“Ahí está Jesús. No, el Cristo”, anunció una de las vecinas frente a un pequeño comercio ubicado en Sánchez de Loria al 300, en barrio Antártida Argentina, pegado a Fisherton. Pintado de púrpura en su fachada, el lugar tiene una vidriera donde hay prendas de mujeres y niños con estampados de Mickey Mouse y Kitti, entre otros. En la mañana de ayer, el ingreso al local estaba abarrotado de vecinos que querían ver al Cristo dibujado en el vidrio. Mario, un verdulero cuyo comercio se encuentra a 100 metros por la misma calle, confesó: “Mirá, yo no soy creyente. Creo que es una calcamonía (sic) que estuvo ahí hace un tiempo y ahora dejó un residuo de goma en el vidrio”. El hombre, también asombrado por la “aparición”, explicó que intentó limpiar la imagen con limpiavidrios, rasparla con una llave y hasta consiguió un secador de pelo para sacar un posible resto de pegamento. Pero no hubo caso, la silueta de Cristo no desapareció. Y así se pudo certificar mientras tiraba aliento con la boca a la ventana para que vecinos y periodistas pudieran apreciar con nitidez la imagen. “Es como me que me está diciendo «no me vas a echar». Es para los que creen y los que no creen también”, apuntó Mario. Afuera un grupo de vecinos, con paraguas en mano, registraban con celulares y cámaras la aparición.
Según explicó la dueña del comercio, Carina Villalba, todavía conmocionada por la repercusión que tuvo el caso, anteayer por la tarde su hija, Martina, de sólo 5 años, le avisó de la aparición de una silueta extraña en la puerta del negocio. La mujer se acercó a la ventana y mirando hacia la escuela primaria y secundaria “Familia de Dios”, que se ubica frente al local, reconoció en forma clara la figura del Cristo Redentor. Allí, hizo correr la voz a un grupo de vecinos que, según la mujer, la retuvieron hasta la medianoche del lunes, cuando finalmente se dispersaron tras horas de observar la figura.
“Hace tres años que alquilo el lugar. Antes había una dietética y mucho antes una pollería. Hace cinco años que no se cambian los vidrios”, aseguró Carina, quien se pronunció como profundamente creyente en la fe católica. De acuerdo con la mujer, el viernes 13 de mayo, justamente un día cabulero en el vox populi, la imagen apareció por primera vez en el mismo lugar pero por un lapso no mayor a dos horas. La particularidad de ambas situaciones es que en ambos días llovió. “Te eligió a vos”, dijo Isabel, que integra la parroquia Asunción de la Virgen María, ubicada a dos cuadras del comercio. “Le pido a Dios que me dé fuerza”, contestó Carina, a lo que Isabel replicó: “¿Querés más que esto?”.
En el lugar también había algunos vecinos que interpretaron el fenómeno como una señal que será relevante no sólo a nivel nacional sino también internacional. “Esto es una manifestación que anuncia lo que va a ocurrir en 2012. No va a terminar el mundo, pero van a ocurrir grandes cambios a nivel global”, vaticinó, profética, Patricia, otra de las vecinas que se congregó en la puerta del comercio.
Estímulo de fe
En diálogo con El Ciudadano, el párroco del barrio, Víctor Pratti, apodado “Cacho”, quien dirige la parroquia Asunción de la Virgen María, validó la aparición desde lo fenomenológico. “Realmente es así. Apareció como un fenómeno hace diez días. Aparece y desaparece como vapor en un vidrio con la figura clara de Cristo”, detalló el cura, que remarcó: “No afirmo que sea una revelación divina”.
Consultado sobre la metodología de la Iglesia para investigar estos casos, el cura del barrio Antártida Argentina fue cauto: “La Iglesia siempre trabaja con mucha prudencia en estos casos. Puede ser una revelación privada. Hay que esperar y ver qué ocurre”. Según Pratti, debe reportarse lo ocurrido al Arzobispado de Rosario y aguardar directivas.
“Salvando las distancias, lo ocurrido en San Nicolás con la Virgen fue una revelación privada y con el correr de los años tuvo una repercusión fabulosa. El tiempo dirá”, resumió.
Para Pratti, la forma de la aparición alarmó y estimuló a mucha gente que está pasando por situaciones difíciles. “Si es una señal extraordinaria, como la iglesia bien sabe que ha habido muchas apariciones de la Virgen, entendemos que la fe es propagada con las acciones del día a día”, relativizó. “Hay que ser prudentes porque no podemos hacer pasar la fe sólo por una revelación de este tipo. La fe pasa por otro lado. Si bien estimula a mucha gente no podemos alimentarnos de apariciones”, concluyó.
Milagros cercanos
Hace más de cinco años, en la localidad de Miguel Torres, cerca de Firmat –también reconocida en el mundo de los fenómenos paranormales por su fantasmagórica hamaca que sin necesidad de empujarla se mece por horas y horas–, ocurrió una aparición similar en el cementerio. En una lápida de mármol, que correspondía a un hombre apellidado Mestre (maestro en portugués) fallecido en la década del 60, su viuda encontró, en una de sus visitas, unas vetas con el perfil inequívoco de Jesús. Según señalaron las publicaciones de esa época, el material del que estaba hecha la lápida podía, con el paso del tiempo, deteriorase de tal manera que sus vetas se convirtieran en figuras definidas.
El antecedente más famoso de apariciones en esta zona se encuentra en San Nicolás. Allí, en septiembre de 1983, algunos rosarios cobraron un brillo particular. Luego se conoció de la aparición de la Virgen en la casa de la nicoleña Gladys Motta, quien, según las publicaciones periodísticas, todavía transmite los mensajes divinos recibidos de María.
Las procesiones por allí son incesantes, pero nadie puede advertir a Gladys: “Es que ella a veces sale y, como no la conocen, la gente no se da cuenta de quién es”, contó un mozo de una parrilla, mientras señalaba la casa en donde muchos se acercan a dejarle cartas bajo la puerta. Al sonar del timbre se asoma el marido, quien ya recita de memoria: “Gladys no está y no atiende a periodistas”. Quien habla de ella es el rector del Santuario, el padre Carlos Pérez. “Gladys es sólo un instrumento de Dios y todo instrumento cuando más oculto esté es mejor. Además se le aconsejó que tomara una conducta de no expresarse por protección de ella misma”.
Calcado
El perfil que ayer atraía las miradas y llevaba a los vecinos, además de transeúntes, a persignarse o simplemente tocarlo para un buen augurio, según señalaron, corresponde a la imagen del Cristo Redentor, una de las siete maravillas modernas. La misma está ubicada a más de 700 metros sobre el nivel del mar en el cerro Corcovado, en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. Ícono del imaginario globalizado, el diseño fue acuñado por el artista plástico Carlos Oswald y esculpido por Paul Landowsi, desde 1926 hasta su inauguración en 1931.
Curiosamente, para su inauguración, pautada para el 12 de octubre de ese año, estaba previsto que la iluminación del monumento fuera accionada desde la ciudad de Nápoles, donde el científico italiano Guillermo Marconi (padre del sistema de radiofonía) emitiría una señal eléctrica que sería triangulada entre Italia, Inglaterra y finalmente Brasil. Según los registros periodísticos, no se pudo realizar la transmisión por el mal tiempo.