prueba que todavía no están terminadas. En ese sentido agregó que desconocen si hay otras víctimas o si el acusado había sido denunciado con anterioridad y refirió que por el delito que se le imputa es probable que pida una pena superior a los ocho años de prisión.

Tinder

“Esta defensa se especializó en el tema de adicciones. Mi cliente es adicto a las drogas, además tiene un problema de bipolaridad y tuvo dos intentos de suicidio. Por eso no ejercía la medicina”, dijo a El Ciudadano el abogado Francisco Ortiz de Rozas.

El letrado aclaró que hacía sólo un día que había tomado la defensa del médico por lo que no tuvo tiempo de presentar en la audiencia de prisión preventiva de ayer los “estudios serios” que anunció como argumento para pedir la morigeración de prisión en una clínica para adicciones.

Según Ortiz de Rozas, la misma víctima indica que conoció a su cliente por Tinder, una aplicación de celular que permite conocer personas y concretar citas. Y que el fin de semana pasado salieron a cenar. “Fueron a comer afuera. Hubo fumata, cervezas y pastillas. Y después ella, por su propia voluntad, fue a la casa del chico. Estaban sus padres que no escucharon ningún grito ni nada”, continuó el abogado tras aclarar que su defensa no va a juzgar si hubo culpabilidad o no en el acto sexual porque se va a centrar en las adicciones.

En ese sentido, el letrado aclaró que su cliente no ejerce la profesión precisamente por su enfermedad, “el tema de su adicción y de su bipolaridad que dos veces derivó en intentos de suicido”.

Casilda

A comienzos de abril, un joven médico fue acusado de abuso sexual simple en la vecina localidad de Casilda. Según fuentes judiciales, la detención del profesional tuvo lugar luego de varias denuncias de mujeres de distintas edades que relataban le mismo accionar: un hombre joven al volante de un Fiat Siena gris, con vidrios polarizados, les pasaba por al lado y las manoseaba en sus partes íntimas.

A raíz de tareas investigativas, a comienzos de abril la Fiscalía de Casilda ordenó la detención del médico, cuyas iniciales son E. S. S., quien cursaba la residencia en el hospital San Carlos de esa ciudad.

Según fuentes judiciales, los ataques ocurrieron el pasado 31 de enero cuando una joven denunció que le tocaron las nalgas desde un auto mientras andaba en bicicleta. Los reclamos siguieron. Una mujer denunció otro hecho similar el 31 de marzo, y le siguieron dos más el 2 y 3 de abril. La Fiscalía contó seis casos de abuso y apresó a su autor.

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